viernes, 30 de diciembre de 2011

Que muera 2011


Que muera pronto y que muera bien. Este ha sido un año difícil para mí en todos los aspectos, tanto personal como profesionalmente. Sé que la mente terminará por suavizar lo malo y por olvidar muchas de las cosas, y que cada paso que damos en la vida sirve para aprender y buscar un lado positivo. El lado positivo de este 2011, annus horribilis, será descubrir, entre tropiezos, que hay gente ahí para tenderme la mano, y eso ha sido maravilloso. Esa gente que no me ha defraudado, sabe perfectamente quién es, y por eso no hace falta que ponga aquí ningún nombre. 

Pero no todo han sido cosas negativas, también ha habido momentos buenos, el gran viaje a China, un país que me fascinó, los días en Marruecos con sus olores y sus sabores, las noches de fiesta en mi Madrid, las cañas, los cafés y las sonrisas. Dos grandes amigas me dijeron un día que si tenía miedo de mirar hacia delante, y mirar hacia atrás todavía dolía, que mirara hacia los lados, que allí estarían ellas. Y es verdad, cuando miro a los lados veo a muchísimas personas que merecen la pena, y también os veo a vosotros, a los que leéis y comentáis en mi CAJÓN DE HISTORIAS. Sin todo, nada de esto tendría sentido. 

Pero no sólo hablaré de mí, sino de las cosas más relevantes que han pasado en el mundo de la cultura en este 2011, de aquellas películas y libros de los que hemos hablado en mi pequeño cajón lleno de historias. 

Literatura
Comenzaba el año premiando las mejores obras que leí el año anterior, y Plenilunio, de Antonio Muñoz Molina, se llevaba la palma. Pero tres han sido los protagonistas literarios que ha tenido este espacio en 2011: Roberto Bolaño en abril, Amélie Nothomb en julio e Irène Némirovsky en noviembre. Además, tuve la suerte de entrevistar a Juan Gabriel Vásquez, que fue galardonado con el Premio Alfaguara de novela por El ruido de las cosas al caer, y he tenido la suerte de leer también algunas novelas maravillosas, que me han emocionado muchísimo, como La casa de los espíritus, de Isabel Allende, La voz dormida, de Dulce Chacón o Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias. En los próximos días haré un balance detallado de mis mejores lecturas.

Música
El 2011 ha sonado a voz de mujer o, mejor dicho, de mujeres, puesto que han sido dos las protagonistas de este año: Adele, de la que no hemos dejado de hablar desde que publicó su álbum 21, un álbum que ha nacido del dolor y que es arte en estado puro; y Amy Winehouse, a la que en el mes de julio se le apagó la voz, su potente voz soul a los 27 años. También han sacado disco Beyoncé y Coeur de Pirate. Y durante cada mes os he traído mis canciones favoritas del momento, unas entradas que han ido teniendo cada vez más aceptación y comentarios. 

Cine
Comenzamos el año, como siempre, con premios. Y, en esta ocasión, se premió lo antiguo: Pa negre, ambientada en la posguerra, conseguía nada más y nada menos que nueve premios Goya. El discurso del rey triunfaba en los Oscars, dejando a La red social y a Fincher sin premios. En CAJÓN DE HISTORIAS celebramos el regreso de dos de los grandes: Woody Allen con Midnight in Paris, y Pedro Almodóvar, con La piel que habito, una grandísima película. 

Este es mi pequeño resumen del año, mañana prepararé mis uvas y brindaré y sonreiré. Y desearé a los míos un feliz año 2012, de verdad espero que así sea, que se cumplan los sueños, que los planes salgan bien, que todo mejore. A vosotros os lo deseo ya... ¡¡FELIZ 2012 DESDE CAJÓN DE HISTORIAS!! ¡¡JE VOUS AIME!!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

MEJORES ARTISTAS DEL AÑO 2011

Mejor Artista del Año
ADELE
Resultados de la encuesta:
1. Adele - 78 votos (60,9%)
2. Beyoncé - 23 votos (17,9%)
3. Lady Gaga - 15 votos (11,7%)
4. Coldplay - 12 votos (9,3%)
Total: 128 votos
Quería daros las gracias a todos por ayudarme a elegir los mejores artistas de este 2011, entre las 6 encuestas se han alcanzado los 643 votos, una cifra fantástica que me hace estar muy feliz. Los resultados, como podéis ver, son contundentes: Adele ha ganado todo, es la artista indiscutible de 2011, con un porcentaje que supera el 60% de los votos. No ha sido protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS pero, sin duda, ha sido una de las grandes protagonistas del año. Y me hace feliz que el buen gusto, la elegancia y la voz resurjan en estos tiempos de extravagancia y mediocridad. Bravo por Adele, y bravo por vosotros.

Mejor Artista o Grupo Español
LA OREJA DE VAN GOGH
Resultados de la encuesta:
1. La Oreja de Van Gogh - 47 votos (37,6%)
2. Niña Pastori - 41 votos (32,8%)
3. Amaral - 20 votos (16%)
4. Russian Red - 17 votos (13,6%)
Total: 125 votos
Ha sido la encuesta más reñida, tan sólo 6 votos de diferencia separan a La Oreja de Van Gogh de Niña Pastori, que durante algunos días incluso se llegó a poner en cabeza. Pero finalmente el grupo de San Sebastián, con su nuevo álbum, Cometas por el cielo, han sido los que han conseguido el título como Mejor Grupo Español, me alegro por ellos, porque después de tantos años en la música han conseguido sonar actuales sin perder su esencia. 

Mejor Artista Revelación
BRUNO MARS
Resultados de la encuesta:
1. Bruno Mars - 38 votos (40,4%)
2. Pablo Alborán - 31 votos (32,9%)
3. Jessie J - 22 votos (23,4%)
4. Mäbu - 3 votos (3,1%)
Total: 94 votos
Aunque no he hablado de él en CAJÓN DE HISTORIAS, Bruno Mars no ha parado de sonar en todo el año, su tema Just the way you are es otro buen ejemplo de que una vuelta a la sencillez, alejándose de lo estrambótico, ha sido lo que más ha gustado en este 2011. Aunque mi voto fue para Pablo Alborán, que se ha quedado a 7 de ganar, reconozco que Bruno Mars es una buena opción y que, a nivel internacional, ha sido el artista revelación más importante del año. 

Mejor Videoclip
ROLLING IN THE DEEP (ADELE)
Resultados de la encuesta:
1. Rolling in the deep (Adele) - 35 votos (37,2%)
2. Run the world - Girls (Beyoncé) - 24 votos (25,5%)
3. Judas (Lady Gaga) - 20 votos (21,2%)
4. Paradise (Coldplay) - 15 votos (15,9%)
Total: 94 votos
Sin demasiados efectos especiales, sin robots ni láser, sin coreografías si quiera, vemos a Adele sentada en una silla, en una casa vacía, lista para una mudanza tras una ruptura y la vajilla rompiéndose. No hay mejores imágenes que pudieran vestir esta canción que habla del final de una relación que fue hermosa, porque "podríamos haber tenido todo"...


Mejor Canción
SOMEONE LIKE YOU (ADELE)


Resultados de la encuesta:
1. Someone like you (Adele) - 45 votos (44,1%)
2. Rolling in the deep (Adele) - 29 votos (28,4%)
3. Moves like Jagger (Maroon 5 y Christina Aguilera) - 17 votos (16,6%)
4. Paradise (Coldplay) - 11 votos (10,7%)
Total: 102 votos
Me alegra especialmente que esta sea la mejor canción del año, una canción que tanto significa para mí, de la que os he hablado tantas veces. Una canción en la que lo que prima es la voz y la letra y el piano.Os dejo un vídeo hoy de la interpretación de este tema en el Royal Albert Hall de Londres, es preciosa, por la entrega de la gente y por la entrega de Adele, que al final no puede reprimir las lágrimas y dar las gracias. Gracias a ella por haber creado tanta belleza, que ha nacido de un gran dolor, de una gran tristeza. 


Mejor Álbum del Año
21 (ADELE)

Resultados de la encuesta:
1. 21 (Adele) - 54 votos (54%)
2. La orilla de mi pelo (Niña Pastori) - 27 votos (27%)
3. (Beyoncé) - 15 votos (15%)
4. Fuerteventura (Russian Red) - 4 votos (4%)
Total: 100 votos
En este tiempo en el que las discográficas decadentes se preocupan únicamente del dinero, de lanzar uno y otro single y otro más, a veces incluso sin llegar a editar nunca el álbum, y otras editándolo lleno de "relleno", de temas sin ningún valor musical y artísitico, se agradece que cantantes como Adele lancen al mercado discos como 21, en el que ninguna canción sobra, en el que el resultado final es el de un disco que merece la pena de principio a fin.


lunes, 26 de diciembre de 2011

BEGINNERS (PRINCIPIANTES), de Mike Mills


Me decidí a ver esta película por dos razones: la primera, por Mélanie Laurent, una actriz francesa a la que descubrí hace unos años en la película Je vais bien, ne t'en fais pas, por la que recibió un premio César, y que me parece uno de los rostros más bonitos del cine francés, además de poseer unas enormes dotes interpretativas. Y segunda, porque esta vez sí, tiene un trailer que cumple el objetivo con creces: nos dice de qué va la película y nos deja con ganas de más:


Ewan McGregor protagoniza esta historia con dos líneas argumentales: por un lado, la relación con su padre, que al quedarse viudo le confesó que era gay. Por el otro, su historia de amor con una joven actriz a la que conoce en una fiesta de disfraces. Beginners es una película sencilla, sencilla y hermosa. Ha conseguido que una sonrisa tonta se me dibujara en la cara desde el principio, una sonrisa mientras veía desfilar ante mí las imágenes de esa historia de amor que nace sin palabras pronunciadas, que crece y que asusta. Ha conseguido que una sonrisa tonta se me dibujara en la cara mientras veía en la pantalla imágenes de ese anciano gay enamorado, disfrutando de la vida cuando ya apenas le quedaba tiempo, porque hay veces que sí, que más vale tarde que nunca.

Los actores están en estado de gracia, porque consiguen una naturalidad que hay veces que escasea, una naturalidad que les hace especiales, que les convierte en seres únicos. Los tres impecables: Ewan McGregor, con su capacidad para transmitir emociones desde el silencio, Mélanie Laurent, por sus miradas y su expresividad, y Chritopher Plummer, por su vitalidad, el más vital de los tres, a pesar de la edad, quizá porque sea el que menos miedo tenga a ser un principiante. Y un perrito, Arthur, entrañable. 

Su guión está cargado de bella nostalgia, que mezcla la tristeza y la esperanza, la emoción y las sonrisas, y su montaje la hace dinámica y su fotografía plásticamente atractiva, y el amor que se profesan los personajes pasa de estar latente a estar presente de una manera tan palpable que cuesta no rendirse a esta película, que cuesta no enamorarse de ellos. Y lo logra con una candidez que se aleja de moralinas y de pedanterías, con la más penetrante sencillez, la que conquista y deja un poso de gratitud en el espectador.  Mike Mills no plantea cuestiones ni da respuestas, deja que sea el espectador quien se pregunte y busque también la respuesta, si es que desea plantearse algo, si es que necesita responder a alguna pregunta. Y yo me pregunto ¿acaso tenemos miedo a enamorarnos? ¿a compartir nuestra vida? ¿tenemos miedo de desestabilizar nuestro mundo estable? ¿de destruir los pilares? ¿sentimos pánico de que el amor descoloque nuestro mundo tal y como lo conocemos y que el dolor de una una posible pérdida sea más fuerte al amor sentido previamente? 

Beginners ha sido mi sorpresa del año, un retrato melancólico que se aleja de clichés hollywoodienses, que te hace sonreír y que te emociona y te conquista, por la aceptación de uno mismo, por la alegría de vivir que se nos escapa a veces entre los dedos, por los recuerdos que pesan sobre nosotros y adquieren una forma y un nombre. Muy, pero que muy, recomendable. Porque todos somos principiantes

sábado, 24 de diciembre de 2011

ALL I WANT FOR CHRISTMAS IS YOU, de Mariah Carey


Mariah Carey ha demostrado, a lo largo de su trayectoria profesional, que es una gran amante de esta época: la Navidad. Hace justo un año publicaba su segundo álbum de villancicos, Merry Christmas II You, y este año ha vuelto a grabar un nuevo videoclip del tema que os traigo hoy: All I want for Christmas is you. 

Sin embargo, no he querido mostraros el nuevo material, sino rescatar ese videoclip antiguo, de 1994 (¡Oh dios mío! ¡Casi 20 años ya!) donde podemos ver a una Mariah jovencísima, con veinticuatro años, derrochando alegría y naturalidad, y a la vez con ese aire de diva y glamour que la ha acompañado siempre y que se ha acentuado tantísimo en los últimos años. Vemos una Mariah sonriente, jugando con sus perros, tirándose con un trineo por la nieve, abrazando a Santa Claus. 

All I want for Christmas is you es una canción pegadiza, que escuchamos cada año cuando se acerca esta época, probablemente el villancico contemporáneo más famoso del planeta, versionado una y mil veces, en el que no habla de los clásicos tópicos religiosos del nacimiento, sino que es una canción de amor, superfestiva, en la que la cantante lo único que quiere para navidad es a su baby.

Y con esta canción de Navidad, con estos buenos deseos, espero que cada uno de vosotros estéis esta noche cerca de quien queráis estar, que disfrutéis de una noche llena de alegría y que seáis felices. ¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!! 

jueves, 22 de diciembre de 2011

NADA, de Carmen Laforet


Uno de los clásicos de la literatura española del siglo XX, que llevaba queriendo leer durante tantos años. Reza la contraportada de esta novela, galardonada con el primer premio Nadal allá por 1944, que estamos ante "un caso único en la categoría de lo excepcional".  Quizá sea mucho decir, pero lo que está claro es que Carmen Laforet demostró ya con su primera novela una capacidad increíble para la construcción certera de un ambiente y de unas sensaciones, que transmitía a través de unos personajes excéntricos y vivos como son los que protagonizan Nada: Andrea se traslada hasta Barcelona para estudiar en la universidad. Instalada en la calle Aribau, en casa de unos familiares maternos, pronto tendrá que descubrir las miserias de su familia venida a menos en la posguerra española. 

En Nada, la protagonista absoluta no es solamente Andrea, sino que ella se desdobla y a través de su voz hace protagonistas a sus familiares, a su beata tía Angustias, a su triste abuela, a sus violentos tíos Román y Juan, a Gloria, la mujer de su tío Juan, que está loca, a su amiga Ena... Todos los personajes están llenos de matices, dotados de un perfil límpido que engrandece la obra.

Pero lo mejor que tiene esta novela es su aire irrespirable carente de oxígeno, su ambiente cargado y oscuro, la sórdida frialdad que se quedó pegada a la piel y a la vida de una ciudad, Barcelona, y de un país, España, tras aquella guerra entre hermanos que destrozó tanto, que destrozó todo... y trastocó familias, y el hambre y la miseria se hicieron más palpables, más agónicos en aquellos años 40. 

Carmen Laforet se convirtió instantáneamente en una de las grandes damas de las letras hispánicas del siglo XX, a pesar de que fueron pocas las novelas que publicó después y nunca alcanzó el éxito de crítica y público que le otorgó su ópera prima. Es fácil entrever, leyendo algo sobre su vida, que Andrea, la protagonista, y la novela en general, contienen retazos de su propia vida, de la propia vida de Laforet, y seguramente esos pequeños detalles, esas sensaciones de soledad en una ciudad ajena, hacen más veraz una obra imprescindible. 

Nada es un retrato de la Barcelona de esos años, una ciudad mucho más gris de lo que es hoy, una ciudad marcada por la derrota, con el consiguiente estado anímico que eso conlleva, y que luchaba a pesar de todo por salir del agujero negro y volver a lucir sus colores bohemios. No es una novela agradable de leer, porque todo en ella es miseria, soledad, dolor y lágrimas, pero su prosa envolvente la hace necesaria, está escrita con un sabor clásico y atemporal, que es capaz de llevarnos hasta ese lugar y ese momento preciso de la Historia y enseñarnos lo que fue, para apreciar lo que es hoy por lo que ha sido. 

martes, 20 de diciembre de 2011

CRIADAS Y SEÑORAS, de Tate Taylor


Sin duda, estamos ante la película revelación del año: con una gran acogida por parte del público y encumbrada por la crítica, la segunda película de Tate Taylor ha conseguido emocionar a casi todos.

No seré yo quien eche por tierra un producto digno, emocionante, una historia que nos lleva hasta el Mississippi  de los años 60, cuando Skeeter (Emma Stone) decide entrevistar a las mujeres negras que se han pasado toda su vida sirviendo en las casas de los ricos blancos. Es fácil imaginar que estamos una historia que vuelve a sacar el racismo y la segregación que ha marcado buena parte de la Historia de Estados Unidos, y es increíble pensar que todo esto ocurría hace tan solo 50 años, que las mujeres negras no podían usar el baño de las mujeres blancas, y que hoy, el presidente del país sea un hombre negro, un hecho que me hace seguir confiando en el ser humano, en su capacidad de  evolución.

La película tiene algunos puntos fortísimos, sobre todo gracias a sus actrices, porque esta es una cinta de mujeres: Viola Davis está, desde la primera escena, tan soberbia que si llevara sombrero me lo quitaría. Grande en sus miradas, en su sensatez, en su drama  y en su fuerza. Octavia Spencer tiene un papel que es como un caramelo, dulce, tremendamente cómica incluso cuando todo parece trágico, tan expresiva como Whoopy Goldberg en Ghost. Apuesto a que el Oscar como Mejor Actriz de Reparto este año llevará su nombre.  Y también hay que mencionar el buen trabajo de Emma Stone, eje que une a blancas y negras, en un papel más amable y menos complejo que solventa con efectividad. Además, tenemos a Jessica Chastain en el que parece que está siendo el año de su consagración y a la gran Sissy Spacek que nos regala alguno de los momentos más cómicos e inolvidables de la película (y es que si la recuerdo todavía me río).

Sin embargo, también diré que otros de los puntos son flojísimos (estoy preparado para la lapidación): el guión de la película vuelve a hablarnos del tema del racismo, manido hasta decir basta, y en esta ocasión, además, lo hace sin ningún pudor a caer en clichés y mediocres lugares comunes para conseguir emocionar a todos, algo que consigue, sí, pero hay veces que no está bien sacarnos lágrimas que nacen desde el juego sucio, una película demasiado sentimentalista con demasiadas trampas y señuelos para aparentar ser grande cuando en realidad no lo es tanto, o no lo sería de no ser por sus actrices y su impecabilidad visual. Cae en clichés desgastados del american dream, y también lleva al extremo a sus personajes: las buenas son muy buenas, las malas son muy malas, cínicas y tontas y maniquíes. Para que nadie se pierda y piense lo que no es. Todo es demasiado evidente, pero reconozco que funciona, y funciona de maravilla, además.

La película es fresca y amable, porque ni tan siquiera el papel de Viola Davis –el más dramático- consigue oscurecer una película llena de color rosita, que se hace la ingenua evitando con descaro los aires de grandeza y consigue que el espectador empatice, sobre todo, con las criadas, porque todos nos hemos sentido alguna vez algo “criada”, y nos hubiera encantado dar una patada en el culo a nuestra “señora”.  Una comedia diferente, con un trasfondo dramático tras las cortinas que no se exhibe, porque la vida, y el cine, a veces, saben mejor cuando nos tapamos los ojos con las manos, cuando sólo probamos lo dulce.  Casi le doy cuatro estrellas… 

domingo, 18 de diciembre de 2011

CHICO Y RITA, de Fernando Trueba



Como la mayoría de ustedes sabrá ya a estas alturas, Chico y Rita es el último proyecto que ha dirigido Fernando Trueba, una película de animación en 2D, con dibujos de Javier Mariscal, en la que nos cuenta la historia de amor entre un pianista y una cantante en la Cuba prerrevolucionaria.

Cosas de la vida, la cinta había conseguido ya el Goya a la Mejor Película de Animación antes de estrenarse en las salas comerciales, hace unos días conseguía el Premio del Cine Europeo en esta misma categoría y, si las cosas salieran bien, sería la única representación española en los Oscars que se celebrarán en Hollywood el próximo mes de febrero, puesto que Pa Negre, elegida por la tan necia a veces Academia Española de Cine, parece que tiene escasas posibilidades. Pero no vamos a lanzar campanas al vuelo todavía, y centrémonos en Chico y Rita, que tiene dos puntos fuertes que la hacen en una película grande: su guión y su música.

Un guión que no flojea, una historia de amor que cobra vida en los diálogos brillantes, en la emoción de dos cuerpos que se buscan, en el color tostado de los cubanos negros y en la tristeza palpable de pensar con certitud que cualquier tiempo pasado fue mejor.  Porque La Habana de los años 40 sonaba a jazz y soñaba con vivir dignamente y hacerse un hueco importante en el mundo sin perder su esencia cubana, ese acento, esas maneras de vivir que hace a los cubanos únicos en el mundo, especiales.  Y Chico y Rita es también una historia de amor triste, de búsquedas continuas, de separaciones, de sueños cumplidos y anhelos perpetuos, una historia de amor que dejó en la piel de ellos, Chico y Rita, Rita y Chico, el sabor al otro. Sabor dulce alguna vez, pero casi siempre un sabor amargo que les hizo odiarse con la misma fuerza con la que se amaron, y esto es mucho sentimiento. Un amor que marcó sus vidas.

Y, por otro lado, como mencionaba, está la música, esas partituras jazz que durante toda la cinta apenas dejan de sonar, que tienen tanto protagonismo como los dibujos o la historia misma. Trueba trabajó mano a mano con el pianista Bebo Valdés (de quien, por cierto, parece que podría ser ésta su historia y Chico su alter ego) para grabar las piezas que escuchamos, para llenar el ambiente de jazz, en una de las bandas sonoras más deliciosas que he escuchado en los últimos años.

Para que no se convierta todo en un listado de halagos, diré que la sencillez de los dibujos de Mariscal produce, algunas veces, una pérdida de expresión en los personajes, y en esta época, donde los personajes animados transmiten casi tanto o más que las personas de carne y hueso, parece una tara imperdonable.

Con todo, Fernando Trueba nos regala una película pequeña que crece desde el minuto uno, que busca la esencia del cine, que consigue insuflar vida a sus protagonistas con un guión sin peros. No se dejen engañar por la animación, no es una película para niños, sino una historia que cala en el corazón de esos adultos sensibles que creen en el amor eterno, y en los sueños de éxito, por ambiciosos que parezcan. 

viernes, 16 de diciembre de 2011

SEMILLAS DE GRACIA, de Thomas Mermall



Este libro llegó a mis manos gracias a un artículo de Antonio Muñoz Molina en Babelia llamado Un adiós desde muy lejos. Mi amiga, la periodista Natalia Pulido, lo leyó, y quedó tan prendada de las palabras que le dedicaba a Mermall que decidió encargar el libro y regalármelo por mi cumpleaños el pasado mes de octubre. En él, Muñoz Molina dedicaba afectuosas palabras a este hispanista nacido en Europa, nacionalizado estadounidense y que acababa de fallecer, justo cuando sus memorias, estas Semillas de gracia, se publicaban en España.

Se trata de un libro autobiográfico que se preveía emocionante, Muñoz Molina había escrito, además, el prólogo, en el que resaltaba que estas memorias son como la mejor de las novelas. Y, aunque apuntaba maneras, todo sea dicho, lo cierto es que creo que la memorias de este señor carecen de interés para un público general. Al menos eso es lo que ha mí me ha parecido.

Mermall nos remonta a la época de la ocupación nazi en su ciudad natal, actualmente situada en Ucrania, cuando tuvo que esconderse junto a su padre en un bosque para evitar ser desplazado a un campo de concentración en el mejor de los casos, o morir sin piedad en el peor. Pero este niño judío, huérfano de madre por el holocausto, consiguió sobrevivir y se trasladó a Chile durante algunos años de su infancia para instalarse después, y definitivamente, en Estados Unidos.

Pero las memorias de Mermall no son una historia de aquel tiempo oscuro, sino la historia de una vida, y la suya fue una vida plena y amable. Se casó tres veces, tuvo un buen puesto de trabajo, disfrutó al fin y al cabo. Sin embargo, y aunque el estilo es limpio y fácil de leer, su historia, la historia de su vida, carece de un valor literario. Se trata de su historia, y para un lector su historia puede carecer de magia, de chispa. A sus amigos les encantará, seguro, pero para el resto de la humanidad estas memorias no consiguen emocionar, a pesar de ese principio extraordinario en el que relata su refugio en el bosque.

Mermall, además, evita en numerosas ocasiones dar el nombre completo de los personajes, y tan sólo escribe sus iniciales, CJ, Z, M... por lo que, cuando la historia avanza y vuelve a nombrar a estas personas, puedes hacerte un lío y no tener claro cuál fue la primera mujer, cuál la segunda, cuál el amigo con el que apenas se habla, etc... 

El libro está estructurado en tres partes: la primera para hablar de su familia, de su padre al que admiraba y de su madrastra a la que no, porque era una mujer demasiado tacaña y peculiar. La segunda para hablar del sexo y del amor, fue muy prolífico este Mermall... y la tercera, la que más me ha gustado, para hablar de su profesión. Estudioso de Ortega y Gassett, amigo de Francisco Ayala, en la tercera parte, Semillas de gracia se aproxima más, en algunos capítulos, a un ensayo sobre la cultura y la literatura hispánica. 

En definitiva, creo que es un libro que no recomiendo, a no ser que el lector conociera a Thomas Mermall, puesto que lo que va a encontrar aquí es su vida, su historia, en minúsculas. Y por una vez siento estar en desacuerdo con mi admirado Muñoz Molina: leer este libro no es como leer la más apasionante de las novelas. Una lástima. 

jueves, 15 de diciembre de 2011

WISHLIST FNAC 2012


Era difícil resistirse este año a participar en el concurso de FNAC, en el que, por tan sólo publicar una Wishlist puedes conseguir un premio de hasta 2012 euros. Además, en caso de ganar, siempre es una buena manera de dar pistas a aquellos que deseen regalarme algo (ejem, ejem...)

Allá voy, mi wishlist es la siguiente:

TelevisiónLG 37LV3550 LED 37" Full HD  - 529€E-Reader: Sony Reader Wi-Fi Negro - 199 €Disco DuroIomega Prestige SuperSpeed USB 3.0 1,5 TB Disco duro portátil PC 209,90€Cámara de Fotos: Olympus EP-M1 Negra Kit Cámara Híbrida Digital 519€MicrocadenaSony CMT-FX300i Microsistema CD Hi-Fi con base para IPOD 119€iPodApple iPod Shuffle 2 GB Silver Cuarta Generación 49€
Libros:Sputnik, mi amor - 7,95€La carretera - 7,95€La soledad era esto - 7,95€Suite française - 8,90 €La insoportable levedad del ser - 8,95€Que veinte años no es nada - 8,95€
Últimas tardes con Teresa - 8,95€
Si te dicen que caí - 8,95€
Rabos de lagartija - 8,95€
Los aires difíciles - 10,95€
Rayuela - 12,50 €Tuer le père - 15,20€ Rebelión en la granja - 16,50
Cosas por las que llorar cien veces - 17€
Corazón tan blanco - 17 €
Mañana en la batalla piensa en mí - 18 €
Lugares que no quiero compartir con nadie - 18€
Todo es silencio - 18,50€
Trifulca a la vista - 18,95€
Los días del arcoíris - 20€
Tiempo de arena - 21 €
La carte et le territoire - 22€
Libertad - 25€
1Q84 Pack Vol. 1, 2 y 3 - 48€

TOTAL: 2001€

¡¡¡¡¡Y me sobran 11 euros!!!!!

martes, 13 de diciembre de 2011

Crítica del álbum BLONDE, de Coeur de pirate


La cantante Béatrice Martin regresa al primer plano de la escena musical con un segundo álbum titulado Blonde, en el que sigue conformando su personalidad artística que dio a conocer al mundo hace unos tres años, cuando presentó su primer álbum, que tenía el nombre que ha decidido llevar ella misma como artista: Coeur de pirate.

En relación al primero, Blonde es un álbum más alegre, que se abre con una canción cantada por un grupo de niños coristas que lleva por título Lève les voiles, que viene a significar "eleva las alas", lo que sin duda es una buena muestra de lo que vamos a encontrar después, un ejercicio de creatividad musical con el que Coeur de pirate parece querer alejarse de los límites terrenales para explorar en el fondo de su alma nuevas letras, nuevos acordes, y que parece al mismo tiempo un homenaje a la música de otro tiempo. Y aunque decía que Blonde es más alegre, es cierto que no abandona las canciones tristes en las que no hace falta más que el sonido de su voz y de su piano. 

A la mencionada introducción del álbum le sigue Adieu, el tema que ha escogido como primer single, una canción de aire retro, como la mayoría de este álbum, que suena a años 60, con ecos de twist, de yé-yé elegante, con melodías ligeras y letras más profundas. En torno a la mitad del disco encontramos Les amours dévouées, los amores abnegados, una de mis canciones preferidas de este álbum, una canción que también nos transporta hasta otra época dorada y nos regala una pequeña joya, perfecta musicalmente y con una letra triste. 


A ésta le sigue Place de la République, también de mis favoritas, donde la artista regresa al estilo con el que enamoró al mundo, a su voz de niña buena y su piano, a su intensidad emocional que es un derroche de sencillez y de belleza.


Y cuanto más nos acercamos al final, más patente se hace la influencia del piano, conformando finalmente un álbum con dos almas, un alma que suena a ayer y un alma que suena a piano, pero con una coherencia absoluta en lo que a temática se refiere: las letras exploran las relaciones sentimentales desde un punto de vista joven y actual, y es que Blonde, además de significar "rubia", en Québec es "novia", y este álbum es un libro abierto de las relaciones de hoy, de los adioses, de los amores de una noche, de las distancias que marcan nuestras vidas, que finaliza con una petite mort, una pequeña muerte, agridulce, placentera y llena de lágrimas.

domingo, 11 de diciembre de 2011

ESPECIAL: Mis canciones de 2011


A continuación os presento las canciones que han marcado para mí este 2011. Para la elaboración de esta lista he tenido en cuenta las 12 listas correspondientes a cada uno de los meses y he puntuado de 1 a 10 a los temas, dando un punto al que ocupaba el décimo puesto y 10 puntos al que ocupaba el primer puesto. Y así queda configurada la lista de Mis canciones de 2011:

10: Vanesa Martín: Durmiendo sola
Fue número 1 en el mes de febrero. Aunque Vanesa Martín dice que no es una canción triste, sino valiente, a mí todavía se me saltan las lágrimas cada vez que la escucho. Porque Durmiendo sola habla de ese momento en el que uno se da cuenta de que ya no ama más, de que se ha quedado vacío de amor y, aunque lo afronta y decide dar el paso, seguramente nadie quede exento de dolor.

9. Yodelice: Talk to me
Descubrí esta canción durante el visionado de Pequeñas mentiras sin importancia, una de las películas que más ha conectado conmigo durante este año. Talk to me, del francés Yodelice, es una canción sencilla, pero cargada de sensibilidad que consigue conquistar a cualquiera.

8. Coeur de pirate: Adieu
La protagonista del mes de diciembre en CAJÓN DE HISTORIAS, Coeur de pirate, ha conseguido además el Número 1 este mes en una trayectoria ascendente que comenzó en octubre, lo que le ha bastado para conseguir el octavo puesto en mis canciones del año. Adieu es una canción de aires retros, pero a la vez fresca y actual.


7. Pablo Alborán: Solamente tú
Aunque no consiguió ser número 1, el malagueño, la revelación española del año, estuvo presente con este tema en mi lista durante 4 meses. Solamente tú es una canción con una letra romántica y cargada de bellas imágenes, y cantada con una especial sensibilidad, voz y piano, una combinación que no suele defraudarme.

6. Adele: Rolling in the deep
Este tema es, sin duda, uno de los grandes hits a nivel internacional. Primer single del álbum 21, que es ya el disco más vendido en Reino Unido en lo que va de siglo, superando el Back to black de Amy Winehouse. Rolling in the deep abre este álbum que adquiere un sentido completo, desde la ruptura hasta la aceptación y superación de la misma. Perfecta.

viernes, 9 de diciembre de 2011

EL GATO CON BOTAS, de Chris Miller


Se puede ver El gato con botas, la tercera película de animación de Chris Miller tras Shrek Tercero y Lluvia de albóndigas, desde una doble perspectiva: por una lado, como película infantil; o por el otro, como un producto digno de entretenimiento para adultos. En ambas, creo que fracasa, aunque no estrepitosamente, sino que este spin-off del lindo gatito, que conocimos acompañando al ogro más famoso de la historia del cine, es un híbrido entre ambas cosas, y entretendrá a padres e hijos pero no convencerá a ninguno de ellos. 

La película no peca de excesos, el metraje (una hora y media escasa) la hace amena, el argumento flojea por todos los poros, las escenas de acción están logradísimas, y las miradas del Gato con botas enamoran y hacen reír a cualquiera, niños y adultos. Conclusión: una de cal y otra de arena. 

Eso sí, Antonio Banderas está brillante, su voz es la más adecuada para este personaje, al que insufla de vida y de matices para hacerle más truhán y más señor, que vive la vida y vive el amor, como dice la canción. Y ese amor, esta vez, tiene la voz de Salma Hayek.

Con todo, Dreamworks no se aproxima ni de lejos al nivel de Pixar (difícil superar Wall-e, Toy Story 3 o Up) pero intenta explotar su mejor arma: el humor. Aunque no consigue ser efectiva al 100%, sí que tiene ciertos momentos cómicos que consiguen despertar alguna risilla. 

Si tienen hijos, posiblemente sea una de las películas de animación que más entretengan a los papás estas navidades, si no tienen hijos, pueden ahorrarse el dinero de verla, y sobre todo, ahorrarse la entrada para verla en 3D, algo que sigo encontrando absurdo, excesivamente caro e inútil. Los efectos de El gato con botas serían, visualmente, igual de buenos sin necesidad del 3D.

jueves, 8 de diciembre de 2011

LUZ DE LIBERTAD en CUÉNTATE LA VIDA


Soy afortunado. Soy afortunado por las palabras que habéis dedicado a mi primera novela, Luz de libertad, a la que habéis mimado, a la que habéis insuflado muchísima vida. Soy afortunado porque CAJÓN DE HISTORIAS y Luz de libertad me han permitido conocer a gente que merece la pena, como Goizeder Lamariano, una periodista de Pamplona afincada en Madrid con la que coincidí por primera vez en la presentación de Taradas, de Viviana Fernández García, pero a la que ya conocía “virtualmente” gracias a su espacio: Cuéntate la vida.

Desde entonces, han sido unas cuantas más las veces que nos hemos ido viendo, para compartir cafés y charlas sobre literatura, sobre periodismo, y sobre mil cosas más. Y también hemos compartido cenas, juergas y hasta karaokes… Y hace un tiempo, Goizeder se hizo con un ejemplar de mi novela y decidió reseñarla en su “casa”. Fueron unas palabras preciosas las que me dedicó, las que dedicó a Julio Silva también, el protagonista:

Lejos de resultarme un personaje odioso, desagradable, ajeno o frío, los sentimientos de Julio, su incapacidad para compaginar su éxito profesional y laboral me han llegado muy adentro. Con un lenguaje y un estilo al mismo tiempo sencillo y lírico, cruel y dulce, triste y esperanzador, la historia de Julio Silva es cercana y, por encima de todo, humana. Todos podríamos ser Julio. Porque todos, en algún momento, nos hemos visto obligados a elegir.

Goizeder ha hecho un resumen de la novela, sin desvelar más de la cuenta, algo que siempre agradezco a todos los que han reseñado la novela, que no hablen en exceso de esa parte final y ese “giro inesperado”, tal y como ella misma comenta. Y me ha encantado y me llega muy adentro que haya sabido captar la esencia de la novela, esa búsqueda continua del equilibrio entre el éxito profesional y personal. 

Sin duda, la tercera parte y el epílogo son las que más me han sorprendido. Porque nos encontramos con un giro totalmente inesperado en la trama que me dejó sin aliento. Me sorprendió, me impactó y, por encima de todo, me hizo reflexionar. Sobre el respeto por las ideas, las nuestras y las de los demás. Sobre la libertad, esa libertad que siempre tiene que estar iluminada, no importa por cuántas luces, las que sean, las que nosotros queramos, porque para eso somos libres, para elegir qué o quién ilumina nuestro camino. Porque sin luz no hay libertad. Y necesitamos esa luz de libertad para ser felices, para creer, para soñar, para luchar, para amar y, sobre todo, para vivir. 

Desde aquí mando un beso muy fuerte a Goizeder, un beso acompañado de mi más profunda admiración y agradecimiento. Podéis leer la reseña completa haciendo click AQUÍ.

martes, 6 de diciembre de 2011

MELANCOLÍA, de Lars Von Trier


Melancolía llegaba a las carteleras con una carta de presentación impecable: dirigida por uno de los pesos pesados del cine europeo, el danés Lars Von Trier, personalísimo y extremo, cuyas películas no dejan indiferente a casi nadie; y protagonizada por Kirsten Dunst, que se alzó con el premio a la Mejor Actriz en el último Festival de Cannes. Y por si esto fuera poco, el pasado sábado Melancolía conseguía el premio EFA como Mejor Película Europea del Año, en la que fue, probablemente su edición más caótica, incoherente y desfasada: Melancolía ganó el premio a la Mejor Película, pero Von Trier se quedó sin el éxito absoluto ya que el EFA a la Mejor Dirección se lo llevó Susanne Bier por In a better world y el premio al Mejor Guión fue a parar a los hermanos Dardenne por El niño de la bicicleta

Puede que considere en mi fuero interno que el premio a la Mejor Película Europea sea algo excesivo, pero lo que sí es cierto es que la nueva obra de Lars Von Trier es una oda a la tristeza y a la destrucción, a pesar de que en las primeras escenas vemos a Kirsten Dunst natural y sonriente, feliz por esa boda que está celebrando, su boda. Pero rápidamente todo conduce al desastre, y hay momentos en los que nada tiene sentido, pero da lo mismo... al menos a Von Trier le da lo mismo, es "su" guión. Y es que Melancolía es una película apocalíptica en todos los sentidos, el personal y el colectivo. Y podríamos decir que el apocalipsis no tiene sentido.

Comienza con un precioso pero inquietante prólogo en el que no sucede nada, tan sólo suena música de Wagner y desfilan unas imágenes que no podemos saber con certitud qué significan ni a dónde nos llevan (al menos aquellos que, como yo, no conocíamos nada del argumento de antemano). Aunque podamos intuir que se trata de un flashforward a cámara super slow. A partir de ahí, dos capítulos diferenciados: el primero para presentarnos a Justine el día de su boda, un evento que se convierte en su particular apocalipsis, como ya he mencionado. El segundo, cuando Justine ya está totalmente destruida, Von Trier nos lleva hasta el hogar de  su hermana (Charlotte Gainsbourg) y su cuñado (Kiefer Sutherland) para profundizar en la inquietud de ambos ante la inminente cercanía a la Tierra del planeta Melancolía. Se trata de un planeta que estaba oculto detrás del Sol, y que comienza a desplazarse a través de nuestro Sistema Solar, rozando Mercurio y Venus y acercándose peligrosamente a nuestro hogar. 

Melancolía es una obra a la que me cuesta poner “peros”, más allá de mi personal falta de conexión con este director. Es una obra visualmente bella (impecable fotografía, iluminación y música, me gustan menos los movimientos de zoom que apasionan a Von Trier…), es aguda, aunque más filosófica de lo que me hubiera gustado. Melancolía no consigue conmoverme, sí inquietarme. Y el derroche de angustia (al que contribuye sobre todo una fabulosa Gainsbourg) es tan excesivo que, tras el visionado, se queda en el cuerpo durante varios días.

Melancolía es una película apocalíptica que juega con la credibilidad, la racionalidad y la emoción de un espectador incrédulo, pero Lars Von Trier es un maestro a la hora de hacer que lo más hueco de realidad parezca verosímil, incluso en aquellas ocasiones en las que de nuestra boca sale una frase de “no hay quien se lo crea”, mientras que en nuestro interior callado se construye un “pero y si…”.  Inquietante.