viernes, 25 de abril de 2014

RESEÑA | ZA ZA, EMPERADOR DE IBIZA, de Ray Loriga


Con este título, cuanto menos original, se presenta la nueva novela del escritor madrileño Ray Loriga. Una historia breve que tiene como protagonista a Zacarías Zaragoza, más conocido como Za Za, un antiguo narcotraficante de 53 años establecido en la isla de Ibiza. Solitario y avejentado, vive la vida con la lenta parsimonia que se respira en la isla fuera de la temporada estival. Pero de repente un día le empiezan a suceder una serie de acontecimientos muy extraños relacionados con ZAZA, una nueva droga que produce un estado de felicidad en quienes la consumen. 

Así se podría resumir, sin desvelar nada, esta novela breve con tintes humorísticos y surrealistas, que rozan lo esperpéntico, y que tiene algunos destellos muy brillantes, como esa conversación absurda en la que un personaje le pregunta a otro "¿a ti qué te parece Obama?", a lo que el otro contesta: "¿Obama? Me lo follaría con los ojos cerrados". 

Ray Loriga demuestra su buen hacer para crear una historia redonda y ligera, que entraña mucho más de lo que parece bajo una capa de superficialidad. Con un comienzo totalmente desconcertante, el lector y el protagonista van descubriendo poco a poco y a la vez los porqués que entraña la novela. Loriga plantea cuestiones universales en el lector, como la muerte y la vida, esa muerte que siempre está presente y esa vida que se nos escapa entre los dedos con frecuencia. Lo hace sin sentimentalismos, con la depuración estilística que hicieron de él uno de los referentes del realismo sucio español en los años 90 (¿post-realismo sucio?), y que le valió comparaciones con, nada más y nada menos que William Borroughts. Lo hace sin sentimentalismos, porque como dice una acertada frase de la novela: El sentimentalismo es la alopecia de los sentimientos. 

Una historia fácil de leer en la que es mucho más lo que se obvia que lo que se cuenta, pero a la vez es mucho más lo que dice entre líneas que lo que expresamente encontramos escrito.  Y un final que le da un sentido completo al libro

La lectura de la novela ha estado enmarcada en la propuesta de lectura conjunta de la Editorial Alfaguara que hemos comentado en Twitter con el hashtag #LecturaZazaEmperadorDeIbiza. Os invito a echar un vistazo a los comentarios que hemos ido dejando los participantes y también a leer y comentar el resto de reseñas:  

- Rock and roll dreams 
- En busca de Mr. Darcy
- Los mil y un libros 
- La hierba roja
- Serendipia
- Juntando más letras
- Mi mundo con dos lunas
- Roberto Carrasco

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

miércoles, 23 de abril de 2014

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO 2014!


Este 23 de abril andamos con la mirada empañada por el adiós eterno a Gabriel García Márquez, que falleció el pasado jueves. Pero hoy ha de ser un día feliz porque celebramos la literatura, porque celebramos el amor compartido por las buenas historias, por los escritores que nos hacen viajar y crecer y reír y llorar. Todo eso y más lo he vivido yo en los libros de este colombiano eterno, que quedará por siempre.

Celebro este 23 de abril feliz por estar donde estoy, por ser quien soy gracias, también, a los libros que me han acompañado a lo largo de mi vida Porque entre libros me perdí y me encontré de nuevo, una y otra vez, quedándose plasmado un poco de mi ser en mis dos primeras novelas, Luz de libertad y La lágrima de la India, que os invito a descubrir, que tantas alegrías me han dado, que tantas alegrías me siguen dando. 

Gracias por acompañarme en este CAJÓN DE HISTORIAS que está lleno de maravillosos libros, como Cien años de soledad, que es una cura contra los males del espíritu y contra esa soledad que reza el título. 

¡Y que todos los días sean días de libros!

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

lunes, 21 de abril de 2014

RESEÑA | DIES IRAE, de César Pérez Gellida


La segunda parte de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne empieza como la primera, sin dar tregua a un lector que cree jugar con ventaja pero que termina en jaque mate frente al autor. César Pérez Gellida, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, consigue dar fuerza al libro en el punto intermedio de la historia, donde todos los personajes, buenos y malos, están encajados entre los acontecimientos, en un callejón oscuro del que parece complicado poder escapar. 

El autor continúa el proceso de creación de los personajes en Dies irae, haciendo todavía más verosímil a Carapocha, el psicólogo que en esta entrega entra a formar parte de los personajes protagonistas, dando lugar a un triángulo isósceles en el que reina, una vez más, Augusto Ledesma. Ledesma más complejo si cabe, desdoblado en dos: el propio Augusto y su otro yo, Orestes. Y la evolución más patente la encontramos en el personaje del inspector Ramiro Sáncho, mejor dibujado que en Memento mori

Los personajes abandonan esta vez Valladolid y se sitúa la acción entre Trieste y Belgrado, todo un acierto que hace la novela más madura y le otorga todavía más solidez. Una solidez que viene reforzada además porque en una de las líneas argumentales secundarias que son necesarias para entender el conjunto, el autor decide realizar una acertada síntesis del conflicto de los Balcanes de una manera distinta a la óptica que los medios de comunicación de Europa occidental tradicionalmente han ofrecido. Esto hace de Dies irae un documento histórico recomendable para todos aquellos que quieran acercarse a los porqués de lo que sucedió en los años 90 en Serbia, Bosnia o Croacia. No hay peor asesino en serie que aquel que se siente legitimado por una bandera. 

El argumento sigue desarrollándose al ritmo adecuado, equilibrando las dosis de tensión con la profundidad justa, dándole la forma necesaria sin pasarse ni quedarse corto. Y la brutalidad va en aumento. Augusto Ledesma sigue empeñado en culminar su obra, pero también en su empeño y cegado por su ego comete más errores que en la primera parte, lo que hará que las cosas no sean nada fáciles para salir del paso. 

César Pérez Gellida confirma con esta segunda parte que Memento mori no fue producto de la buena suerte, sino de una labor meticulosa y acertada, que le sitúan como un narrador vigoroso, capaz de introducir al lector en una historia hasta las más últimas consecuencias, hasta el terror, hasta el placer, hasta el poder. Y con una mano diestra para cambiar la voz en mitad de la narración, obligando al lector a ser activo, a estar atento a cada uno de los cambios de narrador que se producen. Porque si no lo está corre el riesgo de convertirse en una víctima más de este personaje inolvidable que es Augusto Ledesma.

Un auténtico día de la ira que no llega a su fin, que tiene todavía mucho por decir en el acto final. 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

sábado, 19 de abril de 2014

ENTREVISTA | Viviana Rivero: "Las almas lectoras tienen mucho en común, más allá del país al que pertenecen"



Justo antes de regresar a su Argentina natal, la escritora Viviana Rivero habla con CAJÓN DE HISTORIAS sobre Y ellos se fueron, la primera de sus novelas que se edita en España, bajo el sello de la Editorial Planeta. 

Por Ismael Cruceta

Después de unos días de promoción en España, es hora de hacer balance. ¿Cómo ha sido el encuentro con los lectores españoles? ¿La lectura que se hace aquí es muy diferente a la que hacen los argentinos?
Las almas lectoras tienen mucho en común, más allá del país al que pertenecen. Y en este caso que nos une el idioma, mas aún. Creo que el alma latina es apasionada, llena de sentimientos, por eso el idioma español es muy rico, porque necesita muchas palabras para expresar lo que lleva adentro. Creo que los que hablamos español mas allá de estar unidos porque usamos las mismas palabras, lo estamos porque "sentimos" de una manera parecida. Una forma apasionada. 

Al principio de Y ellos se fueron, la protagonista tiene que emigrar a Argentina. Eran principios del siglo XX. Hoy en día, también hay muchos jóvenes españoles que tienen que salir para poder encontrar un empleo. ¿Cuál es la imagen de estos nuevos migrantes del siglo XXI que tienen allí? 
Sí, hay jóvenes españoles llegando. Yo misma hablaba hace poco con una muchacha española que trabajaba en una tienda de ropa. Argentina es un país donde casi todos tenemos abuelos europeos (yo tengo abuelos españoles, italianos y checos) y eso hace que recibamos con los brazos abiertos a los que llegan. Quizá es que en el fondo nos recuerdan a nuestros abuelos, y a todo lo que sufrieron por extrañar. Yo tenia una abuela que todas las tardes de su vida lloraba porque extrañaba su familia que había quedado en Europa. 

Mientras que España y Europa sufren un proceso de recesión o crecimiento muy moderado, América Latina, y también Argentina durante los últimos años, vive un momento muy positivo económicamente. ¿Es un buen momento también para la cultura? 
La cultura en general y por ende también la literatura están viviendo un gran auge. Se venden mas libros que nunca. Hay muchísimos grupos de lectura, gente que se reúne o se contactan por Internet. El lector argentino es muy comprometido y tiene una relación estrecha con su autores.
 
En España la industria editorial está sufriendo un cambio muy importante y cada vez tiene más peso el libro en formato electrónico, a pesar de que a las editoriales les cuesta adaptarse o se resisten a hacerlo. ¿En qué punto está Argentina? ¿sigue siendo el papel la referencia?
El dispositivo electrónico está comenzando a usarse pero el papel sigue siendo el elegido. Tiene aun gran protagonismo.

En la novela ha habido un proceso de documentación importante y que aborda además un tema que ha pasado muy desapercibido, el de los brigadistas latinoamericanos que apoyaron la República durante la Guerra Civil. ¿Cómo entró en contacto con esa parte de la historia más desconocida?
Fue muy emotivo descubrir esa historia mientras investigaba. Estas personas (algunos eran hijos de españoles, pero otros no) vinieron a pelear por la República movidos únicamente por ideales. Ellos no tenían necesidad de abandonar su comodidad ni de elegir un bando. Algunos se pagaban su propio pasaje otros se los pagaba el partido. Entraban por Francia y de allí pasaban a España.

Hay un lenguaje muy cinematográfico en la novela. ¿Te gustaría ver una adaptación en la pantalla?
Sí, claro. Unos productores españoles han comprado los derechos para la televisión. Ahora queda esperar a que llegue a buen puerto el proyecto y lo compre un canal y lo podamos ver en la pequeña pantalla.

¿Quiénes son los autores de referencia de Viviana Rivero?
Me gustan variados y muchos. De algunos he sido fanática en algunos momentos de mi vida. Algunos de ellos: Irene Némirosky, Gabriel García Márquez, Almudena Grandes, Paul Auster, Puig o Dostoievsky. 

Fotografías: Aníbal Mangoni

lunes, 14 de abril de 2014

RESEÑA | MEMENTO MORI, de César Pérez Gellida


No soy un gran lector de novelas negras por dos razones principales: cuando se trata de descubrir quién es el asesino siempre termino engañado y finalmente se trata de un personaje que no entraba en mis planes, lo que suele ser un punto a favor de los escritores, no lo niego.Y la segunda razón, y la más importante, es que el esquema, a pesar de que logren engañarme, me parece siempre similar y difícilmente logro crear un vinculo fuerte con el libro en cuestión. Por esas dos razones Memento mori me parece que está por encima de la media del género: el asesino sabemos quién es desde el principio, Augusto Ledesma, un sociópata dispuesto a pasar a la Historia a costa de la vida de las personas que conformarán lo que él llama "la obra". Introducir el personaje del asesino de una manera transparente implica además desmantelar el esquema que siguen muchas de las novelas de este estilo, así que las dos razones que hacen que siempre termine echando algo en falta para terminar conquistado por el libro no se dan aquí. 

Memento mori es un pulso entre Ledesma y Ramiro Sancho, el inspector encargado de investigar los asesinatos que se están produciendo en Valladolid. Un pulso que gana, en el argumento y en la literatura, el asesino. El personaje de Ledesma gana en matices y en profundidad, es muy complejo, mientras que el de Sancho es más plano, aunque ya se intuye que no es casualidad y que estamos ante un personaje redondo que evolucionará a lo largo de cada página, de cada entrega de la trilogía que conforma Versos, canciones y trocitos de carne. Así que ese pulso que gana Augusto Ledesma no es definitivo, veremos qué ocurre en los dos libros siguientes. 

Además de los dos protagonistas hay que mencionar al brillante personaje de Carapocha, un psicólogo experto en asesinos en serie, uno de esos secundarios protagónicos que conquistan al lector. Y también es importante mencionar a Martina Corvo. Pero además es que Memento mori es un paseo por la ciudad de Valladolid, por sus rincones y sus calles que el autor conoce a la perfección porque es su ciudad, y plasmarlo todo en esta historia es un gran regalo para los pucelanos y fomenta el turismo en la ciudad, porque estamos ante una pequeña guía de viaje de gran valor en la que se dan cuenta de los lugares en los que tapear, comer y escuchar música por la noche. 

Otra de las razones que hacen especiales este libro y que demuestran el arrojo del autor, tiene que ver con que Pérez Gellida se atreve a introducir canciones de grupos como Héroes del Silencio, Vetusta Morla o Love of Lesbian, y también un poemario que no pellizca, carente de calidad lírica, pero que sí encaja a la perfección con el puzzle que es este libro, no hay que olvidarlo. 

En definitiva, Memento mori es una de esas novelas que no da tregua, que desde la primera página hasta la última te mantiene despierto. Que te obliga a leer la segunda parte cuanto antes. Memento mori es una novela sucia, desagradable en algunas partes, trepidante, inteligente y adulta. A César Pérez Gelllida, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, le gusta jugar sucio para que sus libros funcionen, como lo hacen los más grandes, como Michel Houellebecq en El mapa y el territorio, pero ciñéndose, con todo, a unos parámetros comerciales que han hecho que la obra funcione muy bien entre el público. Ahí radica su éxito.

viernes, 11 de abril de 2014

RESEÑA | AGOSTO, OCTUBRE, de Andrés Barba


Decir que Andrés Barba es uno de los autores más jóvenes y talentosos del panorama literario nacional es caer en el tópico y repetir lo que todo el mundo dice de él. Pero es que es la realidad. A sus 39 años ha publicado ya 10 novelas, 3 libros para niños, un libro de relatos y un ensayo. 

Agosto, octubre es la primera novela que leo de él, un libro breve (como la mayoría de sus obras) pero cargado de una intensidad y una viveza que traspasa las hojas y llena todo el espacio de calidad. Porque una de las cosas que he pensado mientras leía era "joder, qué bien escribe este tipo". 

Barba nos cuenta la historia de Tomás, un adolescente de 14 años que en las últimas vacaciones con su familia experimenta un cambio profundo en su manera de ver el mundo, sus ojos dejan de ser ojos de niño, una especie de quemazón le sacude el estómago y la garganta y necesita encontrar nuevas experiencias que consigan calmar esa ansiedad. Agosto, octubre es la fotografía certera y precisa de ese momento justo en el que uno pierde la inocencia y la blancura de familia burguesa de clase media en la que se ha criado para chocarse con un mundo que a veces es hostil y casi siempre sucio. Y encontrarse también con la muerte inevitable. El personaje de Tomás es uno de esos personajes que consiguen quedarse clavados en la retina del lector, de lo bien dibujados que están, con una profundidad psicológica que se palpa y se disfruta y se sufre a medida que avanzan las páginas, empujados por las circunstancias que llevan a Tomás a hacer lo que hace y a ver lo que ve, que desemboca en una sensación sucia que se pega a la piel de Tomás y se expande hasta la piel del lector, con el que comparte una intimidad desagradable. 

Agosto, octubre es una historia brutal que impacta y perturba, el final de la niñez aplastado por un hecho atroz que conducen a una madurez que llega de forma imprevista, como ocurre siempre, como un bofetón inesperado recibido en la mejilla. 

En definitiva, una lectura íntima, despojada de sentimentalismos gratuitos y que os recomiendo con fervor. 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

miércoles, 9 de abril de 2014

RESEÑA | STOCKHOLM, de Rodrigo Sorogoyen


Una de las grandes sorpresas de la temporada pasada, el último milagro del cine español, un proyecto pequeño que terminó siendo grande y de largo recorrido (triunfó en el Festival de Málaga y en los Premios Feroz) y que culminó con la guinda de un pastel en forma de Premio Goya a Javier Pereira como Mejor Actor Revelación. Un reconocimiento curioso para un actor que no es nuevo en el mundo del cine (mucho menos en el de la televisión) pero eso es otra historia. 

Stockholm es el relato de un encuentro una noche de fiesta. Un chico persigue a una chica que le ha gustado. Ella insiste una y otra vez en que no se irá con él. Que no y que no y que no. Pero a veces las cosas cambian y terminan la noche juntos. Eso sí, una cosa es la noche y otra es el día, y ninguno de los dos son realmente quienes parecían ser. Porque Stockholm no es una historia de amor juvenil, ni una película romántica. O no sólo eso. O no en la manera convencional: a la mitad de la cinta hay un punto de inflexión que llega con la luz del amanecer madrileño y desestructura todo lo anterior, desmontando al espectador, obligándole a poner en marcha su cerebro para no perder ni un sólo detalle. No puedo contar demasiado porque sería arruinar el factor sorpresa de la película.

Lo mejor de Stockholm es el debate que genera después del visionado, la cantidad de cuestiones que plantea y deja abiertas. La vi en un céntrico cine de Madrid unos días antes de la ceremonia de los Goya, en la sesión golfa. Fuimos al cine un grupo de cuatro personas, de las cuales dos nos posicionamos a favor de ella, y los otros dos a favor de él. De sus maneras de actuar. Cada uno de nosotros planteó diferentes teorías e hipótesis que vertebraban las acciones de los protagonistas. Yo, sin duda, me posicioné del lado del ella, defendiendo que tenía todo lo que hace planeado desde el principio hasta el final pero que le dio a él muchísimas opciones de escapar de ese plan trazado. Pero él insistió una y otra vez, y la verdad es que lo hace con bastante gracia para finalmente rendirse a sus pies. 

Técnicamente se nota que hay carencias (¿falta de presupuesto?) pero Rodrigo Sorogoyen hace un gran trabajo y despliega su carisma para salvar la película de la mediocridad y elevarla. Con todo, la utilización de tantos planos diferentes resulta algo forzada en algunas ocasiones, casi más como una muestra de querer mostrar ese carisma que en concordancia con la línea argumental del filme. El guión resulta algo forzado en la primera parte, pero dentro de unos límites aceptables e incluso coherentes (¿acaso no sobreactuamos un poco cuando queremos ligar con alguien? Yo creo que sí y lo creo firmemente además) y en la segunda mitad se vuelve mucho más sucio y más vivo. Más real.  Sobre todo gracias a la interpretación de los dos actores: Javier Pereira consigue dar credibilidad a un personaje redondo e inestable psicológicamente, que es de una manera al principio y de otra muy diferente al final, casi opuesta, y afronta las escenas de tensión con arrojo. Un niño pijo acostumbrado a que todo le salga como el quiere. Ella, Aura Garrido está espléndida desde el principio: hecha a un personaje que dice y no dice a partes iguales. Un personaje roto incluso cuando se está riendo. Garrido se consolida como una de las actrices más a tener en cuenta en el panorama interpretativo español gracias a su solvencia, a su manera perfecta de equilibrar la fuerza desgarradora y la fragilidad más sutil.

Una película actual sobre la juventud, en la que prima el talento pero evidencia también que es necesario contar con financiación para poder sacar adelante los proyectos, porque hacer cine es muy caro pero devuelve a la sociedad mucho más de lo que cuesta. Stockholm es un regalo para los amantes de Madrid: para los que aman Madrid y los que se aman en Madrid. 

Os invito a verla (en Filmin la tenéis disponible por 2.95), a compartir vuestras impresiones, a debatir, a elucubrar. Merece la pena. Y el trailer es buenísimo: 

lunes, 7 de abril de 2014

ENTREVISTA | César Pérez Gellida: "No quiero que mis libros se asocien a una determinada ideología política"


Seis blogueros y un escritor en uno de esos lugares madrileños en los que comparten espacio la literatura y el café. Seis blogueros y un escritor que, sin embargo, se decantaron en su mayoría por una copa de vino blanco o una cerveza rubia, de esas típicas de la capital. Seis blogueros y un escritor compartiendo curiosidades, sonrisas e inquietudes. César Pérez Gellida, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, nos habló sin tapujos de sus libros, de la industria editorial y del delicado papel que a veces desempeñan los medios de comunicación a la hora de transmitir mensajes que influyen enormemente en la sociedad.   

Uno podría acercarse con curiosidad a la figura de César Pérez Gellida, un vallisoletano que trabajaba en "distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación" y decidió, en plena crisis, dejar de lado esa trayectoria profesional para dedicarse a escribir.  Sin embargo, en cuanto lees su obra, ya sabes que no se trataba de una decisión tan arriesgada: su trilogía Versos, poemas y trocitos de carne destila talento, y al final eso tiene recompensa. La recompensa, en este caso, es el éxito de crítica y público cosechado desde el momento en el que la primera parte, Memento mori, vio la luz. Esa primera novela está ambientada en Valladolid, a finales de 2010, y apenas hay significación política por parte de sus personajes, excepto alguna alusión del inspector Ramiro Sancho a Francisco Javier León de la Riva, el alcalde pucelano, algo que no deja de ser curioso en un momento en el que en España, debido a la crisis, es complicado mantenerse al margen de las decisiones políticas. "Estamos ante una novela negra en la que no están vertidas significaciones políticas. Tampoco en las dos partes siguientes", explica Pérez Gellida, "no quiero que mis libros se asocien a una determinada ideología política porque tengo una concepción del la lectura como entretenimiento". 

Por el contrario, lo que sí encontramos, especialmente en la segunda parte, es una muy buena síntesis del conflicto de los Balcanes, que pese a su complejidad consigue que el lector ubique qué ocurrió en los años 90 en esa zona del planeta. Y lo más interesante es que lo hace desde una óptica diferente: "La gente repite las opiniones que ve en los medios de comunicación, opiniones que emiten desde la perspectiva concreta de los países occidentales, por eso me parecía muy interesante que fuera Carapocha, ruso, quien ofreciera su visión de los hechos", señala el autor. Esto no hace más que confirmar que ni todo es blanco y todo es negro, y se puede interpretar como un llamamiento al pensamiento crítico, sobre todo en estos días en los que desde los medios de comunicación muchas veces se emiten juicios de valor distorsionados y sometidos a intereses económicos. 

Otro de los temas interesantes que no podían quedarse en el tintero es el relativo a la industria editorial, que está viviendo una profunda transformación, una revolución más bien, en la que los pilares que parecían tan sólidos han demostrado no serlo tanto, por lo que quizá sea necesario cambiar la forma de funcionar. "Que algunos libros en formato electrónico cuesten 15 euros me parece que es una invitación a que el lector se descargue una novela de manera ilegal", sentencia Pérez Gellida. "Lo que no me parece bien es que haya gente que gane dinero a costa del trabajo de los demás", añade haciendo referencia a la gente que se lucra con las páginas de descargas ilegales. "Creo que la solución está en las manos de las editoriales que tienen adaptarse a esta nueva situación, tienen que saber atraer a los lectores y tienen que recuperar a aquellos lectores que descargan ilegalmente".

Por el momento, parece que César Pérez Gellida no tiene que recuperar la confianza de ningún lector: los 30 meses invertidos en escribir esta trilogía han sido suficientes para fidelizar a una enorme mayoría que ha sucumbido ante esta historia trepidante que tiene como protagonista a un sociópata, Augusto Ledesma, un inspector, Ramiro Sáncho, y un psicólogo, Carapocha. Una trilogía plagada de referencias literarias que van desde el Ulysses de Joyce hasta El túnel de Sabato. Tres libros y un final cerrado, limpio. La cuenta atrás ha empezado. ¿Conseguirás escapar?


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Fotografías: Suma de Letras

viernes, 4 de abril de 2014

Mis canciones del mes de Abril



10. Malú: Me fui (N)
Por fin Malú se ha decidido a lanzar un segundo single de su álbum . El tema escogido es Me fui, probablemente una de las mejores canciones del disco, fiel al estilo de la artista.

9. Pharrell Williams: Happy (N)
Y de repente, Pharrell Williams consigue un tremendo éxito internacional con este tema pegadizo y positivo. Hasta Meryl Streep lo bailó en los últimos premios Oscar.  ¿Sabéis que mi perro se llama Pharrell por este cantante?

8. Pablo López: Suplicando (+1)
El malagueño sube un puesto en la lista con este tema pegadizo en el que se derrocha buen hacer.

7.  Indila: Tourner dans le vide (R)
La cantante francesa repite en el séptimo puesto con este tema adictivo.



6. Chio Abbad: Isobáticas (N)
Ya os he hablado antes de esta cantautora sevillana que acaba de publicar su primer disco, que lleva el mismo nombre que esta canción y del que podéis escuchar seis temas en Spotify. Hace unos días tuve la oportunidad de verla en directo en Madrid y confirmar lo que ya sabía: esta chica tiene talento. Buscad sus isobáticas...

5.  Calle 13: El aguante (-3)
A los portorriqueños se les escapa el Número 1 con este tema pero tranquilos porque Multi_viral es el mejor álbum de lo que va de año y seguramente de todo lo que escuchemos en 2014, así que habrá más oportunidades para presentar en esta lista otros temas. El vídeo que os dejo no es oficial pero sí muy acertado, merece la pena verlo.

4. El Puchero del Hortelano con Bersuit Vergarabat: Hay días (N)
Hay canciones que de repente son capaces de sacarte una sonrisa, de hacer que se te remueva algo por dentro. Eso me ocurre con este Hay días, de El Puchero del Hortelano, un tema que define por completo cómo me siento en este momento. Porque hay días que sí, y hay otros que no. El videoclip también es una maravilla, no os lo perdáis.

3. Shakira: Nunca me acuerdo de olvidarte (+3)
En su tercer mes en esta lista, la colombiana se cuelga la medalla de bronce con Nunca me acuerdo de olvidarte, que como todos sus temas, termina sonando sin parar y extendiéndose como un virus del que es difícil escapar. ¿Os gusta?

2. Niña Pastori, Lila Downs y Soledad: La raíz de mi tierra (-1)
El número 1 del mes pasado se queda en la segunda posición, porque La raíz de mi tierra conjuga el talento con el profundo respeto por una identidad cultural y un folclor, tres maneras de expresarse que consiguen desprender un solo sentimiento: el amor por Iberoamérica. 

1.  Indila: Dernière danse (+2)
Finalmente Indila consigue el Número 1 en CAJÓN DE HISTORIAS con esta canción, porque es difícil resistirse a una interpretación tan sublime. No hace falta que diga nada más, solamente dadle al play:

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

martes, 1 de abril de 2014

Protagonista del mes... César Pérez Gellida


El año pasado estuve casi todo el tiempo viviendo en Bolivia y anduve algo desconectado (y distanciado) de muchas de las cosas que ocurrían en España. Cuando regresé, me encontré con una pequeña revolución literaria de la que se hacían eco muchos bloggers amigos y que tiene un nombre y dos apellidos: César Pérez Gellida. 

Este vallisoletano consiguió entrar por la puerta grande del mundo editorial con Memento Mori, una novela negra que se sale de los parámetros establecidos para impactar a un lector adulto. Memento mori ha conquistado al público y a la crítica y le ha valido además el reconocimiento por parte de escritores de la talla de Lorenzo Silva o Juan Cruz. Un éxito que se ha visto secundado por una segunda parte, Dies irae, que parece que no ha decepcionado y una tercera parte, Consummatum est, que acaba de salir a la venta y de la que ya están diciendo que es la mejor de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Todo esto me lleva a pensar dos cosas: el talento es imprescindible para que un libro funcione, pero también sigue siendo fundamental el trabajo de apoyo de las grandes firmas editoriales para confirmar el éxito de un escritor. 

Con sólo leer unas pocas páginas de cualquiera de sus libros, uno ya se da cuenta de que Pérez Gellida se perfila como uno de los escritores más a tener en cuenta en el futuro: su eficacia y depuración estilística, su mano diestra para perfilar personajes que dejan huella en el lector y su arrojo a la hora de introducir elementos innovadores que funcionan en sus novelas hacen de él no un producto de best-seller con fecha de caducidad, sino un autor con nombre propio que parece haberse hecho un hueco con derecho de propiedad. 

Por eso, he decidido que César Pérez Gellida sea el protagonista del mes de este abril literario que nos espera en CAJÓN DE HISTORIAS, en el que habrá espacio para reseñar sus tres novelas y también publicar una entrevista fruto de un encuentro literario con el autor. Y vosotros ¿conocéis ya a Ramiro Sancho, Augusto Ledesma y Carapocha?

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria