VOTA EN LA COLUMNA DE LA ENCUESTA LATERAL QUIÉN CREES QUE GANARÁ EL GOYA A LA MEJOR PELÍCULA
Con Pa negre completo los visionados de las cuatro nominadas a Mejor Película en la XXV de los Premios Goya: Balada triste de trompeta, Buried (Enterrado), También la lluvia y la presente, Pa negre (Pan negro). He de decir que las cuatro son buenas películas y que en los próximos días publicaré mi quiniela definitiva.
Pa negre es una película compleja, que te va carcomiendo poco a poco hasta destrozarte, bella y cuidada, y con un guión absolutamente certero y penetrador, y la dirección minuciosa de Agustín Villaronga.
Pa negre comienza cuando un niño presencia un asesinato, con un espectador desconcertado que no sabe realmente qué está pasando, y juntos, espectador y niño, descubrirán los motivos, los asuntos turbios y descubrirán también cómo se despierta la conciencia y cómo se despiertan las ideas.
Pa negre se apoya en sus frases demoledoras, en su estética clásica pero narrada con un pulso absolutamente contemporáneo, con su sabor a posguerra agria pero sin ser simplemente “otra película más sobre la posguerra”. Y se apoya, sobre todo, en sus interpretaciones: desde Nora Navas, que se va creciendo poco a poco hasta llegar a una inmesidad que bien le valió la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y le reportará su primer premio Goya, hasta el niño, Francesc Colomer, que tiene la mayor parte del peso del film y lo solventa más que dignamente. Y el padre, Roger Casamajor, veraz; la niña Marina Comas, ¡qué fuerza!; Laia Marull, un papel breve pero indispensable para el desarrollo y lleno de fuerza y locura; Sergi López y Eduard Fernández, dos actores consagradísimos que demuestran sus tablas y su buen hacer hagan lo que hagan, aunque lo que suelen hacer no es tampoco mi debilidad, todo sea dicho. En definitiva, un plantel de actores maravilloso, con una fuerza que desborda la pantalla y llena el espacio e inunda el aire.
Pa negre gusta desde el principio, pero es sobre todo a partir de un momento determinado, cuando acuden a la cárcel madre e hijo para ver al padre, cuando comienzas a comprender y cuando se despiertan los monstruos y las lástimas. Muy buena película, de las que dejan poso y te hacen pensar después de verla, pensar sobre lo que estaríamos dispuestos a hacer, quizá, por amor, quizá también, por dignidad, quizá por respeto hacia aquello en lo que creemos. Te hace pensar, asimismo, sobre las raíces, sobre lo que te une a tu sangre, lo que te aferra y te estrecha. Sin duda, merece la pena verla.
Pa negre se apoya en sus frases demoledoras, en su estética clásica pero narrada con un pulso absolutamente contemporáneo, con su sabor a posguerra agria pero sin ser simplemente “otra película más sobre la posguerra”. Y se apoya, sobre todo, en sus interpretaciones: desde Nora Navas, que se va creciendo poco a poco hasta llegar a una inmesidad que bien le valió la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián y le reportará su primer premio Goya, hasta el niño, Francesc Colomer, que tiene la mayor parte del peso del film y lo solventa más que dignamente. Y el padre, Roger Casamajor, veraz; la niña Marina Comas, ¡qué fuerza!; Laia Marull, un papel breve pero indispensable para el desarrollo y lleno de fuerza y locura; Sergi López y Eduard Fernández, dos actores consagradísimos que demuestran sus tablas y su buen hacer hagan lo que hagan, aunque lo que suelen hacer no es tampoco mi debilidad, todo sea dicho. En definitiva, un plantel de actores maravilloso, con una fuerza que desborda la pantalla y llena el espacio e inunda el aire.
Pa negre gusta desde el principio, pero es sobre todo a partir de un momento determinado, cuando acuden a la cárcel madre e hijo para ver al padre, cuando comienzas a comprender y cuando se despiertan los monstruos y las lástimas. Muy buena película, de las que dejan poso y te hacen pensar después de verla, pensar sobre lo que estaríamos dispuestos a hacer, quizá, por amor, quizá también, por dignidad, quizá por respeto hacia aquello en lo que creemos. Te hace pensar, asimismo, sobre las raíces, sobre lo que te une a tu sangre, lo que te aferra y te estrecha. Sin duda, merece la pena verla.