lunes, 23 de febrero de 2015

Premios Oscar 2015: El triunfo de la inteligencia


- Birdman gana 4 Oscars y se impone en las categorías principales: Mejor Película y Mejor Director.
- El joven Eddie Redmayne le gana el duelo a Michael Keaton.
- Julianne Moore logra ¡por fin! el Oscar como Mejor Actriz gracias a Siempre Alice.
- Boyhood únicamente consigue el galardón como Mejor Actriz de Reparto para Patricia Arquette.
 
Sorpresas (agradables) te da la vida. Ha sido un año en el que proyectos de corte más clásico (The imitation game, La teoría del todo y El francotirador) han convivido con otros más arriesgados y alejados de los circuitos cinematográficos masivos, como Boyhood, Birdman y Whiplash. Y, si durante toda la temporada de premios los críticos y los gremios han decidido decantarse por estos últimos, la Academia de Hollywood ha dado su respaldo apoyando la película más brillante e inteligente de entre ellas: Birdman. Y, probablemente, la que más filias y fobias despierte en los espectadores. Es fácil amarla, por la calidad de sus interpretaciones, por su guión cargado de matices y profundidad, y por su humor sutil que deja un poso de amargura. Pero también es fácil odiarla, no comprenderla, aburrirse con ella, despreciarla incluso. Quizás por eso pensaba que sería Boyhood la ganadora de la noche, una película más accesible y un proyecto igualmente digno de tal galardón. Además, ¿quién iba a pensar que un mexicano ganaría otra vez después de que el año pasado lo hiciera Alfonso Cuarón por Gravity? Y, a pesar de que ha fallado mi quiniela, me alegra enormemente que haya ganado Birdman, la que considero, junto con Whiplash, la mejor película de esta edición. Además, Alejandro González Iñárritu, que ya fue protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, es uno de los directores más brillantes del cine actual, uno de mis favoritos. Así que bravo por la Academia de Hollywood.


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

viernes, 20 de febrero de 2015

Crítica | Whiplash, de Damien Chazelle


Me preguntaba que podía hacer yo un extraordinario lunes que no tenía que ir al trabajo (bendigo cada minuto libre que paso fuera de él, lo bendigo sobremanera) y pensé que ir al cine era la mejor de mis opciones, y elegimos una de las nominadas a los Oscar este año: Whiplash.
 
Vi la película en los Cines Renoir de Madrid (en los que nunca había visionado nada anteriormente) y la primera sensación que tuve fue cagarme en la entrañable pareja que me acompañaba por llevarme a ver una pélicula en versión original sin previo aviso. "Dan por sentado que lo sabía", pensé, "entonces no diré nada a estos eruditos del cine de los cojones que quedo como una palurda y...¡oh bien! menos mal que hay subtítulos". Bromas aparte (que os quiero amigos), sería imposible apreciar del todo la película y su magistral interpretación secundaria si la hubiera disfrutado en su versión doblada.
 
Tras contar mi experiencia personal que deduzco que os importa un cojón de toro y que solo cuento porque escribo yo, os diré, a los que no habeis dejado de leer, que Whiplash tiene un argumento aparentemente fácil, sencillo y para toda la familia. No obstante, su trasfondo no lo es tanto, a mí se me antoja complejo, porque complejas son al fin y al cabo las perturbaciones del ser humano, y esta película habla de la más truculenta de todas: la obsesión.
 
Un director novel (olé tus huevos, lo que te ha costado, estabas tan obsesionado con rodar esto como tu protagonista con la batería y lo sabes) nos presenta un joven cuyo sueño no es llegar a dedicarse a tocar la batería de forma profesional, sino llegar a ser el mejor, y pobre del que le contradiga. Le costará sangre, sudor y lágrimas (literalmente) intentarlo. Si lo logra o no, vaya usted a saber...

En la búsqueda de pasar a la posteridad de este joven a priori anodino pero con empeño, poco agraciado físicamente y algo falto de carisma, aparece el personaje que sin duda dota a la película de identidad propia: EL PROFESOR. Porque no es un profesor, es el PUTO PROFESOR más despreciable que ha dado la historia del cine. Supongo que en la versión doblada todo lo que suelta este hombre por la boca será mucho mas suave que en la original. Y entonces te encuentras planteándote si este tipo posee realmente rasgos reconocibles de ser humano, en mi opinión, sin duda, la respuesta es SÍ, un ser humano que, sin duda alguna, se encuentra totalmente doblegado a la obsesión por la perfección, que utiliza unos métodos no solo cuestionables, sino deleznables y denunciables. Yo me preguntaba constantemente dónde estaba la sala de duchas de gas para cuando un alumno cometía un error...y no me hubiera extrañado nada que dicha sala apareciera.


Espero un Oscar a Mejor Actor de Reparto para J. K. Simmons, a partir de ahora Sr. J. K. Simmons, por una actuación en la que lo verbal y lo gestual están hiladas de forma virtuosa. Este hombre raya la perfección interpretativa.
 
Y ahí estaban sus alumnos, pagando la ira del profe sin alma que pierde la calma por la melodía....y al protagonista dando una visión no mucho más saludable de la obsesión...tan necesaria cuando quieres conseguir algo como peligrosa cuando se te escapa de las manos.
 
Cabe mencionar la "historia de amor" con Nicole, otra tía anodina donde las haya (pero tu humor mola, Nicole). Una historia de amor secundaria, casi figurante, pero que juega un papel importante para determinar como funciona la cabeza del protagonista y que cosas influyen en su proceder. Y un final, a mi parecer, más trepidante que el de una película de acción, con un duelo entre dos titanes de la compulsión.
 
Me cuestiono si parte del mensaje que lanza el film es realmente correcto. Todos sabemos que hasta cierto punto la obsesión por algo es necesaria para conseguirlo. Sin embargo, todos hemos padecido la sensación devastadora de frustación que ocasiona no lograrlo, ¿merece la pena entonces echar el resto hasta ese punto? Puede que sí... o no. ¿Y el fin siempre justifica los medios? Evidentemente no... o sí.
 
Mi recomendación es que la veais, a algunos os parecera una mierda y no os dejeis engañar, probablemente lo sea...o no. Para los que ya la habeis visto, solo puedo decir una cosa: IT´S NOT MY FUCKING TEMPO!

 

Texto: Gema Gascón @CajondeHistoria

miércoles, 18 de febrero de 2015

Premios Oscar 2015 | Quiniela Final


Mi apuesta es que Boyhood se impondrá en la categoría principal de la noche y será coronada como la mejor película del año. La otra candidata con más opciones a lograr este premio es Birdman, la más nominada de la noche y mi favorita (junto con Whiplash). Pero creo que los académicos se decantarán por Boyhood, por la viveza de este proyecto y porque es capaz de conectar con un mayor número de espectadores.

Mejor Director: Richard Linklater (Boyhood)
Por sacar un proyecto como este a lo largo de 12 años, Linklater se impondrá en la categoría de dirección. Iñárritu es probablemente el director más brillante de los cinco nominados, y merece un Oscar ya, pero parece que esta vez tendrá que esperar.

Mejor Actor Protagonista: Michael Keaton (Birdman)
Una de las categorías más disputadas de la noche. ¿Ganará Eddie Redmayne, que se ha llevado el Bafta y el SAG? ¿O ganará Michael Keaton que ha ganado en buena parte de las asociaciones de críticos de Estados Unidos? Mi opción es Keaton, por un papel complejo y desnudo, sin necesidad de maquillaje, cargado en matices y con una profundidad psicológica impecable.

Mejor Actriz Protagonista: Julianne Moore (Siempre Alice)
Todo apunta a que Julianne Moore, la protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, logrará ¡por fin! el Oscar. Un Oscar que le llega, sin embargo, por una película más bien floja en la que toda la responsabilidad recae sobre ella.  Lo solventa y hace una estupenda interpretación, y la Academia le debe el Oscar por Las horas que no se llevó y que se merecía más que nadie. Me alegro muchísimo por ella, aunque las interpretaciones de Marion Cotillard en Dos días, una noche y Rosamund Pike en Perdida son mejores que la suya, eso es así.
 
Mejor Actor de Reparto: J. K. Simmons (Whiplash)
Mira que Edward Norton está magnífico en Birdman, pero lo que hace J. K. Simmons en Whiplash no deja lugar a dudas. Su interpretación es la más potente, la más brutal.

Mejor Actriz de Reparto: Patricia Arquette (Boyhood)
No hay competencia para Patricia Arquette. Ni Keira Knightley en su papel de dama británica carismática, ni Emma Stone en el suyo de mujer destruida pueden competir con Arquette que encarna la constancia y la valentía y actúa como eje vertebrador de esta película. Ya en septiembre, hace 5 meses, le auguré el premio.  

Mejor Película de Habla no Inglesa: Ida (Polonia)
Me encantaría que ganara Relatos Salvajes por muchas razones: porque ganaría el cine en español, porque ganaría España de hecho, porque es un cine arriesgado y actual como ninguno. Pero todo apunta a que será la polaca Ida, que se ha impuesto en la mayoría de los premios de esta temporada. Sería taaan agradable que se repitiera la sorpresa de El secreto de sus ojos...

Mejor Guión Original: Birdman
Mejor Guión Adaptado: The imitation Game (Descifrando enigma)
Mejor Montaje: El Gran Hotel Budapest
Mejor Fotografía: Birdman
Mejor Banda Sonora: El Gran Hotel Budapest
Mejor Canción: Selma
Mejor Dirección Artística: El Gran Hotel Budapest
Mejor Vestuario: El Gran Hotel Budapest
Mejor Maquillaje: El Gran Hotel Budapest
Mejor Sonido: Whiplash
Mejores Efectos Sonoros: Interstellar
Mejores Efectos Visuales: Interstellar
Mejor Largometraje de Animación: Cómo entrenar a tu dragón 2
Mejor Largometraje Documental: La sal de la tierra


Palmarés:
El Gran Hotel Budapest  - 5 Premios (Montaje, Banda Sonora, Dirección Artística, Vestuario y Maquillaje)
Boyhood - 3 Premios Oscar (Película, Director y Actriz de Reparto)
Birdman - 3 Premios (Actor, Guión y Fotografía)
Whiplash - 2 Premios (Actor de Reparto y Sonido)
Interstellar - 2 Premios (Efectos Sonoros y Efectos Visuales)
Siempre Alice - 1 Premio (Actriz)
The Imitation Game - 1 Premio (Guión Adaptado)
Ida - 1 Premio (Película Extranjera)
Selma - 1 Premio (Canción)


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

lunes, 16 de febrero de 2015

Reseña | Las horas subterráneas, de Delphine de Vigan


Delphine de Vigan es una de esas escritoras que logran hacerse un hueco en la primera línea de la literatura gracias a ir buscando la verdad en cada libro, a acercarse más a ella, sacándose el pudor la mayoría de las veces. Con esta novela, la quinta de su producción, se acercó a esa madurez rotunda que alcanzaría en Nada se opone a la noche, la que es, hasta la fecha, su última novela, la que ha hecho que su nombre se quede grabado a fuego en la memoria del lector. 

En mi caso, este es el tercer libro que leo de esta autora francesa, tras la mencionada y Una tarde de diciembre. Las horas subterráneas es un libro crudo protagonizado por una mujer que trabaja en el departamento de Marketing de una gran empresa y que, de repente, sin saber muy bien por qué, ve como los engranajes que ha ido cuidando durante años en el terreno profesional, explotan por los aires. Mathilde es víctima de un violento maltrato laboral, el más violento. Porque se trata de aquel que va minando su dignidad poco a poco. Tanto que cree que ella es la culpable. 
Delphine de Vigan logra conformar un libro sin artificios, dramático por real, y doloroso. No hay treguas para la alegría, ni para las sonrisas si quiera. Todo aquí está revestido de una crudeza viva, y ahí precisamente es donde se encuentra la magia de la literatura y el carisma de esta autora: en esa capacidad para describir sensaciones en las que reconocer a quién está a nuestro lado, a nosotros mismos.

Cuando leí esta novela vi llorar a una compañera del trabajo (no estaba sufriendo moobing, por supuesto, pero sí quizás estuviera sometida a un gran momento puntual de estrés) y esa escena me hacía pensar inevitablemente en Mathilde. Además de ese personaje femenino dibujado con mano maestra, la novela se complementa con la historia de un médico, Thibault, que sufre también una especie de moobing autoimpouesto, empujado por una sociedad capitalista que anula al ser humano y en la que solo importa el dinero, el sexo y las emociones rápidas. Una sociedad que malgasta demasiadas horas bajo la ciudad. 

Una novela que impacta, que habla sobre lo frágiles que podemos llegar a ser, sobre las espirales del dolor en las que nos vemos envueltos sin darnos cuenta y que habla, sin mencionarlo ni una sola vez, de una felicidad que depende únicamente de nosotros mismos. Sin consejos ni filosofía barata. Muy recomendable, a pesar de que todo el libro es como si te hubieran dado un puñetazo en la boca del estómago.  

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria


viernes, 13 de febrero de 2015

Crítica | Siempre Alice, de Richard Glatzer y Wash Westmoreland


A la hora de enfrentarse a esta película, uno se espera lo peor. Porque la historia de una mujer que aquejada de un mal de Alzheimer precoz se presenta terrible. Y, sin embargo, los directores de esta película han logrado no regodearse en el drama, en la lágrima fácil. De hecho, el momento más dramático de Siempre Alice es el discurso que la protagonista pronuncia en una conferencia. 

O, por decirlo de otra manera, Siempre Alice es un drama contenido, que va hiriendo poco a poco en los pequeños detalles: el blanco que llega inesperadamente a la memoria de la protagonista, olvidándose de un nombre, de un gesto, de una palabra. Una enfermedad que se va acentuando, irremediablemente. 

Estamos ante una de esas películas que, gracias a una impecable interpretación, se cuelan en la temporada de premios y consiguen estar presente en todas las entregas importantes con una única opción a premio que, además este año, se está viendo materializada. Y es que Julianne Moore, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS hace una de las mejores interpretaciones de su carrera. No la mejor, eso seguro (su papel en Las horas es mucho más conmovedor sin ese toque melodramático que tiene aquí), pero sí encarna a la perfección el papel de una profesora a la que una enfermedad le roba sus recuerdos y su bien más preciado: la lengua. Está perfecta en ese declive progresivo, en la agilidad mental que va deteriorándose, en la dificultad para pronunciar de la parte final, para transmitir ese profundo dolor cuando recuerda y es consciente de que su vida se le va. Esta vez, salvo sorpresa mayúscula, Julianne Moore ganará el Oscar  por un papel que ya le ha reportado el Globo de Oro, el SAG y el Bafta. El resto del reparto, con Alec Baldwin o Kristen Stewart, es puro decorado. Están correctos, sí, pero tienen poco margen de actuación. 

Con todo, a Siempre Alice le falta dinamismo y visceralidad, como si se quedara a un paso de ser real. Rodada con mucha discreción y con un guión más bien flojo, la película merece la pena gracias a que Julianne Moore borda su papel.

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

domingo, 8 de febrero de 2015

Premios Goya 2015: Un palmarés mínimo para un año grande


2014 ha sido un gran año para el cine español. Se han cansado de repetírnoslo. Una recaudación como nunca y una cuota de pantalla del 25%. Lo que no han mencionado tanto y deberían haberlo hecho es que, cifras aparte, realmente ha sido un gran año de cine español. Hemos visto producciones de una gran calidad, el cine español se ha apartado de narrativas manidas para demostrar, una vez más, una solidez cinematográfica digna de todos los elogios. Y todo ello, en un momento de crisis prolongada en el que el gobierno no ha puesto las cosas fáciles ni a los espectadores ni a los profesionales, manteniendo el IVA desproporcionado y recortando las ayudas que funcionan como el balón de oxígeno para que las películas, que conforman nuestra identidad cultural, nazcan. Por eso, el acto de apertura de la XXIX Edición de los Premios Goya, con nuestros actores y actrices cantando Resistiré, ha sido el mejor inicio que se recuerda en muchos años. Resistiré para seguir viviendo... y aunque los sueños se me rompan en pedazos, resistiré. 

La gala fue de más a menos. Con un Dani Rovira que comenzó brillante y se fue desinflando poco a poco, cansándose, y ni siquiera cuando recibió el inmerecido galardón como Mejor Actor Revelación del Año pudo levantar el vuelo de una ceremonia eterna y cada vez más tediosa. Tediosa especialmente cuando un Alex O'Dogherty, que merece irse exiliado de España, realizó la actuación más patética de la noche. 

El palmarés, como era de esperar, coronó a La isla mínima. Pero lo hizo incluso por encima de lo esperado, inflando a la película de premios, 10 en total. Y, alguno de ellos, como el de Nerea Barros, que rechinó especialmente. ¿De verdad, señores académicos, ustedes creen que Nerea Barros está mejor en La isla mínima que Natalia Tena, Yolanda Ramos e Ingrid García Jhonsson? ¿De verdad creen que su interpretación forzada que pone en jaque una película brillante merecía, incluso, la nominación?


Ese fue el primer enfado de la noche. Pero hubo dos más. Dos errores garrafales e imperdonables (hasta el año que viene, al menos) de una Academia que ha demostrado poca profesionalidad y poca madurez. Premiar a Karra Elejalde antes que a José Sacristán y a Dani Rovira antes que a David Verdaguer, Israel Elejalde y Jesús Castro no hace más que evidenciar que este año los académicos han visto muy poco cine español. De hecho, da la sensación de que han visto únicamente los dos bombazos taquilleros del año: La isla mínima y Ocho apellidos vascos. Un despropósito dejar a la obra maestra que es Magical Girl solamente con el premio a la Mejor Actriz Protagonista para Bárbara Lennie. Y obviar, además de al mencionado Sacristán, ese guión sobresaliente. 

La verdad es que todo hacía prever que "la fiesta del cine español" quería conectar con el gran público. De hecho, que Antonio Banderas recibiera el Goya de Honor no era más que una señal de eso. Sobre todo cuando hay personalidades de nuestro cine, como Carlos Saura o incluso José Luis Cuerda o Asunción Balaguer, presentes en la ceremonia, que no tienen ese galardón.

En definitiva, un año maravilloso para nuestro cine, por lo bien que han funcionado las películas en taquilla, sí, pero sobre todo por la calidad de algunas de las producciones, por La isla mínima y Magical Girl, por Carmina y amén y Musarañas, por 10.000 km que es la esencia del cine arriesgado y joven y posible (justicia, al menos, con Carlos Marques-Marcet). Alegría, entonces, por ese talento de nuestros cineastas para contar historias que merece la pena sentir. Lástima que ayer la Academia no estuviera a la altura. Una vergüenza. Con todo, me uno entusiasmado a las voces que dijeron, ayer, y que lo repiten cada vez que compran una entrada para ver una película nuestra, ¡viva el cine español!  

La mejor frase, la del maestro Pedro Almodóvar, con su eterna lucidez: "Gracias amigos del cine español: Wert, usted no está incluido en esto".

El mejor discurso de agradecimiento, el de Carmen Machi, que recordó emocionada a Amparo Baró. 


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

viernes, 6 de febrero de 2015

Crítica | Birdman o (la inesperada virtud de la ignorancia), de Alejandro González Iñárritu


Birdman es la historia de un actor que busca el prestigio sobre las tablas de Broadway después de haberse hecho famoso interpretando a un superhéore en Hollywood. Una película sobre los miedos y los egos instalados en la mente. Rodada con vigor por uno de los directores más lúcidos del cine, el mexicano Alejandro Rodríguez Iñárritu, Birdman es una película que no se queda en la superficie de una historia, sino que llega muy adentro, rebuscando en huecos profundos del alma humana. 

Protagonizada por Michael Keaton en el mejor papel de su carrera. Quizás pocos como él podría haber dado vida a ese actor que en otro tiempo fue Birdman (recordemos que Keaton fue Batman) de la manera en la que él lo hace: transmitir esa angustia y esa obsesión por deshacerse de algo que va ligado a su propia vida. Porque para desasirse de esa parte de su historia la única opción sería volver a vivirla. Imposible pues. Keaton que debería ganar el Oscar por la complejidad de este papel, por los matices y por la construcción de este personaje trágico y cómico e inolvidable. 

Junto a Keaton, Edwuard Norton derrochando buen hacer, el Oscar sería suyo de no ser porque su papel va quedando relegado a un segundo plano demasiado evidente, pero está fabuloso y nos regala alguna de las mejores escenas de la película. Igual que Emma Stone y Naomi Watts, ambas interpretando a mujeres destruidas por dentro, pero todavía en pie
Y es que el falso plano secuencia que es Birdman no es más que otra muestra de la grandeza del que ya fuera protagonista del mes en diciembre de 2010, Alejandro González Iñárritu, que ha logrado aunar la técnica para dar sentido completo a esta película que te deja descolocado al principio, fascinado inmediatamente después. Porque ese guión es fascinante, y aquel que diga lo contrario quizá es que padece la inesperada virtud de la ignorancia (juas juas). 

Cargada de matices, viva y brillante tanto en el fondo como en la forma, Birdman es una película inteligente y actual. Es cine arriesgado, de hoy, que cuenta lo que somos por lo que hemos sido, que no se recrea en pasados contados una y mil veces, que consigue lo que muy pocas, poquísimas películas: innovar, y hacerlo con esa elegancia y esa profundidad. Pocos como Iñárritu son capaces de algo así.


Críticas en CAJÓN DE HISTORIAS de las otras películas de Alejandro González Iñárritu:


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

miércoles, 4 de febrero de 2015

Mis canciones del mes de febrero


10. Manolo García: Es mejor sentir (-3)
El barcelonés se mantiene en forma casi a sus 60 años (¡quién lo diría!) y hace un canto a los sentimientos como guía en el camino.


9. Roko: Luz (-5)
La cantante, que fue elegida Mejor Artista Revelación por los lectores de CAJÓN DE HISTORIAS, se queda en el 9 con el single presentación de su primer álbum.


8. Sia: Bad girls cry (-5)
1000 forms of fear, el último y genial álbum de Sia, es una obra sobre el dolor en diferentes formas, sobre la soledad y el desgarro. Big girls cry es uno de sus mejores temas.  


7. Marta Sánchez: La que nunca se rinde (N)
El pasado mes de octubre Marta Sánchez presentaba esta canción que formaría parte de 21 días, su nuevo álbum, que está a punto de editarse. Ahora se estrena en CAJÓN DE HISTORIAS. La que nunca se rinde es una canción pop dance sobre seguir adelante, sobre reponerse una y otra vez, sobre la búsqueda continua de la felicidad.


6. Fito y Fitipaldis: Entre la espada y la pared (N)
Por primera vez en esta lista, incluimos un tema de Fito y Fitipaldis. Entre la espada y la pared es siempre fiel al estilo y a las letras del grupo de Fito Cabrales.


5. Skakeitan: Iraganeko (R)
Un chute de energía positiva que viene desde Euskadi. Repite en la mitad de la lista.

4. Ed Sheeran: Thinking out loud (N)
Una balada de corte clásico, romántica, de las que se pegan a la piel y sirven para poner banda sonora al amor eterno.


3. Vanesa Martín: Frenar enero (+3)
Al final no se pudo frenar enero. Vanesa Martín inauguraba su concierto de La Riviera de Madrid el pasado sábado con esta canción, que sube tres posiciones con respecto al mes pasado. Mi niño mimado, mi amante paciente... 



2. Hozier: Take me to church (R)
El grupo irlandés se queda en la segunda posición con este tema que está sonando cada vez con más fuerza en España. El videoclip es sobrecogedor. Lo han visto más de 93 millones de personas.


1. Sia: Elastic heart (N)
Sia logra su tercer Nº1 en CAJÓN DE HISTORIAS gracias a esta canción. El 7 de enero de 2015 estrenaba el videoclip de Elastic heart, protagonizado por el actor Shia LaBeouf y la niña bailarina a la que ya vimos en Chandelier. Un clip que ha generado toda clase de comentarios por el baile-lucha provocador, pero que tiene un magnetismo perfecto. Elastic heart, que forma parte de la banda sonora de Los juegos del hambre: En llamas, es un tema sobre la búsqueda afectiva, sobre el contacto físico y sexual y el ideal romántico roto una y otra vez. Adictivo.

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

domingo, 1 de febrero de 2015

Protagonista del mes... Julianne Moore


Se hace camino al andar... bien lo sabe Julianne Moore, una actriz versátil que ha trabajando en más de 60 películas, en dramas, comedias, millonarias producciones de Hollywood y pequeñas películas independientes. Ha realizado papeles pequeños y grandes, siempre dotando de veracidad y vida a sus personajes, lo que le ha llevado a ganarse un lugar privilegiado entre las mejores actrices de la década y, seguramente, de todos los tiempos.

Capaz de transmitir tanto sin abrir la boca, solamente con la mirada, como en Las horas, una de las mejores interpretaciones de su carrera (y, para mí, de la Historia del cine). Capaz de hacer reír en las comedias románticas que ha protagonizado y de conmover y remover siempre al espectador. Este año la hemos visto encarnando a Alma Coin en Los juegos del hambre.

Nominada en cinco ocasiones al Oscar, parece que este año, por fin, se hará justicia y la Academia la premiará gracias a su papel de Alice Howard en Siempre Alice, un drama sobre una mujer que se tiene que enfrentar al alzheimer. 

Con Oscar o sin él, este mes Julianne Moore es la protagonista en CAJÓN DE HISTORIAS, un pequeño homenaje a esta gran dama de la interpreación por su trayectoria impecable y por su buen hacer constante.


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria