lunes, 29 de agosto de 2011

SABOR A CHOCOLATE, de José Carlos Carmona


Esta libro que se lee en un par de horas, es una novela -156 páginas- estructurada en capítulos muy breves, algunos compuestos por tan sólo un par de frases, y en la que se habla de tantas cosas, del sentimiento familiar sobre todo, del amor entre hermanos, entre padres e hijos. Una novela que resume con las palabras justas alguno de los acontecimientos más importantes del destructivo siglo XX, plagado de muertes y de dolor. Y una novela en la que brilla una historia de amor que se prolonga en el tiempo, que sobrevivió a dos guerras mundiales, una historia de amor entre Adrian Troadec y Alma Trapolyi que, aunque breve en la pasión, latente en el contacto físico, consiguió sobrevivir más allá del espacio e impregna cada una de las páginas con un sabor a chocolate, el que da título a la obra.

No había leído nada de José Carlos Carmona, que recibió por ésta el Premio Ateneo de Sevilla, pero las reseñas de algunos bloggers amigos me hicieron animarme y, cuando, en el aeropuerto de Lanzarote apareció ante mí, no lo dudé demasiado. Y no me arrepiento, sólo me pesa que sea tan breve. Sé que si fuera una novela mucho más extensa perdería parte de su encanto, pero es que es tan tan tan breve que deseas más, que ansías un poco más, saborearla durante algo más de tiempo. 

Esta reseña no puede extenderse mucho, siento que no hacen falta más palabras. Os animaré a leerla, no perderéis el tiempo. Quizá os deje la misma sensación de tristeza que a mí, por captar tantas penas en tan pocas páginas, una novelita breve y realmente triste. 

jueves, 25 de agosto de 2011

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: de 1968 a 2011


Al principio de esta semana fui al cine a ver El origen del planeta de los simios, precuela de la película de culto de 1968 dirigida por Franklin J. Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, que también he visto estos días.

EL ORIGEN DEL PLANETA DE LOS SIMIOS, de Rupert Wyatt
El doctor Rodman está probando con chimpancés un nuevo medicamento para combatir el alzheimer pero, debido a una incidencia, tienen que sacrificar a todos los animales, excepto a César, al que Rodman adopta y con el que sigue probando en secreto los efectos de su medicamento.

Aunque la película me ha gustado, y es muy entretenida de principio a fin, la crítica está siendo muy benevolente con ella. Es una película sincera desde el principio y peca, por ese motivo, de plana, sin imprevistos, ni siquiera intenta sorprender. Consigue mantener al espectador atento, sí, la acción avanza y engancha, y da las respuestas que los admiradores del clásico del 68 buscaban.

Visualmente impecable, con unos efectos especiales muy logrados, los simios gozan de una expresividad asombrosa, y el absoluto protagonista de la película es César, el simio al que da vida Andy Serkis, experto en este tipo de personajes, el rey del motion capture, del que no conocemos su cara, pero que ha interpretado ya, entre otros, a Gollum, King Kong y ahora vuelve a trabajar con Peter Jackson el la esperadísima El hobbit.

James Franco está correcto aunque no destaca nada, tampoco el papel era para lucirse. Y Freida Pinto, su partenaire, decorativa y prescindible. La sensación final es de haber visto un espectáculo pretencioso, bien ejecutado y olvidable, que se disfruta, sí, que no es un mero producto para sin cerebros, y del que se obtiene lo que pretendía obtener, evasión y victoria.


martes, 23 de agosto de 2011

Crítica del álbum 'BACK TO BLACK', de Amy Winehouse


Amy Winehouse revolucionó el mundo de la música con este álbum, pero ¿cómo iba a pensar ella que sería el último de su discografía? –Al menos, mientras estuviera viva. La artista lo publicaba en 2006, pero no llegaba a España hasta un año después, y no sería hasta 2008 cuando aquí, que siempre vamos a otro ritmo, ni mejor ni peor, simplemente diferente, le hicimos caso. Pero es que era imposible obviar tanto talento, obviar esa voz soul y ese aire triste y esa imagen, ese moño gigante que se fue haciendo más pequeño, ese cuerpo que se fue haciendo más delgado y esa voz que se fue apagando hasta que dejó de sonar.

Back to black es un álbum que, como los más grandes, como el que ha publicado Adele este año, tiene un sentido completo y, casualmente, triste. El disco de Winehouse se abre con Rehab, su tema más popular, en el que la cantante se ríe de su desdicha y, en medio su borrachera tiene un momento de lucidez en el que anuncia que va a perder a su amor. La artista empieza a lamentarse levemente de su suerte en You know I’m no good, y afirma que se engaña a sí misma.

Y enfrascada en el alcohol llegamos hasta  Back to black, uno de los temas más tristes del álbum, el que da título y sentido a este disco, una obra maestra musical de la que ya os he hablado en otras ocasiones. Un punto de inflexión, el final del amor ligero para pasar al desamor adulto, doloroso, mortal… porque sólo decimos adiós con palabras, y morí cien veces… y solamente queda el luto, el negro y la resignación, una resignación que se hace canción en Love is a losing game, una poesía en toda regla que los alumnos de Literatura de la Universidad de Cambridge tuvieron que analizar en sus exámenes finales de 2008.

Y para hacer la pena llevadera, Winehouse incluye Tears dry on their own, donde quiere hacernos creer que sus lágrimas se secan por si solas, aunque no es más que una farsa, una máscara que vuelve a quitarse en Wake up alone, donde confiesa que no puede parar de ver la cara de su amado en sueños, arrancándole las entrañas… pero se despierta sola, con un lamento grave, pegado a la piel, al alma. 

El álbum se acerca al final (al menos en su primera versión, después se incluyeron más temas) con Some unholy war, toda una declaración de amor, de principios, de adulación y anulación, que culmina con He can only hold her, una canción que no es de las mejores del disco, pero en la que se resume la pena, la vida y la esencia del álbum: un lloro inconsolable a un amor perdido, pero, a pesar de todo, acaba con una frase demoledora y sincera: Cause what's inside'll never die, so he tries to pacify her, cause whats inside her never dies… Porque lo que hay dentro de ella nunca muere, así que él intenta calmarla, porque lo que ha dentro de ella nunca muere… 

sábado, 20 de agosto de 2011

LOS ENAMORAMIENTOS, de Javier Marías


Con su nueva novela, Javier Marías vuelve a desplegar su carisma literario, vuelve a demostrar que su gran dominio de la palabra y vuelve a hacer gala de su estilo, donde importa más cómo se dice, que lo que se dice. 

Los enamoramientos, con una preciosa portada, de las más bonitas que he visto últimamente, no es una novela romántica, a pesar de lo que pueda parecer. Sí habla de ese estado de obnubilación, de lo que una persona llegaría a ser capaz de hacer por amor y, entonces, el amor pasa a un segundo plano. 

La novela empieza, tras la observación cada mañana y por casualidad en una cafetería de una pareja perfecta, con un asesinato en la calle, con la muerte de Miguel Deverne, el hombre de esa pareja perfecta. Unas primeras páginas realmente interesantes, rápidas, que atrapan. Después, el duelo, lo que supone la ausencia de la persona amada. Y tras éste, Marías diluye la acción en pensamientos, en conversaciones largas, en monólogos que carecen de verosimilitud sobre la muerte, sobre la vida y sobre el estado del enamoramiento. Porque no me creo que nadie hable de la manera en la que lo hace Díaz-Varela, íntimo amigo de Deverne, con una Coca cola en la mano. Yo no me lo creo, no digo que no pueda ser verdad. Con todo, pronto da un vuelco y Marías reconduce la novela por otros caminos, más oscuros, casi negros, en los que su estilo vuelve a conseguir envolverte y no te suelta hasta el final.

Y aunque he nombrado aquí a Deverne y a Díaz-Varela, la auténtica protagonista de esta novela es María, una mujer sensata, a la que consigues conocer perfectamente, un personaje perfilado a la perfección, que se ve envuelta por casualidad por una serie de acontecimientos que han de marcar su vida. María, que trabaja en una editorial. María, la joven prudente, a la que le cuentan dos versiones de una sola historia, porque la Historia siempre es solo una, y descubrirá, con el tiempo, y al final de la novela, cuál de ellas fue la verdadera. 

Marías dice "todo" también con lo que no dice, sobre todo al final, sorprendiendo al lector, que termina por coger cariño a una mujer y a una novela que al principio -o a la mitad, más bien- resultaban espesas, confusas.  Pero que al final se vuelve reconfortante, algo que solo él podría conseguir de esa manera, con esa riqueza, con esa precisión en las palabras que puede incluso provocar rechazo, por pedante, por recordarnos en cada una de sus largas frases lo buen escritor que es, lo buen traductor que es, dueño de una gran cultura, como pocos, haciendo referencias en su obra a clásicos como Shakespeare o Balzac.  

Me ha gustado la novela, no me cabe duda de que es uno de los escritores más importantes de este siglo XXI, por encima de la media y el señor es consciente de ello, de su superioridad. Os la recomiendo a todos, sin duda, os recomiendo que la leáis despacio, pero sin perder el ritmo, os recomiendo que os acerquéis, si no lo habéis hecho ya, a su obra, porque es toda una demostración de grandeza literaria. Y sólo por eso, ya merece la pena. 

jueves, 18 de agosto de 2011

Las mejores canciones de AMY WINEHOUSE

10. Rehab
Probablemente sea su canción más conocida. Fue el primer single del mítico álbum Back to black, un tema pegadizo con mucho feelin' y una letra que se convirtió en el leivmotiv de su existencia, hasta su prematura: Intentan llevarme a rehabilitación pero yo dije "No, no, no!". 

9. To know him is to love him
Esta canción, dedicada a su padre, es una versión del tema de Teddy Bears de 1958 que también cantó John Lennon en los años setenta del siglo XX. Suena preciosa y triste en la voz de Amy.



8. Stronger than me
Cuando Amy editó este tema, todavía no sabía que su carrera y su estilo habría de dar un vuelco, que el soul habría de empañar su vida. Con todo, es probablemente de los mejores temas de Frank, el primer álbum de la artista, que suena a jazz.



7. Some unholy war
Pura emoción, viendo este video uno puede hacerse una idea de lo que esta mujer era capaz de hacer con su voz, de lo que era capaz de transmitir. Estoy sin palabras.



6. Wake up alone
El álbum Back to black contiene varias poesías cantadas, esta canción es una de ellas.




miércoles, 17 de agosto de 2011

LUZ DE LIBERTAD: Y el ganador es...


Hola a todos. Ya estoy aquí, de vuelta, en este Madrid que me he encontrado lleno de peregrinos... 

He estado unas semanas de vacaciones, primero en Lanzarote, una isla preciosa, y después redescubriendo los colores y los olores de Marruecos, sus contrastes y sus sabores. He estado en Casablanca, Rabat, Fez y Tánger.

A partir de mañana el ritmo de reseñas volverá a ser el habitual y, por el momento, no se publicarán más entrevistas (las tenía programadas para estos días de ausencia) por lo que hablaré de Amy Winehouse, protagonista del mes de agosto, de su música. Y también publicaré tres reseñas literarias de las obras que me han acompañado en estas vacaciones. 

Sin más, os dejo la lista de participantes y, un poquito más abajo, podréis descubrir al ganador de Luz de libertad, elegido a través de Random.org. Muchas gracias a todos los participantes!!!!! Os quiero!!

Lillu: 1, 2, 3, 4, 5
Elvira: 6, 7, 8, 9, 10
Lalo Martín: 11, 12, 13, 14, 15
Margari: 16, 17, 18, 19, 20
Carol:  21, 22, 23, 24, 25
Ro.: 26
Vero: 27, 28, 29, 30, 31
Noe..: 32
Jesús: 33, 34, 35, 36, 37
Sonia: 38, 39, 40, 41, 42
Lucas Liz: 43, 44, 45, 46, 47
Metgaladriel: 48
Gijón: 49
Antonio Godino: 50, 51, 52, 53, 54
Bookworm: 55, 56, 57, 58, 59
Susana Hernández: 60, 61, 62, 63, 64
Laky: 65, 66, 67, 68, 69
Margaramon: 70
Saggara: 71
Athenna: 72
Offuscatio: 73
Goizeder: 74, 75, 76, 77, 78
Pilar: 79
Burgwoman: 80
Carmen: 81
Tatty: 82
Trescatorce: 83
Naguoki: 84

Y tras esto,  procedo al concurso y os anuncio que la ganadora es:

CAROL 


¡Enhorabuena!
¡Un abrazo muy fuerte!

martes, 16 de agosto de 2011

Entrevista a la cantante JAVIERA MENA


La chilena que evoluciona tras sentir y sufrir la magia del amor

La cantante chilena Javiera Mena acude a la cita con con la cara lavada, derrochando dulzura y sencillez, para hablar de su segundo disco, Mena, que se editó a finales de 2010 y que está presentando en directo por España estos días. 

Tras  Esquemas juveniles, con el que se dio a conocer hace un lustro, la artista sentía cómo los ojos, tanto de  fans como de expertos musicales, estaban puestos en ella, y aunque se define como una persona insegura, lo cierto es que enseguida reconoce que no saca a la luz ninguno de sus temas hasta que el resultado final le convence. Y es que sentirse satisfecha con el trabajo le resulta imprescindible. “El primer álbum es mucho más inocente, como un primer acercamiento a la música, una recopilación de las canciones que había escrito desde los 15 hasta los 21 años”, explica la santiaguina, que acaba de cumplir 28 años. 

También incluyó en esa ópera prima una versión de Yo no te pido la luna, un clásico que le gustaba a su mamá y que se convirtió en la canción más exitosa de su debut discográfico.

Fueron cuatro años los que tardó en publicar Mena, todo un proceso de madurez en los que ha adquirido un 
enorme bagaje y en el que, en todo momento, ha estado implicada con el proceso de creación del álbum.

“Ahora ya tengo un proyecto musical sólido, más electrónico y más maduro, después de haber sentido y sufrido el amor". Porque este sentimiento es el leitmotiv de sus canciones. Aunque sea un tema del que se ha hablado tantas veces, le gusta expresarlo con su propio lenguaje. “Es lo más mágico que puede sentir un ser humano”, cuenta esta chilena. 

Pero Javiera Mena se inspira en todo: en lo natural, en las nubes y la naturaleza o en lo cotidiano, para dar forma a sus canciones y a su música, que definen como “electropop pegadizo, melancólico y bailable”. 


Melómana en directo
La cantante se defi ne como una persona muy melómana, una adicta al pop de Madonna, de Michael Jackson o del grupo sueco Abba. “Aunque también escucho cosas más  indie y oscuras, como  My bloody Valentine”, repasa. “Y en cuanto a la música en español, desde el grupo Los Prisioneros hasta Camilo Sesto o Jeanette. La música romántica me pegó por mis papás”, dice divertida con su acento chileno.

En el Dcode Festival
Todos estos artistas han influido en su evolución musical, pero sigue aprendiendo cada día. Ahora está especialmente emocionada con su participación en el Dcode Festival de Madrid, donde actuó el pasado 25 de junio, un evento en el que compartió cartel con grupos como The Ting Tings o Kasabian. “Es súper alimenticio para mí”, afirma entusiasmada. 

Su concierto fue muy bailable y electrónico, pero con alguna balada también, en la que desenchufa el ordenador y se queda a solas con la guitarra para mostrar su lado más introspectivo, provocando diferentes cambios en el estado de ánimo de sus seguidores. “Lo más importante para mí es que la energía que yo quiero plasmar con mis canciones llegue a la gente como algo verdadero y grato”, afirma. 

Mena considera que es precisamente en los conciertos donde se puede llevar a cabo el negocio de la música. “Yo nací artísticamente con la era digital, iTunes, Spotify..., por lo que jamás me sentí herida por las descargas. Nunca tuve un apego enorme por las ventas de discos”, dice. “Pero considero que es necesario que se legisle de alguna manera la forma en que la gente debiera descargar digitalmente los discos con precios asequibles”, añade la artista, antes de invitar a todos los chilenos que andan por España a conocer su música, “porque les puede acercar a las plazas de allá, al barrio Brasil y al barrio Yungay de Santiago de Chile”, donde Mena se crió, termina diciendo, con una pizca de nostalgia en la voz.

sábado, 13 de agosto de 2011

Entrevista al cineasta FARID FATMI


Farid Fatmi, el triunfo de transmitir la realidad delante y detrás de la cámara


Después de una dilatada trayectoria como actor, el marroquí Farid Fatmi acaba de ponerse detrás de la cámara para dirigir el que es su segundo cortometraje, Yo no soy yo

Recibe a  Sí en su casa, en pleno centro de Madrid. Suena una música clásica de fondo y se lía un cigarrillo para fumar tranquilo mientras habla de su trayectoria profesional y de sus anécdotas en España, que no son pocas, puesto que llegó hace ya casi tres décadas. 

“En 1982, España era el paraíso. Cuando llegué a Barajas, las azafatas eran amables, yo llamé a mi madre le dije: ¡la gente sonríe, qué majos!”, exclama con una carcajada sonora y sincera que inunda todo el espacio. 

De marino a actor 
Pero, antes de llegar a Madrid y descubrir que lo que quería hacer en su vida era interpretar, pasó una temporada en Cádiz, trabajando como marino. “Aun así, sabía que había algo dentro de mí que tenía que salir. De pequeño, en Alhucemas, soñaba con esas cosas que veía en las películas, una maravilla en comparación con la cutre calle y la cutre casa de entonces”, cuenta.  

Fue precisamente en su ciudad natal donde, gracias a las clases “de lujo” de Juan Román, aprendió a captar y 
transmitir sensibilidad, lo más importante para un artista, sea cual sea el ámbito en el que se desarrolle. 

“Cuando me mudé a Madrid me dije que al día siguiente iría al Café Gijón para triunfar. Pero tardé cinco 
años en entrar allí”, recuerda. Y es que su incursión en el mundo del cine fue de casualidad. 

Un comienzo ‘a lo grande’
“Un buena mañana, una pareja entró al bar donde yo trabajaba, y me invitó a participar en Bajando al moro, 
de Fernando Colomo”. Un comienzo aparentemente a lo grande, algo que refuta inmediatamente entre risas: 
“Era de extra, de espaldas y sin frase”. “Eso sí, después me apunté a una agencia y desde finales de los años 80 hasta 2001 hice casi todos los papeles de marroquí tanto en televisión como en cine”, asegura. 

Agradecido a Madrid
“A mí me ha formado la gente de Madrid. Me acogieron, me orientaron, me enseñaron todo lo que pudieron”, dice. Con el idioma nunca tuvo problema. En su Alhucemas hablaban en español, pero la enseñanza que recibió fue en francés. “Tengo un poco de complejo por mi acento”, dice, pero lo cierto es que el único que ostenta es el madrileño. 

Ha trabajado en series como  Los ladrones van a la oficina o Sin tetas no hay paraíso, y en películas como El 
oro de Moscú, Cosas que hacen que la vida valga la pena o Poniente, gracias a la cual ganó, en 2002, el premio al mejor actor en el Festival de Cine España de Toulouse. 

“He hecho mucha comedia, pero muchas veces son interpretaciones en las que solamente se explota el lado de la delincuencia, haciendo de sin papeles. De médico hasta ahora no he actuado”, remata gracioso, pero reflexiona un poco y añade: “Ahora hay más presencia, forma parte de la sociedad tener una amiga árabe, un compañero de trabajo árabe. Así que ahora es factible que haga de doctor en cualquier momento”.

El marroquí cuenta que la dirección le ha gustado desde pequeño, que iba germinándose dentro de él, pero considera que es más complicado y que hay que ir “paso a paso”. 

En 2004 dirigió su primer cortometraje, Dueñas y dueños, que “fue más un ejercicio de exploración, no ha ido a festivales”. Ahora acaba de presentar su segundo corto, Yo no soy yo, en el que habla de los estereotipos inmigrantes con un toque de humor ácido, pero lanzando un mensaje totalmente demoledor: si seguimos dejándonos llevar por clichés racistas, gente que vale muchísimo se va a marchar de España. 

“Ser cineasta no es sólo hacer películas para que triunfe el director, sino para transmitir algo, para que le llegue una parte de la realidad a los espectadores. Ése es el verdadero triunfo”, asegura.

Fatmi sigue actuando, le encanta. Pero ya anda metido en la dirección de su próximo corto,  Salsa de lágrimas. ¿Para cuándo el salto al largometraje? “Cuando me vea capaz y con confianza en mí mismo. Tengo proyectos en marcha”, sentencia misterioso, antes de despedirme de él con un abrazo de gratitud y decirle que, cuando gane el Goya, le llamaré para felicitarle en vivo y en directo. Lo ganará, seguro, antes o después.

  

martes, 9 de agosto de 2011

Entrevista al cantante REY RUIZ


EL 'BOMBÓN DE LA SALSA' QUE BEBE DEL AMOR COMO FUENTE INAGOTABLE

Tras casi dos décadas de carrera musical, el cubano Rey Ruiz sigue siendo el Bombón de la salsa que endulza la vida de sus fanáticos. Hoy, está tranquilo, y no es para menos, puesto que son 19 años ya los que lleva de trayectoria discográfica, desde que lanzó aquel  No me acostumbro, un éxito rotundo en toda Hispanoamérica que sigue sonando aún, como un clásico atemporal de la salsa.

“Es una fortuna llevar tanto tiempo cantando para el público”, dice el cubano, que ha estado recientemente por España tocando en directo, adonde llegó acompañado por un grupo de músicos internacional, entre ellos, venezolanos, dominicanos y ecuatorianos, lo que desmonta los argumentos de aquéllos que dicen que el multiculturalismo ha fracasado. “Lo hacemos lo mejor que podemos”, añade divertido el artista, avalado por numerosos premios internacionales. 

Desde aquellos inicios discográficos, instalado ya en Miami, le apodaron El bombón de la salsa, “un sobrenombre y un piropo” que le puso una locutora de la radio de Miami. 
“Parece que le gustaba mi música y parece que yo también”, recuerda, aunque reconoce que prefiere que le 
llamen simplemente Rey.  

Renacer en la diáspora
El salsero se crió en La Habana, escuchando música cubana. Pero cuando salió su primer disco, ya estaba instalado en Estados Unidos. “Durante un tiempo, estuve desconectado de la música de mi país y me mantuve 
más pendiente de lo que se hacía en Puerto Rico, que tenía una influencia mucho más importante sobre lo que 
yo hacía, imprescindible para seguir desarrollándome”, explica. 

“Cuando llegué a Miami, fue como volver a nacer. Dejé de estar en un país cerrado, en el que cosas de la 
vida cotidiana, como tomar una Coca-Cola, es algo especial”, dice.“¡Esta comida en Cuba hubiera sido memorable!”, exclama echando un vistazo a las delicias colombianas que hay sobre la mesa de La Fogata, el restaurante madrileño en el que me atiende: patacón relleno de gambas, una ensalada de aguacate, unas empanaditas de carne, un ajiaco, una bandeja paisa…

Eso sí, durante todos estos años ha mantenido un vínculo con Cuba que se refleja en su acento. “Si soy 
cubano, tengo que sonar cubano”, dice divertido. “Además, Miami es la provincia más al norte que tiene 
Cuba”, añade.

Pero, aunque regresó a la isla en septiembre de 2010 por primera vez desde que se marchó de allí, y disfrutó de unos días de vacaciones con su familia, en los que todo el mundo le trató muy bien, sabe que su futuro está en Estados Unidos, “porque en Cuba, con Raúl Castro, hay una continuidad política”, y él, donde se siente a gusto, es en Miami. Con todo, reconoce que le encantaría cantar en la isla. “¡Ojalá, estoy loco por tocar allá algún día!”, afirma.

Sus preferidas
El artista acaba de realizar una minigira de conciertos por varias ciudades de España, en la que, además de interpretar sus éxitos conocidos por todos, como El diablo anda suelto o Mi media mitad, ha cantado algunos 
de los temas incluidos en Mis preferidas, la última compilación discográfica en la que rescata piezas de sus discos que no fueron singles. 

“Mucha gente piensa que la canción que suena en la radio es la mejor, o mi favorita, pero eso no es siempre así, por lo que quería poner énfasis en estos temas que han pasado más inadvertidos”, explica. Canciones que han ido publicándose a lo largo de casi estas dos décadas en las que ha evolucionado como artista y como persona, a la par que su público, con el que siempre es amable. “Hagas lo que hagas en la vida, siempre maduras”, dice el salsero. 

Ahora, está preparando un nuevo álbum en el que incluirá canciones inéditas, aunque lo más probable es que hasta 2012 no vea la luz. En él, seguro seguirá cantando a la salsa, un ritmo que no pasa de moda. Y seguirá, también, dedicándole temas al amor. “La fórmula de cantarle al amor y al desamor es inagotable, siempre y cuando se haga actual, y va a seguir funcionando, por los siglos de los siglos”. Amén.

viernes, 5 de agosto de 2011

Mis canciones del mes de agosto

10. Rojas y Niña Pastori: Llorándole debajo del agua (-2)
Agosto se presenta con pocas novedades musicales, y me alejó aquí de las canciones del verano que me persiguen en las terrazas y las discotecas. Me sigue encantando esa manera de combinar los susurros y la potencia vocal de La Pastori. 


9. Javiera Mena: Yo no te pido la luna (-2)
Esta chilena versionó en su primer álbum este clásico de la música pop. Yo no te pido la luna, solo te pido el momento... Y es que hay veces que no podemos dar ni recibir nada más que lo que el presente nos permite, y es mejor no pensar en el futuro.


8. Lara Fabian: Perdere l'amore (N)
Hace unas semanas, una canción que publicó Vero en su blog me llevó a querer escuchar de nuevo esta canción, que me sigue poniendo los pelos de punta. Un tema en el que Lara Fabian está espléndida y en el que habla de alejarse de la persona amada cuando se es adulto, cuando se hace tarde, cuando entre los cabellos comienzan a parecer algunas canas, cuando en la cara aparecen algunas arrugas que antes no estaban. La canción te hace reflexionar si ha merecido la pena entregar tanto durante tantos años, y todo se destruye, y apenas queda nada de todo el tiempo junto. Cuesta incluso reprimir las lágrimas con esta interpretación. Se la dedico a Paola, que sé que le gusta.




7. Beyoncé: Best thing I never had (-1)
Si el mes pasado os presentaba la canción, os traigo hoy además el vídeo en el que Beyoncé aparece "vestida" de novia. Pensaba que la canción me conquistaría más, pero no consigue calarme del todo. ¿Os gusta a vosotros?




6. Vanesa Martín: Trampas (-5)
Después de conseguir el número 1 el mes pasado baja cinco puestos, pero es la sexta vez que aparece en mi lista de canciones del mes, lo que significa que lleva medio año sin parar de sonar en mi cabeza. Y es que describe tan bien sensaciones tan íntimas que no puedo dejar de escucharla. Me da pena tenerte y no tenerte, me da pena porque te busco entre la gente...  Si todavía no la habéis escuchado (delito tenéis, porque seis meses la llevo poniendo) es el momento, espero que os emocionéis tanto como yo con esta interpretación acústica, voz y guitarra... y sentimiento.



lunes, 1 de agosto de 2011

Protagonista del mes... Amy Winehouse


Se le apagó la voz... Víctima de su propia vida, de su propia historia. A Amy Winehouse le dejaba de latir el corazón, aquel que ya murió una vez en su vídeo Back to black, el pasado 23 de julio, en su casa de Londres, con tan sólo 27 años, la edad en la que murieron otras leyendas del rock como Janis Joplin o Kurt Cobain, Jimmy Hendrix o Jim Morrison. Pero Amy no era una rockera, sino una dama triste del soul, de un soul contemporáneo que ella trajo de nuevo, que vistió con un aire de choni del Bershka, con pañuelos rojos, con piercings sobre el labio, una eyeliner tan gruesa que rozaba la vulgaridad y un moño imposible. Una imagen llena de carácter, imposible de olvidar. 

Quizá Amy Winehouse no quería vivir más, quería ser leyenda, pero me da rabia que nos dejara tan poco, apenas dos discos, tan sólo uno de ellos con todo su esplendor. Frank, el primero, de ecos jazzísticos. Back to black, el segundo, de los mejores discos de toda una década, de todos los tiempos, que puso a todos de acuerdo, por su aire melancólico, por recibir la herencia de la gran Nina Simone, por  traer al presente un aire pasado. 

Y se apagó su soul con 27 años, porque con ese esplendor llegó también la droga, el alcohol, y cuanto más se acercaba al límite, cuanto más peso perdía, cuantos más escándalos daba, más desgarrada sonaba su voz, más profundo su lamento, un grito que pedía auxilio y que nadie supo dárselo. Amy se ahogó, todos dejaron que se ahogara. Por eso, cuando desperté de la siesta el pasado 23 de julio, la sorpresa estaba atenuada por el espectro que habíamos visto en los últimos tiempos. Porque Amy, la gran Amy Winehouse, la que en 2007 y 2008 se comía el mundo, no era más que una yonqui destrozada, y nadie podía salvarla ya, tan sólo la muerte habría de convertirla en leyenda. Y así ha sido.

He hablado poco de ella en CAJÓN DE HISTORIAS, la elegí como una de las Mejores Artistas de 2008 y elegí Back to Black como la mejor canción de la década. He hablado poco de ella, esperando a que resurgiera de sus cenizas, que sacara ese tercer disco que dicen que tenía acabado desde principios de año y que, ahora, seguramente, verá la luz. Estaba esperando a que volviera a brillar, pero ya sólo brillará su recuerdo agridulce.

Una noticia triste, tristísima la de su muerte. Este mes le rendiré desde aquí mi pequeño homenaje, para que su voz permanezca viva.