viernes, 29 de julio de 2011

ANTONIO LÓPEZ: Retrospectiva en el Museo Thyssen de Madrid


El museo Thyssen de Madrid inauguraba el pasado 28 de junio una exposición sobre la obra del pintor Antonio López (Tomelloso, 1936), uno de los artistas vivos con más relevancia en el arte contemporáneo.

La exposición comienza con una mirada a su obra más reciente, no sólo a su pintura, también a su escultura. Es un homenaje a Madrid, siempre a Madrid, la ciudad en la que ha vivido durante tantos años, pintando su luz, sus sombras y su señorío. Además de su angustia, de su ausencia de personas y de almas que producen una sensación de soledad urbana que acongoja y recoge en sus cuadros de la capital, de la Gran Vía a diferentes horas los más hermosos, y también otros (como Madrid desde Capitán Haya, del que ya hablé una vez en CAJÓN DE HISTORIAS, o Madrid desde la torre de bomberos de Vallecas, en la imagen) que son como una fotografía gigante, como una maqueta vista desde lejos.

Antonio López, de paciencia infinita, de meticulosidad extrema. Y de maestría, la maestría de un orfebre que saborea aquello que hace y lo extiende en el tiempo sin perder ni un ápice de entusiasmo.

En su obra escultórica estudia el cuerpo humano, representa la figura humana con absoluta precisión, como en Hombre y mujer, u Hombre tumbado, donde la tensión en la parte superior (las venas marcadas del cuello, los hombros cargados) contrasta con lo relajado del pene, las piernas y los pies.

Y la visita continúa con un viaje en el tiempo, con aquellas obras de los años sesenta y setenta del siglo XX, en los que nos muestra diferentes partes de la casa (algunos dibujos a lápiz no tienen desperdicio), a veces partes impúdicas y sucias y vulgares, elevadas gracias a él a la categoría de arte.

Podría decir mucho más de esta exposición que es el resultado de una vida de trabajo (como todas las vidas en realidad, dedicadas en su mayor parte al trabajo...), podría hablar de los membrillos, de las flores o de las cabezas, de los retratos a su esposa Mari, pero creo que lo mejor es que os acerquéis al Thyssen y disfrutéis de Antonio López, porque merece la pena, de verdad. Estará hasta el 25 de Septiembre.

martes, 26 de julio de 2011

LO QUE ESCONDE TU NOMBRE, de Clara Sánchez


Una de los best-sellers españoles del año pasado, Lo que esconde tu nombre es un producto literario ejecutado para ese fin: convertirse en un fenómeno de masas. Con una campaña de marketing gigante, impulsada por un Premio Nadal, nadie en la Editorial Destino tenía dudas de las buenos resultados que obtendrían. Y así fue.

Dos personajes principales, aparentemente paralelos, cuentan sus historias en primera persona: Julián, un anciano que viaja desde Buenos Aires para dar caza a unos nazis (sí, como lo leen…) y Sandra, una joven embarazada que escapa de la ciudad para reencontrarse con ella misma y decidir qué hacer con su vida. El destino les cruza y les pone de por medio una aventura que se prevé, cuanto menos, interesante, de la mano de otros dos ancianos noruegos, los Christensen, los antiguos nazis, ahora dos ancianitos “inocentes”.

Sin embargo, he de decir que a la novela le falta sentimiento, una tara demasiado grave, demasiado insalvable. Se lee rápido. El estilo de Clara Sánchez no ha terminado de convencerme, sin llegar nunca a desagradarme, el cambio de registro es evidente, pero no entraña una complejidad narrativa, más bien denota una simpleza que llega a ser infantiloide.

Los personajes no terminan de conquistarme tampoco, como si hubiera algo en ellos que hace que no termines nunca de fiarte, de entregarte, al menos eso me ocurría con Julián, el anciano protagonista, al que quise querer y no pude. Con Sandra fue diferente, demasiado niña para ser mujer, demasiado tonta desde el principio, carente de gracia, de carisma y de luces. Hay algunos momentos de brillo en todos ellos, también en los Christensen, pasajes breves de una calidad superior, pero el regusto que queda es de flojedad y simpleza.

Y lees, y lees, y sigues leyendo y acabas la novela en un santiamén y te das cuenta de que la olvidarás pronto porque, a pesar de un argumento que podría haberla convertido en una pesadilla terrorífica y angustiante, que podría haber despertado inquietudes y miedos, fracasa en su intento y se convierte en una obra demasiado plana, con algunas partes huecas, previsible y carente de emociones.

Con todo, quiero dejar claro que no es una mala novela. Tampoco una buena novela. Simplemente una obra que si cae en tus manos puedes leer, entretenerte y desechar. Un libro de usar y tirar del que extraer poquísimo. Eso no quiere decir que no lo recomiende, simplemente considero oportuno advertir al lector potencial de ello, y seguro que hay lectores que, en determinados momentos, lo que buscan es una novela como esta, un best-seller entretenido y nada más. 


domingo, 24 de julio de 2011

Bandas Sonoras #3#: EL GUARDAESPALDAS, de Whitney Houston


Este álbum fue uno de los primeros que me compré. Recuerdo ahorrar dinero y pedir a mi madre que me llevara hasta la tienda de discos (al extinto Madrid Rock) para comprarme este CD que me costaría, ¿cuánto? ¿1.000 pesetillas?

Whitney Houston en 1992 vivía su época dorada, nunca antes había brillado tanto y nunca tanto brilló después, a pesar del éxito siempre cosechado hasta que las drogas le rompieron la voz. Con El guardaespaldas protagonizaba una película de amor que gustó a casi todos y que se ha convertido en uno de los clásicos del género romántico de los años 90 del siglo XX.

Y la Banda Sonora, la que traigo hoy a CAJÓN DE HISTORIAS, uno de sus mejores discos. Incluye 12 temas, seis de los cuales son cantados por la propia Whitney. Y, entre ellos, alguna balada inolvidable, como I have nothing o Run to you, ambas nominadas al Oscar como Mejor Canción Original.

Pero, sobre todo, este álbum contiene el buque insignia de la artista: I will always love you. Una canción que Whitney hizo mítica a pesar de que se trata de una versión de Dolly Parton. Pero es en la voz de Whitney en la que alcanzó todo su esplendor. El tema se mantuvo durante 14 semanas en el Número 1 de Estados Unidos, un puesto que alcanzó en, al menos, 30 países, y la Banda Sonora ha vendido más de 48 millones de copias en todo el mundo.

I will always love you es una canción que trata sobre una despedida, la más triste de todas porque es una despedida cargada de amor, y eso siempre duele más. Porque duele saber que te marchas, pero pensarás en la persona amada a cada paso que des. 

Maravillosa "hecatombe" final la de esta canción, con ese ¡pum! que tantos buenos momentos de amistad me ha hecho pasar. 

I hope life treats you kind, 
and I hope you have all you dreamed of...
And I wish to you joy and happiness,
But above all this, I wish to you love.. 

(Espero que la vida te trate bien,
y espero que tengas todo lo que soñaste,
Y te deseo alegría y felicidad,
pero por encima de todo esto, te deseo amor...)



jueves, 21 de julio de 2011

METAFÍSICA DE LOS TUBOS, de Amélie Nothomb

Vuelvo a las novelas autobiográficas de Nothomb y también al francés, después del desencanto que me produjo Antichrista. En Metafísica de los tubos la autora nos lleva de nuevo a Japón y, desde su nacimiento, relata los hechos de su más tierna infancia hasta los tres años. ¿Cuánto hay real y cuánto imaginado en esta novela? ¿Realmente recuerda Amélie los sucesos que cuenta o son más producto de su imaginación? No lo sé, y dudo que mucho de lo que cuenta sea real, pero es cierto que vuelve a demostrar una lucidez pasmosa, tal y como ocurriera en Estupor y temblores y en Ni de Eva ni de Adán.

La autora vuelve a hacer referencia a la religión y la Biblia, como en las otras, y cuenta como, desde el nacimiento, se autoproclama Dios. Y Dios opta por ser también un tubo, un tubo digestivo inerte que sólo puede comer, digerir, pero sin capacidad de comunicarse, reír, llorar o moverse. De ahí el título de la obra. Y hablando del título: me planteo que se le debió pasar por la cabeza a Nothomb para titular así esta novela: Metafísica de los tubos. Siendo una escritora consagrada, puede permitirse el “lujo” de poner el nombre que desee, sabedora de que no le irá mal. Pero, si hubiera sido su primera novela, ¿no os parece un título, quizá, poco apropiado? A mí, al menos, sí me lo parece, me da la impresión de que la palabra “metafísica” asusta e incluso espanta, y a Nothomb le gusta mucho utilizarla en sus novelas. Lo que está claro es que no deja indiferente a nadie.

Volviendo al argumento, Dios descubre, a los dos años y medio y de manos de su abuela, el placer (gracias a una onza de chocolate) lo que le hace despertar de su estado vegetativo y convertirse en una niña con plenas facultades.

Amélie Nothomb vuelve a elegir una fotografía suya para la portada (como decía Eva de La historia en mis libros, un poco diva, ¿no?) pero esta vez es una fotografía de su niñez, totalmente entrañable. 

Con el estilo sencillo y ligero que le caracteriza, con el humor ácido que impregna su obra –y por extensión, su vida, podríamos afirmar- Metafísica de los tubos es una novelita graciosa, con algunos pasajes muy agradables y en la que nos vuelve a acercar a Japón, haciendo hincapié en las diferencias culturales, en el racismo y el odio que durante esos años sesenta todavía estaba pegando en la piel de muchos nipones. Y nos regala con dulzura un relato de la infancia en el que profundiza sobre la religión, sobre el lenguaje y sobre la vida y la muerte. Recomendable. 

martes, 19 de julio de 2011

Concierto de VANESA MARTÍN en Fuengirola (Málaga) + ARRÁNCAME (letra y video)

 

El mes de febrero fui al concierto en el Teatro de Madrid que ofrecía Vanesa Martín. La casualidad, el destino, no lo sé, quiso que precisamente los días que he ido a Málaga (voy desde hace años, es casi como un ritual: sin "Málaga bendita" no hay verano) la cantante actuara allí con motivo de las fiestas del Carmen. Y no me lo podía perder. No podía porque la primera vez que la vi en directo fue espectacular, porque quería verla esta vez al aire libre (nada tienen que ver los conciertos en teatros y pagando y aquellos al aire libre y gratis) y, por qué no decirlo, porque "necesitaba" escuchar de nuevo Arráncame, uno de los temas que irán en su próximo disco, que ya cantó en el otro concierto y nos pidió que por favor no publicáramos el vídeo en YouTube, algo que ha sido respetado durante meses.

Antes de ella, actúo una orquesta que tocó canciones conocidas por todos. Después salió Vanesa Martín para darme cuenta de que hay artistas con muchísimo carisma, que llenan el espacio, que con su forma de cantar, con su manera de animar al público y con su entrega consiguen una calidad al alcance de pocos. Y, en este segundo concierto, he podido comprobar que Martín es de esas cantantes que ganan en directo, que su voz adquiere una fuerza y sentimiento que a veces se diluye en los discos. 

Dio un repaso a su álbum Trampas y cantó alguna de las canciones de Agua, su primer disco. Y, sobre todo, presentó Arráncame, consiguiendo dejar al público mudo, por la descarga de emociones. Ella misma ha puesto el enlace del vídeo, que comparto ahora con vosotros y espero que lo disfrutéis. A mí me encanta. Gracias Vanesa por tu buen hacer, por tus letras que forman parte de mi vida, porque ya he dicho en alguna ocasión que has conseguido contar y cantar parte de lo que he sentido, gracias por tu simpatía y, sobre todo, gracias por tu música. 

Lo que empecé a vivir en primavera,
me di cuenta de lo que era
ayer mientras me despedía.
Cerré los ojos y al tragar saliva,
aquel nombre se me iba
como espuma de cerveza.

Ay, pasan,
los coches pasan
con sus historias.
La vida queda en las casas
y en la memoria.


La libertad que yo probé contigo,
–no hay vergüenza, te lo digo–
era lo que más me frenaba.
Por miedo a no saber corresponderte.
Qué bueno nacer valiente,
cómo afrontas lo que pasa.

Arráncame
la piel a tiras porque sé
pasaste por mi lado y no te supe, no te supe ver.
Arráncame y enrédate conmigo,
y rómpeme el vestido,
cansemos hasta los amaneceres.

Me desperté con el sol en la cara
y las arrugas de mi cama
eran las que más me pedían...
Entre revistas y algún que otro diario,
retrasé mi calendario
para ver si así volvías.



lunes, 18 de julio de 2011

Obras maestras #2#: LA VIDA ES BELLA, de Roberto Benigni


Esta es una historia sencilla, pero no es fácil de contar. Como en una fábula hay dolor, y como una fábula está llena de maravillas y felicidad.

Hace unas semanas conocíamos la noticia del fallecimiento de Romeo Salmoni, el judío que inspiró la historia de La vida es bella, una de las mejores películas de todos los tiempos, con un Roberto Benigni en estado de gracia.

La película cuenta el esfuerzo de Guido para conquistar a Dora (Nicoletta Braschi), y después, internados en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial, para que su hijo no se de cuenta de la horrible situación real y crea que todo se trata de un juego de niños. Y jugando con la risa, bailando entre la comedia y el drama, el filme consigue despertar las emociones más sinceras en el espectador, provocar sus risas mientras las lágrimas espesas e inevitables caen de sus ojos.

Aquellos que no sepan apreciarla deben ser monstruos.

Multipremiada, se hizo con nueve premios David de Donatello, dos premios del Cine Europeo, el Gran Premio del Jurado en Cannes, el Bafta inglés al Mejor Actor, el César francés y el Goya español como Mejor Película Extranjera y Europea respectivamente, y es ganadora de tres premios Oscars (Mejor Película de Habla no Inglesa, Banda Sonora y, atención, Mejor actor para Benigni), recibiendo el primero de manos de Sofía Loren, en uno de esos momentos inolvidables que nos ha regalado una ceremonia de los Oscars:


Una fábula llena de ternura que inunda tu cuerpo, que se te mete por los poros de la piel y permanece dentro por mucho que pase el tiempo, convirtiéndose en una de esas películas imprescindibles, que obligan a dar las gracias a Roberto Benigni por haberla escrito, dirigido y protagonizado, por haber parido esta OBRA MAESTRA con mayúsculas.

La vida es bella es todo un canto a la vida, al amor profundo por una mujer y por un hijo, intensificado por el peor de los dramas posibles, La vida es bella un canto a la esperanza. De principio a fin, mágica y maravillosa.

viernes, 15 de julio de 2011

ANTICRHISTA, de Amélie Nothomb


Tercera novela que leo de la protagonista del mes, la primera que lo hago en castellano y la primera también que no es autobiográfica, tras Estupor y temblores y Ni de Eva ni de Adán. Diré además que, hasta la fecha, es la que menos me ha gustado de la autora.

En Antichrista nos cuenta la relación de "amistad" entre dos jóvenes universitarias y superdotadas de 16 años, Blanche (la narradora) y Christa. La primera es una chica tímida, introvertida, sin amigos. La segunda es todo lo contrario, popular, elocuente. Entre ellas nace una relación que ya desde el primer momento, disfrazada de amistad, se prevé como un paso previo a la esclavitud y en la que se cometen abusos psicológicos y físicos (el pasaje en el que obliga a Blanche a desnudarse carece, para mí, de fuerza alguna), en la que se explora la dependencia y la necesidad de dominar. 
Nothomb firma una novela fácil de leer, sencilla y breve, que no consigue despertar las sonrisas ácidas que impregnan sus novelas autobiográficas. Perfila bien los personajes: protagonista y antagonista están bien definidas, sí, pero son tan adolescentes e incapaces de provocar empatía en el lector, que todo lo ve ajeno, sin implicarse en lo que ocurre. Un lector adulto puede incluso pensar que todo el drama de Blanche es absolutamente ridículo, que no tiene sentido que algo así ocurra en realidad, que los padres son padres a pesar de todo, lo que implica que, en una situación así, defenderían a su hija, al menos le darían opción a exponer sus argumentos. En las obras que he leído de ella los personajes siempre están llevados al extremo, pero en otras consigue hacer triunfar la credibilidad que aquí fracasa. 

Quiero aclarar que es cierto que en la vida real hay personas como Christa, que necesitan sentirse superiores humillando a los demás, personas sin carisma alguno, llenas de complejos, por las que es relativamente fácil sentirse embaucado en un primer momento, bloqueado después para dejar paso a una situación que desnuda al humillante y lo convierte en humillado. Pero en Antichrista no consigues sentir nada, simplemente lees y avanzas. Tan sólo la frase final entraña un valor, pero una frase no consigue salvar una obra entera. 
Leerla en español me ha llevado a encontrarme además con algunas notas del traductor, debido a que hay juegos de palabras que ha sido incapaz de traducir, lo que me parece un fracaso. Y también quiero aclarar que algunas expresiones repetidas hasta la saciedad en una obra tan breve me han resultado agotadoras, como el hecho de que continuamente llame a su padre "el autor de mis días".

En definitiva, una obra breve que se lee prácticamente de un tirón (es imposible dejarla a medias, y eso dice mucho a su favor, a pesar de todo) pero que os podéis ahorrar y leer otras de las novelas de Amélie Nothomb que, si bien no son obras maestras, su humor y su cinismo elevan hasta un nivel más que aceptable y totalmente recomendable. 

miércoles, 13 de julio de 2011

PRIMOS, de Daniel Sánchez Arévalo


El director y guionista Daniel Sánchez Arévalo continúa su evolución desde el drama hacia la comedia con Primos, su tercer largometraje tras el drama AzulOscuroCasiNegro y la tragicómica Gordos

En esta, vuelve a contar con algunos de sus actores fetiche: Quim Gutiérrez, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre. Un apunte: los tres han ganado el Goya gracias a una película de Sánchez Arévalo, lo que no hace más que confirmar la capacidad de este director para sacar lo mejor de sus actores. Y es que, por histriónicos que puedan parecer sus personajes, siempre consigue una naturalidad y una credibilidad asombrosa. 

 Primos comienza con un maravilloso monólogo de Diego (Quim Gutiérrez), al que su novia ha dejado justo antes de la boda. Esa situación motiva a sus primos, el chulo Julián y el traumatizado José Miguel (Raúl Arévalo y Adrián Lastra) a viajar hasta Comillas, el pueblo donde pasaron los veranos de su infancia y adolescencia, para reencontrarse con Martina (Inma Cuesta), el primer amor de Diego.

Allí se sucederán una serie de situaciones cómicas, pero Sánchez Arévalo es capaz de despertar la carcajada en el espectador renunciado a la parodia absurda o a lo grotesco, y su humor es bastante limpio, a veces algo disparatado, pero, sobre todo, digno, capaz de gustar a todos. Además, Primos tiene un trasfondo que invita a reflexionar sobre las relaciones sentimentales, sobre los lazos que se crean entre las parejas desvirtuando la realidad del amor y fomentando el acomodo o la esclavitud, incluso. Y también se habla de las relaciones familiares, de cuando estas se convierten en un apoyo esencial para el desarrollo vital de la persona, cuando son, ante todo, una amistad. 

Los actores están todos espléndidos, veraces, más los masculinos que los femeninos, pero Inma Cuesta (no se olviden de este nombre porque va a dar que hablar este año, seguro, la hemos visto en la televisión, la hemos visto en el teatro, y la vamos a ver mucho, a partir de ahora, en el cine) es uno de esos personajes que enamoran desde la sencillez, y Clara Lago sigue consolidándose como actriz con cada papel (esperemos que no eche a perder una carrera que apunta alto...)

Y, al monólogo inicial en la iglesia, hay que sumar la escena grandiosa en la que los primos interpretan una canción de los Back Street Boys, que no tiene desperdicio.

Primos se estrenó en cines a principios de 2011, lo que limita sus posibilidades para los próximos Premios Goya, mermadas además por tratarse de una comedia, pero es posible que consiga colarse en alguna categoría interpretativa, Raúl Arévalo y Antonio de la Torre son muy queridos por los académicos, y podría ser que incluso Adrián Lastra fuera seleccionado como Mejor Actor Revelación, si obvian su trabajo en Fuga de cerebros (todo es posible, señores).

En definitiva, una película muy amable que, aunque no pasará a los anales del cine español, sí consigue una efectividad y una calidad cinematográfica digna de las grandes comedias. ¡Enorme bravo para Daniel Sánchez Arévalo!

lunes, 11 de julio de 2011

200 veces GRACIAS! ¡LUZ DE LIBERTAD PARA CELEBRARLO!


¡GRACIAS a los 200 que os habéis animado a hacer click en "Seguir"! 

Para celebrarlo, quiero sortear un ejemplar dedicado de Luz de libertad, para que alguno de los internautas que pasan por aquí, amantes de la lectura casi todos, pueda leerla también. 


¡¡Os pido a todos vuestra colaboración para que el mayor número de personas se entere del sorteo y participe!! ¡¡Es muy fácil!!



Bases del concurso:
  • Puede participar todo el mundo residente en España. (Si ya has leído la novela te animo a participar igualmente, puede ser un bonito regalo). No es válido para participantes residentes fuera de España.

  • Para participar tienes que escribir un comentario en esta entrada que empiece de la siguiente manera "Yo también quiero mi Luz de libertad porque..." y a continuación puedes escribir lo que quieras.

  • Tienes que ser o hacerte seguidor del blog. Indispensable.

  • Tienes que envíar una copia del comentario a la siguiente dirección de e-mail: ismaelcruceta@gmail.com

  • A cada participante se le asignará un número de participación. A los comentaristas habituales (Actualización: mínimo 10 comentarios hasta la fecha de publicación de esta entrada) se les otorgará cuatro participaciones extras. 

  • La fecha límite para participar es el 15/08/2010 a las 23:59 horas. Se elegirá el ganador mediante random.org . Se comprobará que el ganador cumple el único requisito de ser seguidor. Si no se procederá a hacer el sorteo de nuevo.
¡¡BUENA SUERTE y MUCHAS GRACIAS!!

sábado, 9 de julio de 2011

NI DE EVA NI DE ADÁN, de Amélie Nothomb



La escritora belga nos vuelve a llevar de viaje hasta Japón en esta novela en la que relata sus aventuras en el país nipón y se centra, sobre todo, en su relación de “amor” con Rinri.

Cuando la joven Amélie llega a Japón en 1989 pone un anuncio para impartir clases particulares de francés y mejorar así también su nivel de japonés. Rápidamente responde el delgado Rinri, con el que rápido entabla una relación de amistad-amor muy peculiar. Sientes que él la ama “a la japonesa”, que parece una forma de amar comedida, y que ella se siente a gusto a su lado, cómoda. Y su relación fluye, aunque ella no sea capaz de responderle con un amor extremadamente intenso, algo que además, me hace plantearme que hubiera contrariado al muchacho, le hubiera desbocado.

La obra resulta de lo más divertida por el choque cultural entre ambos, porque sus concepciones vitales y sentimentales divergen y es difícil llegar a un punto común que perpetúe su relación.

Amélie explota la capacidad para reírse de sí misma, lo que provoca la risa en el lector. Y es que algunos de los pasajes son especialmente divertidos, como el de la ascensión al monte Fuji, o la cena con los amigos de Rinri (maravillosa). O el comentario que le hace la madre de “su chico”, que me provocó una carcajada: “No ves que con esa cara jamás podrás ser elegante”.

También me han encantado las progresiones en francés que hace el joven: desde su “ourrrrhhhh” para pronunciar “Oeuf” [œf], hasta el momento en el que aprende a utilizar la expresión Sacré, que se utiliza normalmente para mostrar admiración hacia una persona, y el chico no puede parar de usarla en cada momento. 

Escrito en primera persona y con la fluidez pasmosa de su pluma, hace fácil lo complejo, conquistando a buena parte de los lectores, tanto que es difícil encontrar palabras negativas hacia su obra. Yo diré una: nada de lo que he leído hasta ahora de ella me ha parecido una obra maestra de la Literatura Universal. 

Pero no creo que ella tampoco lo pretenda, sino que sus libros están cargados de una ligereza que entraña mucho más de lo que a primera vista puede extraer el lector, y Nothomb, desde la hilaridad, reflexiona sobre los choques culturales y habla con un profundo amor de las costumbres de Japón, país al que es fácil transportarse entre sus líneas.

Una novelita autobiográfica que me hace pensar que la vida que ha tenido Nothomb es muy novelable, que su propia vida y su carácter extravagante y fresco le llevaban a dedicarse a la literatura. Eso, o lo que es mejor aún, es capaz de hacernos creer su histriónica biografía cuando en realidad muchas de las anécdotas no son más que producto de su imaginación. Puede que nunca lo sepamos.

En definitiva, una lectura de lo más recomendable para pasar un rato divertido, sin pretensiones, sobre todo ahora en verano, que parece que las lecturas más apetecibles son aquellas cargadas de ligereza e ironía y humor. Una obra para disfrutar, simplemente, del placer de la lectura. ¡Sacré Amélie!

jueves, 7 de julio de 2011

MORTAL Y ROSA, de Francisco Umbral


Para muchos, Mortal y rosa es la obra capital de Francisco Umbral. Es una novela intimista, lírica y terriblemente dramática.

Más que un argumento en sí, Umbral describe con maestría una serie de sensaciones, unos estados de ánimo absolutamente demoledores que llevan al lector a descubrir que de lo que realmente está hablando es de la muerte de su hijo. Porque Umbral perdió a su hijo de seis años que padecía leucemia. Más que un “argumento novelístico”, estamos ante el diario personal de la que probablemente fue la etapa más dura de la vida del escritor.

Umbral habla del cuerpo, habla de los sentidos y del paso del tiempo, de la juventud y de las canas. Habla del sexo y de dios. Y del fin de la vida, del profundo dolor pegado a su cuerpo irremediablemente.

Pero también es esta una obra hecha de silencios y de espacios en blanco, algo que muy pocos autores se atreven a hacer y ninguno de los que he leído hasta ahora lo hace tan deliberadamente y tan bien, dando la misma importancia a la palabra que al silencio, al espacio en blanco que supone el respiro necesario para el lector.

Si hace unos días hablaba de la película Rabbit Hole, en la que los hechos son similares (afrontar la pérdida de un hijo), las premisas son diferentes, puesto que en el filme la muerte es accidental y brusca. Y aquí, se va cociendo a fuego lento por la enfermedad, carcomiendo las entrañas y la alegría y también la vida, no sólo del niño, sino también del padre. Y cada palabra es punzante, tanto que se desprende a la vez una hermosura sincera y dañina.

Porque de grandes dolores nacen grandes obras, he escrito aquí alguna vez, y el daño aquí es tan palpable que Mortal y rosa es una poesía en su totalidad y parece estar escrita más como un ejercicio de canalización del dolor que como una obra destinada a un público lector, porque llegas a sentir que, en cada una de las palabras leídas, estás entrometiéndote en la intimidad de un hombre destrozado que no quiere seguir viviendo más, por ser tan grande el sufrimiento que padece, tan profundo.

Porque si en otras obras, como en Paula de Isabel Allende, la muerte cercana de la hija que se presiente desde la primera página es todo un canto a la vida, el último regalo de una madre, y el drama por eso no es menor, sino simplemente más llevadero para los lectores, que sienten la muerte igual, sí, pero también las alegrías de una vida, en Mortal y rosa, la sensación es escalofriante y no deja lugar a ningún sentimiento blanco.

Y, con todo, a pesar del profundo drama, del profundo dolor, es una obra conmovedora en la que, en cada palabra y en cada silencio, se destila un enorme amor, el amor de un padre por un hijo, el amor más grande invade el  mundo. 

martes, 5 de julio de 2011

Mis canciones del mes de Julio

10. Bebe: Tu silencio (N)
Rescato hoy mi canción favorita de Bebe, incluida en su primer álbum, Pafuera telarañas. Me gusta por lo que dice y por la sensibilidad con la que lo dice. Esta actuación, en particular, que he visto tantas veces me sigue emocionando, quizá sea por ver a la cantante, que esta preparando su tercer disco, emocionarse tanto también, hasta el punto de no poder reprimir las lágrimas.



9. Russian Red: I hate you but I love you (-6)
Lourdes Hernández, que tanto ha dado de qué hablar en los últimos días y no precisamente con su música, se desploma en mi lista pero espero seguir su segundo disco, que me parece precioso pero que he escuchado poco.



8. Rojas y Niña Pastori: Llorándole debajo del agua (N)
A pesar de que no es nueva, no conocía este dueto entre Rojas y Niña Pastori, una canción que me ha resultado adictiva, y que equilibra los susurros con la potencia vocal de La Pastori. Es que siento que me ahogo en todo los lugares, y ahora dime por qué lloro y mis lágrimas no salen...  



7. Javiera Mena: Yo no te pido la luna (N)
Javiera Mena es una artista chilena a la que tuve la oportunidad de entrevistar hace unas semanas durante su estancia en Madrid con motivo de, entre otras cosas, su actuación en el Dcode Festival. Aunque ha publicado un segundo disco, os dejo este clásico que versionó en su álbum debut. Un tema fresco, divertido y real como la vida misma: Yo no te pido la luna, sólo te pido el momento...



6. Beyoncé: Best thing I  never had (N)
Segundo single del nuevo disco de Beyoncé, que os presenté la semana pasada. Un tema que va gustando cada vez más a cada escucha...


domingo, 3 de julio de 2011

Entrevista al escritor JUAN GABRIEL VÁSQUEZ

Hace unas semanas tuve la oportunidad de entrevistar, para el periódico Sí Se Puede, al escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, ganador del último Premio Alfaguara de Novela. 

Os dejo el artículo, espero que os guste.


El colombiano presenta 'El ruido de las cosas al caer', Premio Alfaguara de Novela 2011.

“La violencia y vulnerabilidad con las que llevaba conviviendo 15 años me hicieron fácil abandonar Colombia”

Ismael Cruceta

El premio Alfaguara le ha servido al escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez para consolidarse como una de las voces narrativas más interesantes del panorama literario internacional.

Este galardón le ha llegado gracias a su nueva novela, El ruido de las cosas al caer, una obra intimista, en la que ha impregnado el miedo de toda una generación, la suya, la que creció con la incertidumbre de saber que, en cualquier momento, podrían acabar con tu vida o con la de alguien querido por el hecho de estar, simplemente, en el lugar inadecuado. La generación que creció a la vez que el negocio de tráfico de drogas en Colombia, una guerra que ha marcado la vida política y social del país sudamericano durante las últimas décadas y que, ahora, parece que comienza a ver la luz al fondo del largo túnel.

“Esta novela está ambientada en la Colombia de los años 90 y hace referencia a los años 70 y 80, donde el terrorismo utilizaba la eliminación de civiles para intentar presionar al Gobierno y modificar algunas leyes, como la ley de extradición”, dice Vásquez.

“Sobre los asesinatos y los atentados hay una parte historiográfica que se puede consultar en archivos, en hemerotecas. Pero en ninguna parte constan las emociones, la manera en la que estos hechos nos afectaron íntimamente”, explica el escritor. Sobre esto trata El ruido de las cosas al caer, que han acogido muy bien en Colombia, y a la que el autor considera su novela “más internacional”.

“Me he topado con situaciones que están muy presentes en el subconsciente de todos, especialmente de los españoles que vivieron la década de mayor actividad de la banda terrorista ETA”.

Juan Gabriel Vásquez salió de su Bogotá natal para poder ser escritor, para crecer en un mundo literario en el que es tan complicado hacerse un hueco y mantenerlo.

“Yo estaba estudiando derecho en Bogotá, cuando comprendí que lo mío era la literatura, era una obsesión que me estaba devorando y quería hacer de ella el centro de mi vida”, recuerda.

“La literatura es una actividad que no permite ser compartida, incluso si para ello tienes que abandonar tu país. En mi caso, lo más difícil fue renunciar a la certidumbre”, dice Vásquez, hijo de abogados, que no seguiría un cómodo destino que le llevaría a dedicarse a la profesión de sus padres. “Lo que me hizo fácil marcharme de Bogotá fue la violencia y la vulnerabilidad con la que llevaba conviviendo 15 años”.


Barcelona, su otra casa
Barcelona le ofreció la oportunidad de vivir de la literatura, donde vive desde hace 12 años después de una temporada en Francia y Bélgica, porque la capital catalana se convirtió a finales del siglo XX y principios del XXI en una ciudad de escritores, como lo fuera París anteriormente, parada obligatoria para autores como Mario Vargas Llosa o Gabriel García Márquez. Del peruano Vargas Llosa señala precisamente que fue muy importante para él en el momento en el que decidía que dejaría su país.

“Los barceloneses no son gente abierta por definición y eso para mí es una gran virtud. Allí he construido grandes amistades y la gente se ha portado muy bien conmigo, pero hay una prudencia que es muy útil porque la gente te deja un espacio privado, necesario para un escritor”, dice.

Ese espacio privado y esa distancia geográfica y temporal de Colombia le llevo a descubrir que no entender su país era la mejor razón para escribir sobre él, porque considera que la novela “es un acto de averiguación”.

“La posibilidad de escribir sobre mi país me la dio el haberme ido. Colombia es un lugar lleno de zonas oscuras, como todos nuestros países hispanoamericanos, lleno de tensiones no resueltas”, dice a Sí el autor, que ha decidido llamar a una de las partes de la novela Somos todos escapados, haciendo referencia al hastío que sentía la estadounidense Elaine Fritts, una de las protagonistas de la obra, por su país natal, y que le llevó a abandonarlo e instalarse en Colombia, un símil con el hastío que llegó a sentir Vásquez en su momento.


Y aunque esta novela puede parecer dura e incluso llega a destacar por la crudeza de algunas situaciones, en ella se respira un amor por Bogotá, un enorme vínculo, a pesar de todo, entre el autor y la ciudad en la que creció.  “No se escribe una novela entera sobre algo que no te interesa”, sentencia. 

viernes, 1 de julio de 2011

Protagonista del mes... Amélie Nothomb


Parece que la vida y el destino de Amélie Nothomb le obligaban a ser escritora. Nacida en Japón, su padre es diplomático, lo que la llevó a vivir, además de en el país del sol naciente, en China, Laos, Bangladesh, Estados Unidos, Birmania y Bélgica, su nación. Todas estas experiencias vitales, sumadas a su finísimo sentido del humor, a su ironía mordaz y casi cínica, le han convertido en una de las escritoras en lengua francesa más queridas y respetadas.

Trabajadora infatigable, ha publicado una novela por año desde 1992, muchas de ellas autobiográficas (de hecho, aparece fotografíada en la mayoría de sus libros), relatando sus aventuras y sus experiencias, estableciendo una conexión con su público lector que se le ha declarado fiel y entusiasta, y cuenta con un gran apoyo de la comunidad blogger. Pocos son los internautas que no han leído y reseñado nada de Nothomb. Y es que consigue con su vocabulario preciso una empatía que, desde la complejidad, resulta pasmosamente fácil de leer. Y eso es bueno.

He decidido convertirla en protagonista de Julio porque creo que sus libros se caracterizan por una ligereza muy adecuada para el verano, pero que, a la vez, entrañan una gran profundidad. Combinan lo ameno y la inteligencia,  algo que me gusta.

Entre sus obras más destacadas se encuentra Estupor y temblores, por la que recibió el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 2004, y que está reseñada en CAJÓN DE HISTORIAS. Un retrato agridulce de la vida empresarial japonesa, a veces deningrante, a veces esclavizante, pero, sobre todo, hilarante y esperpéntica. Una obra que me gusta recomendar.

Acabo de leer también una de sus novelas más aplaudidas, Ni de Eva ni de Adán, cuya reseña publicaré en los próximos días, y también Antichrista, pero quería que me ayudaseis a elegir otra(s) de sus obras para leer este mes de Julio, en el que he decidido que sea ella la protagonista. ¿Cuál me recomendáis?