La cantante Béatrice Martin regresa al primer plano de la escena musical con un segundo álbum titulado Blonde, en el que sigue conformando su personalidad artística que dio a conocer al mundo hace unos tres años, cuando presentó su primer álbum, que tenía el nombre que ha decidido llevar ella misma como artista: Coeur de pirate.
En relación al primero, Blonde es un álbum más alegre, que se abre con una canción cantada por un grupo de niños coristas que lleva por título Lève les voiles, que viene a significar "eleva las alas", lo que sin duda es una buena muestra de lo que vamos a encontrar después, un ejercicio de creatividad musical con el que Coeur de pirate parece querer alejarse de los límites terrenales para explorar en el fondo de su alma nuevas letras, nuevos acordes, y que parece al mismo tiempo un homenaje a la música de otro tiempo. Y aunque decía que Blonde es más alegre, es cierto que no abandona las canciones tristes en las que no hace falta más que el sonido de su voz y de su piano.
A la mencionada introducción del álbum le sigue Adieu, el tema que ha escogido como primer single, una canción de aire retro, como la mayoría de este álbum, que suena a años 60, con ecos de twist, de yé-yé elegante, con melodías ligeras y letras más profundas. En torno a la mitad del disco encontramos Les amours dévouées, los amores abnegados, una de mis canciones preferidas de este álbum, una canción que también nos transporta hasta otra época dorada y nos regala una pequeña joya, perfecta musicalmente y con una letra triste.
A ésta le sigue Place de la République, también de mis favoritas, donde la artista regresa al estilo con el que enamoró al mundo, a su voz de niña buena y su piano, a su intensidad emocional que es un derroche de sencillez y de belleza.
Y cuanto más nos acercamos al final, más patente se hace la influencia del piano, conformando finalmente un álbum con dos almas, un alma que suena a ayer y un alma que suena a piano, pero con una coherencia absoluta en lo que a temática se refiere: las letras exploran las relaciones sentimentales desde un punto de vista joven y actual, y es que Blonde, además de significar "rubia", en Québec es "novia", y este álbum es un libro abierto de las relaciones de hoy, de los adioses, de los amores de una noche, de las distancias que marcan nuestras vidas, que finaliza con una petite mort, una pequeña muerte, agridulce, placentera y llena de lágrimas.
Me gusta el sonido de la música, la segunda canción es la que he podido disfrutar, el francés se dibuja muy sensual en la voz de la artista, bastante suave y romántica a diferencia de su extravagante apariencia. No la conocía por eso te agradezco el descubrimiento. Abrazos.
ResponderEliminarUna crítica maravillosa. Gracias por compartilo. Un abrazo.
ResponderEliminarMario, la chica tiene una voz preciosa, y esa canción que has escuchado consigue emocionarme una y otra vez.
ResponderEliminarOlga, me alegra muchísisissimo que te haya gustado la crítica, el disco de esta chica bien la merece!!! muaks!