martes, 24 de marzo de 2020

Frases célebres de... El viajero del siglo (Andrés Neuman)



Oiga, dijo Hans, ¿no tiene frío con ese capote? Bueno, contestó el viejo, ya no es lo que era. Pero me trae buenos recuerdos, y eso también abriga, ¿no?




Actualmente no necesito ninguna liturgia para comunicarme con mi conciencia.




Pero un amor es eso, ¿no?, dijo el viejo, un amor es ser feliz quedándose.




En mi país se piensa poco, los pocos que han pensado lo han hecho muy bien, y en el extranjero nadie piensa que pensemos.




Los nacionalismos son otra forma de suprimir a los individuos.




España es mi lugar, pero no el país que hay, otro que sueño. Uno republicano, cosmopolita. Cuanto más española pretende ser España, menos es.




Los que creen que el lugar donde nacieron es su patria, sufren. Los que creen que cualquier lugar podría ser su patria, sufren menos. Y los que saben que ningún lugar será su patria, esos son invulnerables.




Álvaro explicó que la morriña era una especie de nostalgia por la tierra natal, un sentimiento lejano y triste pero también un poco dulce. Y que ser republicano y español era como la morriña, un sentimiento agridulce, un honor y un lamento.




Creo que el pasado no debería ser un entretenimiento, sino un laboratorio para analizar el presente.




Preguntaba usted si la felicidad o la ambiciones de las personas podían depender de las decisiones del político de turno. Permítame aventurar una respuesta si usted quiere banal: cuando no se tienen mil hectáreas de terreno, puede que sí.




En cuanto abría un diario de su país natal, se ponía a despotricar contra el rey Fernando o la censura. Sin embargo no dejaba de llerlos con una avidez que a Hans le resultada tan extraña como conmovedora: su amigo no podía abandonar Wandernburgo, pero tampoco se había ido nunca de España.




Los condesitos son bastante más puritanos que los hombres humildes. No pongas esa cara, ¿y sabes por qué?, porque los aristócratas viven tan bien que terminan subestimando el placer. Los hombres respetables le temen más a una revolución en la cama que a la anarquía política.




Sophie, mi vida, vendrán otros tiempos. Y no serán tan distintos. 




Los viajeros huyen de la nostalgia. Cuando se viaja no hay tiempo para la memoria. Los ojos están llenos. Los músculos, cansados. Apenas quedan fuerzas ni atención para otra cosa que no sea seguir moviéndose. Hacer una maleta no te hacer consciente de los cambios, más bien te obliga a postergar el pasado, y al presente lo absorbe la inquietud de lo inmediato. El tiempo resbala por la piel de los viajeros.   


lunes, 16 de marzo de 2020

Reseña | El viajero del siglo, de Andrés Neuman

el viajero del siglo, andrés neumán


Desde su publicación, El viajero del siglo se convirtió en un clásico. Por su forma perfecta y nostálgica; y por su fondo, audaz y vigente. 

El protagonista de esta historia es Hans, que llega a Wandernburgo, una ciudad imaginaria entre Sajonia y Prusia, donde conocerá a la feminista (¿irreverente?) Sophie, con la que entablará una relación afectiva. Allí se hará amigo de dos personajes memorables: el viejo organillero, ternura y sabiduría, y Álvaro Urquijo, un empresario español radicado en la ciudad desde que falleciera su esposa. Desfilan, además, multitud de personajes secundarios que sirven para abordar diferentes temas que llenan de verdad y de vida una obra que sirve para criticar esas novelas edulcoradas del siglo XIX, donde las mujeres poco pintaban, poco derecho tenían a pensar. Donde la homosexualidad y el placer no existían. 

Ganadora del Premio Alfaguara de Novela en 2009, es una verdadera maravilla, con unos personajes inolvidables y una historia de amor que sirve como pretexto para retratar la sociedad europea del siglo XIX y poner en evidencia que hay cosas que no han cambiado tanto en doscientos años. Que el ser humano sigue siendo terco, poco racional y machista. Sophie, mi vida, vendrán otros tiempos. Y no serán tan distintos, le dice el protagonista a su amada, haciendo énfasis en ese "tan". 

Andrés Neumán, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, utiliza las tertulias para introducir los temas literarios, políticos y religiosos que preocupaban a la sociedad de la época. Temas que, aunque puedan parecer de otro tiempo, son los mismos que siguen preocupando el día de hoy: el nacionalismo, la patria, la otredad y la migración en Europa. Los nacionalismos son otra forma de suprimir a los individuos. 

Porque en realidad todo en esta novela gira en torno a la movilidad, la humana y la de las cosas y los lugares, porque en Wandernburgo todo parece cambiar de sitio de un día para otro. Y parece fácil llegar pero imposible salir. 

El viajero del siglo es perfecta, una obra maestra escrita por un escritor joven y prodigioso. Una novela ágil y precisa, llena de hojas dobladas, de frases de una rotundidad conmovedora, con una estructura narrativa brillante. Crítica y aguda, un ejercicio mayúsculo y ambicioso, del que Andrés Neuman no solo sale airoso, sino que también triunfante.

Los que creen que el lugar donde nacieron es su patria, sufren. Los que creen que cualquier lugar podría ser su patria, sufren menos. Y los que saben que ningún lugar será su patria, esos son invulnerables. 



Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

viernes, 6 de marzo de 2020

Mis canciones del mes de marzo


10. La Casa Azul: El colapso gravitacional (-3)
El videoclip más reciente de La Casa Azul se queda en la décima posición en su segundo mes en la lista. 

9. Manuel Carrasco y Mon Lafere: Dispara lentamente (-8)
El Número 1 del mes pasado desciende ocho posiciones. 


8.  Andrés Suárez y Dani Fernández: 6 de septiembre (N)
Dos de los cantautores jóvenes que más me gustan (¿dónde has estado todo este tiempo, Dani Fernández?) unen sus voces en esta poesía callejera. Es por causas en la escena de Madrid con mar en frente, del amor convaleciente de bar. La costumbre de jugarte valiente. La cordura de algún verso fatal. 

7. Muerdo y Juanito Makandé: Llegué hasta ti (N)
Muerdo y Juanito siempre lo cantan bonito. Llegué hasta ti, iba buscando un sueño y me perdí por bares, por las calles de Madrid...

6. Marta Sango: Por ti (N)
El single debut de Marta Sango es una canción ochentera en pleno siglo XXI, al más puro estilo Strangers Things. Una fantasía. 

5. Astola: Cojo el saco y me retiro (N)
Una de las cosas que me gustan de Operación Triunfo es que, a veces, me descubren canciones y artistas. Este tema es una de esas veces. Con un punto canalla y un montón de heridas, Astola se aferra al amor en esta súplica para que finalice lo tóxico.  


4. Alanis Morissette: Reasons I drink (N)
Este año se cumplen 25 años (¡FUCK, 25 años!) del lanzamiento del icónico álbum Jagged Little Pill. La mejor versión de Alanis (que suele ser la que tiene más ecos depresivos) regresa con este temazo. 


3. Alicia Keys: Underdog (N)
La nueva canción de Alicia Keys es limpia y sienta bien. 

2. Los Ángeles Azules y Abel Pintos: Y la hice llorar (N)
La precisión y emoción en la voz de Abel Pintos hacen que siempre sea un placer escucharle. Si es con la música de Los Ángeles Azules, la banda mexicana de cumbia por excelencia, se convierte en algo adictivo. 

1. Residente: René (N)
En su primera semana, esta canción suma 53 millones de reproducciones y un montón de reacciones (y memes). René es su canción más personal, una catarsis, una manera de sacarse el pudor y el dolor. Un grito desgarrado contra la violencia latinoamericana, y un canto de amor por la tierra y la familia. Primer Número 1 desde que inició su proyecto musical en solitario, y cuarto que suma en este espacio incluyendo los que logró con Calle 13. 

Selección: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

martes, 3 de marzo de 2020

Protagonista del mes... Andrés Neuman


“La literatura del siglo XXI les pertenecerá a Neuman y a unos pocos de sus hermanos de sangre”, dijo Roberto Bolaño de Andrés Neuman, nuevo protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS.

Y no le faltaba razón, porque con solo 43 años es uno de los escritores en español más importantes de la literatura actual. Poeta, novelista, traductor. Autor de seis novelas, de varios ensayos y de libros de cuentos, su nombre se popularizó gracias al Premio Alfaguara 2009 por El viajero del siglo, que reseñaré en los próximos días y que, adelanto ya, es una obra maestra (ganó también el Premio de la Crítica por esta obra).

Me estrené con su obra el año pasado leyendo Fractura, una novela maravillosa que estuvo entre mis mejores lecturas de 2019, escrita con una maestría y una eficacia al alcance de muy pocos, y unos personajes inolvidables.

Nacido en Argentina, se trasladó a España con catorce años: realizó sus estudios en Granada, donde después impartió clases de Literatura Hispanoamericana. En sus obras, de un sentido crítico afilado e inteligente, aúna lo mejor de la tradición literaria de ambos países. 

Protagonista por derecho propio, seguramente tenía razón Bolaño en su afirmación. El siglo XXI le pertenece ya.