Se acaba 2013. Se acaba un año que, si tuviera que definir con una sola palabra, lo tendría claro: BOLIVIA
He pasado en el país sudamericano la mayor parte de este año, primero trabajando en La Paz y después en Cochabamba. Es difícil hacer un balance de tantos días en tan pocas palabras, tanta intensidad, tantos buenos momentos, alguno que otro malo también, se marchó mi abuela querida y no pude más que mandarle besos con el viento, la distancia es muy perra y se te instala en algún lugar cercano a las entrañas para punzarte cada día, pero a pesar de todo, a pesar de echar tanto de menos a ciertas personas (y a mi perro, Pharrell) lo cierto es que allí he sido feliz, muy feliz: por dedicarme a algo que me gusta, por la gente maravillosa que me he encontrado, por el cielo azul clarito y los mates de coca, por los viajes recorriendo Sudamérica con la mochila en la espalda y el alma en pie, por la luz de las laderas que rodean La Paz, como si el cielo, por la noche, se hubiera caído y las estrellas estuvieran ahí en frente. Y también por los besos cuando volví, porque cuando volví de Bolivia te maté a besos, por estar de nuevo aquí, en casa, y añorar en la distancia todo aquello, por las ganas de volver instaladas en el corazón, por la promesa, presente cada día, que hice antes de marcharme y que suena a morenada, el año que viene volveré a bailar por ti... Porque esta España triste no nos pone las cosas fáciles, porque este gobierno corruppto no ha hecho más que destrozar la educación pública, la sanidad pública, y ahora todo es tan rancio que las mujeres no pueden decidir por ellas mismas si quieren ser madres o no, como si hubiéramos vuelto a la dictadura, y lo peor de todo es que no se han creado puestos de trabajo, nos obligan a marcharnos cuando son ellos los que deberían irse. Los que deberían estar presos. Quizás estos últimos meses en España no hayan sido tan completos, es difícil cuando todo el mundo está tan hastiado aquí, pero eso no logra empañar un año que recordaré con una sonrisa en la cara.
Y CAJÓN DE HISTORIAS ha seguido creciendo...
Empezamos el año eligiendo, como siempre, las mejores lecturas del anterior y, en esta ocasión, El mapa y el territorio del francés Michel Houellebecq se llevaba la palma. El primer escritor que se convertía en Protagonista del mes era el boliviano Edmundo Paz Soldán, que gracias a su novela Río Fugitivo consiguió sobrecogerme. Estoy deseando volver a leer más de él. Despedimos al sabio José Luis Sampedro y Antonio Muñoz Molina, uno de los autores más queridos de este espacio, volvía a ser protagonista después de obtener el prestigioso Premio Príncipe de Asturias de las Letras. Ernesto Sabato, Lorenzo Silva y Josefina Aldecoa completan los nombres de escritores que han sido protagonistas del mes en CAJÓN DE HISTORIAS.
La cantante francesa Rose estrenaba nuevo álbum, Et puis juin, el tercero de su trayectoria y se convertía en la protagonista del mes de marzo. Un mes después tenía la suerte de ver al grandísimo Silvio Rodríguez en un concierto memorable en Santa Cruz de la Sierra. Musicalmente, el año ha estado marcado por la vuelta de Zaz y Justin Timberlake, ambos fueron número 1 en CAJÓN DE HISTORIAS y han sido los dos que más han sonado en este espacio. Y, al final, vosotros decidisteis que Bruno Mars, Manuel Carrasco y Rozalén eran los mejores artistas de 2013, Locked out of heaven la mejor canción, Mirrors el Mejor videoclip y Confieso que he sentido el Mejor Álbum.
En el plano internacional la cosa no empezaba bien: la academia de Hollywood le daba el Oscar como Mejor Película a Argo, de Ben Affleck, una americanada en toda regla, y obviaba la maestría de Haneke con Amour o el espectáculo con mayúsculas de Los miserables. En España sí hubo justicia y se premio lo mejor: los Goya recaían en Blancanieves y Lo imposible. Fueron protagonistas Anne Hathaway, que ganó el Oscar; Quentin Tarantino, que hizo lo propio gracias a Django desencadenado; Gael García Bernal, Antonio de la Torre y, este último mes del año, Penélope Cruz, que estrenaba film de la mano de Ridley Scott.
Hasta aquí un pequeño resumen de 2013, no sin antes desearos a todos alegría para el año nuevo, alegría para soportar este gobierno destructor, y ánimo, ánimo para seguir adelante y encontrar el camino adecuado, el que sea y dónde sea. Os deseo sobre todo, que los sueños se cumplan, que no dejemos de soñar. Y me despido, por último, con esta canción que resume como me siento ahora... tengo un sueño que ni un pirata ni un gobierno va a romperlo... y es que soy afortunado, porque los mayores tesoros que tengo no los he comprado...