D'accord, il existait d'autres façons de se quitter
Prométame que va a volver, de Eduardo Soler y Enrique Gandarillas: De todos, el más dramático y el menos original, con un final previsible desde la primera escena.
Miente, de Isabel de Ocampo: Una historia sobre prostitución y mafias que destaca por su acción y su dinamismo. El jurado lo tendrá en cuenta.
En la otra camilla, de Luis Melgar: Una comedia disparatada, con un guión ágil y bastante inteligente que consigue su propósito: hacer reír. Posible Premio del Público.
Tras los visillos, de Gregorio Muro y Raúl López: Un corto de terror que condesa en 16 minutos una historia que obliga al espectador a estar atento y pensar. El guión, y el corto en general, destaca por su elaboración y minuciosidad.
Porque hay cosas que nunca se olvidan, de Lucas Figueroa: Un corto gracioso sobre unos niños italianos que se vengan de una señora que les pinchó su balón de fútbol. Entretenido.
Os dejo el corto ganador del año pasado, Paseo, dirigido por Antonio Ruiz Serrano, una auténtica obra maestra, en el que José Sacristan (que ganó el premio al Mejor Actor) demuestra que un actor puede hacer una interpretación magistral siempre que se tenga un buen guión. Merece la pena dedicar 12 minutos para verlo.
El personaje principal, Winston Smith, está perfectamente dibujado, y su perfil físico y psicológico quedan al descubierto para un lector que no puede más que compadecerle. 1984 es una de esas novelas que te atrapa y que, sin embargo, quieres acabar cuanto antes para sacarte la angustia que te va dejando dentro.
De lectura obligada.Lo sentimientos no podían cambiarlos; es más, ni uno mismo podría suprimirlos. Sin duda, podrían saber hasta el más pequeño detalle de todo lo que uno hubiera hecho, dicho o pensado; pero el fondo del corazón, cuyo contenido era un misterio incluso para su dueño, se mantendría siempre inexpugnable.
5.- Por último, por recomendación de un gran experto en Cine y documentación, incluyo el último de los Oscars recibido por Jack Nicholson, que subió al escenario sin pisar las rayas del suelo, como el personaje que interpreta en la película Mejor imposible.