Hay ecos que no se apagan, que resuenan en el viento y golpean contra las paredes y se escapan de nuevo. Ecos que vienen. Ecos que llegan desde muy lejos, desde lugares donde el cielo brilla con otro color, ¿o es el mismo cielo? Ecos que nos cuentan historias pequeñas y grandes, de todo un pueblo que ha de gritar para permanecer, de mujeres que alzan la voz contra el sistema impuesto, y ecos de risas de niños, que no se apagan por nada.
Esto es lo que encontramos en esta exposición que se puede ver en el
Centro Cultural Casa del Reloj, en Madrid. La autora, Eva Garrido, es una periodista dedicada a la "cooperacCión", como ella misma dice. Una espléndida contadora de historias con la que compartí aulas en la universidad y, después, hemos ido coincidiendo aquí y allá, una y otra vez, quizás motivados por inquietudes similares,
por ese querer dar voz a quien no la tiene, por compromiso, por responsabilidad. Eso en ECOS. "Comunicar sobre estas realidades. Vivir con ellos para luego contar sus vidas, mover las conciencias de los demás", decía la autora el día de la inauguración de la exposición.
Garrido nos cuenta, a través de sus fotografías,
la historia de la etnia uigur, que habita en el noroeste de China, y que durante décadas ha sufrido un constante asedio a sus derechos, a su identidad cultural y a su religión, la musulmana suní. También la historia de Amanat, una joven india que falleció tras haber sido violada en un autobús de Delhi.
Historias que se agarran a la garganta. Y una imagen que reina en el espacio, la de una anciana hindú, con una mirada cansada e intensa, y el rostro lleno de arrugas y de carácter. Pero en ECOS también hay espacio para la alegría, la de las sonrisas blancas de todos esos niños etíopes que cada día van a la escuela para aprender a leer y para saltar y para vivir.
"Su realidad ha de ser contada. Este trabajo se lo dedico a ellos: a los uigures, porque todos tenemos derecho a preservar nuestras raíces; a los niños y niñas etíopes, héroes que demuestran que no todo es negativo en Etiopía, ni en toda África; y a las mujeres indias, por su fortaleza y coraje".
ECOS es el resultado de un proyecto de crowdfunding en
Información Sensible. Un pequeño proyecto del que he sido mecenas con una pequeña aportación, porque de eso se trata: de apoyar a los jóvenes creadores desde la horizontalidad del pueblo, cuando las instituciones niegan ese apoyo necesario. Siempre es un placer encontrarme con Eva, por su sonrisa y su vitalidad. Esa tarde, además, fue una alegría encontrarme también con otra compañera periodista, Marta, y comprobar una vez más que, a pesar de este futuro que nos quieren pintar de negro, hay motivos para seguir creyendo en el periodismo y en nosotros mismos.
En definitiva,
ECOS es fotoperiodismo en estado puro, necesario, cargado de arrojo y en el que, lo que más brilla, sin duda, es la esperanza. No os quedéis sin verla. Está disponible hasta el próximo 24 de mayo.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria