viernes, 28 de febrero de 2014

PREMIOS OSCAR 2014: Quiniela Final

La madrugada del lunes se entregan unos Premios Oscar en los que parece que no hay claros favoritos. Un año de cine en el que no hemos podido ver obras maestras contundentes, y en el que podría pasar cualquier cosa.  Ahí va mi quiniela:

Mejor Película
12 años de esclavitud
Lo más probable es que la película de Steve McQueen se imponga por la mínima, tal y como ha ocurrido en los Globo de Oro o en los Bafta, pero podría ser también que los académicos decidan dar el premio gordo de la noche a Gravity, por coherencia con el Oscar a la Mejor Dirección, que parece claro que será para Alfonso Cuarón. Mi favorita, a día de hoy, no es ni 12 años de esclavitud ni Gravity, sino El lobo de Wall Street

Mejor Director
Alfonso Cuarón (Gravity)
El trabajo de Cuarón merece el reconocimiento, por elevar el 3D a cuotas desconocidas hasta la fecha, por crear una experiencia cinematográfica innovadora y no perderse en narrativas mediocres. Oscar asegurado.

Mejor Actriz Protagonista
Cate Blanchett (Blue Jasmine)

La actriz australiana subirá a recoger su segundo Oscar, el primero como actriz protagonista por el papel de Jasmine, histérica y deliciosa, en la última película de Woody Allen. Siempre Woody, ¡qué genio! ¿Pero y si ella no estuviera nominada? Pues tendría que ser Meryl Streep la que recogiera su cuarto Oscar por lo que hace en Agosto. ¡¡No me digáis que no sería maravilloso que el premio fuera ex-aequo!!

Mejor Actor Protagonista
Leonardo Dicaprio (El lobo de Wall Street)
Categoría complicada. Matthew McConaughey, el otrora actor más mediocre de Hollywood, ha sabido reconducir su carrera este año con el papel de un vaquero drogadicto enfermo de sida en Dallas Buyers Club, y con una pequeña pero fantástica aparición en El lobo de Wall Street, y ya se ha llevado, entre otros, el Globo de Oro o el SAG. También tenemos a Chiwetel Ejiofor, con una interpretación descarnada, de esas que duelen, que se ha impuesto en los Bafta y que sería, sin duda, un digno ganador de la noche. Pero mi apuesta es Leonardo Dicaprio, no sólo por estar a la altura de las tres horas de película de Scorsese, sino también porque él hace que la película sea mejor, más brutal, más intensa y más divertida. Y porque es su cuarta nominación sin premio. Si lo de MCConaughey no ha sido sólo el sueño de una noche de verano, lo ganará en el futuro. 

Mejor Actriz de Reparto
Lupita Nyong'o (12 años de esclavitud)

Categoría muy complicada. ¿Será Jennifer Lawrence la primera actriz de la historia en conseguir dos Oscars consecutivos? ¿se llevará el premio la novata Lupita Nyong'o? ¿o habrá sorpresa y se lo llevará Julia Roberts? Pues no tengo ni idea, la verdad. Todo el mundo parece coincidir en que la peor enemiga de Lawrence es ella misma, y que su Oscar del año pasado por El lado bueno de las cosas está demasiado reciente, un Oscar además que no me cansaré de decir que me parece excesivo, porque aunque su interpretación era buena, la de Emmanuelle Riva en Amor era mejor (para mí, indiscutiblemente mejor). Lawrence se ha llevado el Globo de Oro y el Bafta, pero el SAG ha ido a parar a Lupita Nyong'o, una actriz mexicano keniata que hace un papel magistral y desolador en 12 años de esclavitud. La tercera opción, y mi favorita, por la que yo me decantaría, Julia Roberts, porque tiene mucho peso en Agosto, y la profundidad psicológica de su personaje es impecable. 

Mejor Actor de Reparto
Jared Leto (Dallas Buyers Club)

Parece que el Oscar será para Leto por su papel de transexual en Dallas Buyers Club, muy del gusto de los académicos, que son dados a premiar las transformaciones físicas. No he visto todavía la película (porque aún no se ha estrenado) y me imagino que está grandioso, pero Michael Fassbender hace un papel magnífico en 12 años de esclavitud, brutal, y su interpretación sería digna de premio, aunque a estas alturas, sin premio importante en su haber, parece, más que improbable, casi imposible.

Mejor Guión Original: Her
Mejor Guión Adaptado: 12 años de esclavitud 
Mejor Película de Habla no Inglesa: La caza (Dinamarca)
Mejor Película de Animación: Frozen
Mejor Fotografía: Gravity
Mejor Banda Sonora: Gravity
Mejor Montaje: Gravity
Mejor Canción: Frozen
Mejor Dirección Artística: Gravity
Mejor Vestuario: 12 años de esclavitud
Mejor Maquillaje: Dallas Buyers Club
Mejor Sonido: Gravity
Mejores Efectos Sonoros: Gravity
Mejores Efectos Visuales: Gravity
Mejor Película Documental: The act of killing

¡Y mucha suerte al español Esteban Crespo con Aquel no era yo, nominado como Mejor Cortometraje de Ficción!

Resumen de mi quiniela:
Gravity: 8 Premios
12 años de esclavitud: 4 premios
Frozen: 2 premios
Dallas Buyers Club: 2 premios
Blue Jasmine: 1 premio
Her: 1 premio
El lobo de Wall Street: 1 premio
La caza: 1 premio
The act of killing: 1 premio

miércoles, 26 de febrero de 2014

Y mañana...


Mañana vuelvo a encontrarme con los lectores. Es la primera vez, desde que regresé de Bolivia, que organizamos un acto para hablar de La lágrima de la India y firmar ejemplares. Confieso que lo estaba deseando, porque ha pasado algo más de un año desde que se publicó esta novela y la mayor parte del tiempo he estado muy lejos, viendo cómo maduraba en la distancia y cómo se llenaba de matices. 

Además promete ser una tarde muy especial: por el lugar, La Marabunta, uno de esos sitios especiales de Madrid, en el corazón de Lavapiés, en los que comparten espacio los libros y el café, las palabras y los sabores; y por la compañía, Natalia Pulido, periodista y fotógrafa, que fue compañera de trabajo en la redacción de un periódico que ya no es más, y se convirtió después en compañera de aventuras y en amiga, y la amistad, cuando es buena, sobrevive a las empresas, y eso es precioso. 

Me encantaría veros allí y poder charlar un rato sobre esta novela a la que tengo tanto cariño, y charlar también sobre Madrid, Montpellier y Sri Lanka, los lugares en los que está ambientada, y charlar sobre Bolivia que me enseñó a mirar la vida con otros ojos, y hablar también sobre el futuro, y que me contéis y que nos contemos. Y después darnos todos un abrazo gigante. 

Mañana, jueves 27 de febrero, a las 19:00 horas, en La Marabunta. Os espero. 

lunes, 24 de febrero de 2014

RESEÑA | EL LOBO DE WALL STREET, de Martin Scorsese


Fui a ver esta película hace dos semanas, en Ciudad Real, en la única sesión en versión original disponible. Una película de tres horas que empezaba a las nueve de la noche de un martes. Y la sala estaba llena, llenísima, tanto que me toco verla desde la Fila 1. Una pantalla tan grande que para ver algunas escenas completas tenía que mover la cabeza de un lado para otro, como en un partido de tenis. Y a veces me daba la sensación de que me iba a llegar algún escupitajillo de Leonardo Dicaprio, de tan cerca que le tenía. Pero mereció la pena. Porque El lobo de Wall Street nos devuelve al mejor Scorsese después de la ñoña La invención de Hugo, que sería un bonito producto para cinéfilos, no lo niego, pero que me aburrió de una manera soberana. Y porque El lobo de Wall Street nos ofrece al mejor Dicaprio que hemos visto hasta la fecha, y eso que en alguna ocasión le hemos visto ya destacando mucho.

Es la historia de Jordan Belfort, que entró a trabajar durante un período breve de tiempo en Wall Street para después montar su propia empresa bursátil con la que no quería necesariamente que sus clientes obtuvieran las ganancias más seguras, sino que lo importante era que él y sus empleados ganaran dinero a toda costa. Digamos que una manera de verlo podría ser la siguiente: "robar al ladrón te hace menos ladrón". Algo así pensaría Belfort. O tan siquiera, porque a lo largo de la peli se demuestra que no tiene escrúpulos. Pero no crean que estamos ante otra película aburrida sobre Wall Street y tal y tal, no. Esto es otra cosa: es desenfreno, es un enano que va a ser lanzado como proyectil (la mejor conversación que hemos visto en el cine esta temporada), es droga hasta decir ¿basta?, es sexo a todas horas. Dios, y cómo se disfruta viendo a Leonardo Dicaprio y a Jonah Hill desfasando de esa manera, qué excesivo es todo. 

Martin Scorsese vuelve a hacer de las suyas con esta película brutal, al borde de lo que un espectador soporta, o mejor, metiendo al espectador en esa espiral de excesos hasta el punto en el que ciertas escenas brutales no sorprendan tanto como deberían porque ya te has acostumbrado.

Leonardo Dicaprio se entrega en el mejor papel de su carrera hasta la fecha y es todo un lujo verle en un registro diferente al de Shutter Island u Origen, y hacerlo tan bien, demostrando una vez más que es uno de los mejores de su generación. La escena en la que, debido a una droga, su cuerpo se queda paralizado y tiene que arrastrarse hasta el coche es de las más divertidas y bestias que recuerdo. No pocas veces, durante la proyección, sacudí la cabeza, entre escandalizado y fascinado. Lo digo ya, quiero que el Oscar a Mejor Actor sea para él. 

A Dicaprio le secundan Jonah Hill, también en su mejor papel hasta la fecha, más al límite incluso que el protagonista en algunos momentos, tan al límite que le vemos masturbándose, bajo los efectos de las drogas, en medio de una fiesta. También hay que destacar a Matthew McConaughey en un pequeño papel al principio del fin, un yonqui con traje y corbata, a Margot Robbie, perfecta es su papel de rubia interesada; o al oscarizado Jean Dujardin en el papel de un miserable banquero suizo (Sé que sobra el adjetivo miserable porque... ¿acaso no son miserables la mayoría de los banqueros... y de los suizos?) 

El lobo de Wall Street es una película agotadora, es otra vez una crítica a la corrupción en Estados Unidos, pero contada mejor, con el pulso firme del maestro Scorsese sosteniendo la cámara, y más divertida. Tres horas de puro cine.

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

domingo, 23 de febrero de 2014

RESEÑA | LOS DÍAS QUE NUNCA VIERON MIS OJOS, de Unai Ramos Fernández


Seducido por la atractiva portada, por el acertado título, por la sinopsis prometedora y por los buenos comentarios en Amazon, me decidí a comprar esta novela que leí el pasado mes de noviembre (sí, como veis, llevo mucho retraso en la publicación de mis reseñas). Se trata de una distopía ambientada, en parte, en 2023, en la que un hombre despierta del coma después de diez años y se encuentra con un sistema político totalmente diferente en esta España nuestra. Pronto, empezará a descubrir que él, un famoso periodista, ha tenido algo que ver en ese profundo cambio que ha sufrido España, y también las razones que le llevaron a ese estado de coma en 2013. Esto, intercalado con una historia de amor inesperado.  

La novela es muy entretenida y engancha de principio a fin, incluso si en algunas partes ofrece una visión demasiado simplista de las razones que llevaron al levantamiento popular y cómo esa revolución desembocó finalmente en una especie de dictadura comunista tecnológica. También es cierto que el argumento tiene partes previsibles, pero no por ello se disfruta menos. 

Dicho esto, he de resaltar que los puntos más fuertes son la delineación de los personajes, tanto el del protagonista como el de la chica, que otorgan peso y calidad a la novela, aunque se echa de menos una mayor profundidad en su carácter y en sus decisiones, porque nunca los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. El autor ha sabido crear dos personajes que, no por especiales, dejan de ser verosímiles, y que un personaje esté lleno de verdad es uno de los motivos que hacen que una novela triunfe o fracase. Y esta triunfa, aunque dista de ser una obra literaria mayor. Es entretenida, engancha, y gusta, pero no deja un enorme poso en el lector, a pesar de todo. No consigue conmover o remover. 
Unai Ramos Fernández se mueve con fluidez en la estructura que ha diseñado para prolongar la tensión, es muy diestro relatando las escenas de acción y las de sexo, aunque le ha faltado arrojo para rematar la historia, y la amabilidad rechina en una historia que podría haber tenido algún punto álgido de esos que hacen imposible seguir leyendo durante un tiempo (una muerte inesperada, un giro brusco) porque dejan al lector destrozado. En ese sentido, todo es bastante plano.

En definitiva, hay mucho de cal y mucho de arena en esta reseña, pero el veredicto lo tenéis en las etiquetas: Categoría: Bueno (por los pelos, porque la verdad es que he dudado hasta el final si ponerle en la categoría de regulares). Por lo tanto, recomendable, aunque, en mi opinión, (muy) lejos de ser una maravilla. 

viernes, 21 de febrero de 2014

Cinco razones por las que BREQUETTE debe ir a EUROVISION


Mañana sábado se decidirá quién irá al Festival de Eurovisión representando a España. RTVE ha presentado cinco propuestas y considero que la mejor, sin duda, es Brequette. Ahí van cinco razones, con B de Brequette, por las que ella tiene que ir a Eurovisión: 

1. Brutal. Su canción es la que tiene más fuerza desde la primera nota hasta la última. Eurovision son 3 minutos y no hay oportunidad para canciones que ganan en matices con cada escucha. Más (Run) es un impacto para los sentidos. 

2. Botella. Es un medio tiempo pop con aires R&B, muy eurovisivo y, sobre todo, muy internacional, y que perfectamente puede ser un éxito en toda Europa y más allá. Un éxito de largo recorrido después del Festival. En España nos gusta el flamenco y nos gusta la rumba, pero no somos solamente flamenco y rumba, y esta canción lo demuestra. Vamos a dejarnos de clichés rancios, de abanicos y lunares y de Antes muerta que sencilla.

3. Bilingüismo. La mitad del tema está cantado en inglés y la otra mitad en español, lo que puede hacer sumar puntos a la hora de las votaciones. Además, después del escalofriante bochorno mundial que protagonizó la alcaldesa por sorpresa de Madrid, Ana Botella, con su relaxing cup of café con leche, elegir este tema es la oportunidad para demostrar que no todo el mundo en España habla inglés como esa "señora". 

4. Belleza. Al final de la canción se puede apreciar la calidad vocal de la artista. Si en directo suena igual que en la versión de estudio, no hay lugar para reproches musicales. Porque, al fin y al cabo, es un festival de música y es importante la imagen del artista (y ella tiene un pelazo, todo sea dicho), la puesta en escena, la música, pero también la voz. Y ella tiene un amplio registro vocal que se convierte en un derroche de voz y que alcanza un clímax estupendo al final del tema.

5. Bienvenida. Brequette es de origen sudafricano, es de raza negra y está afincada en España desde hace 15 años. Llegados a este punto, y después de dos años de patético gobierno de Mariano Rajoy destrozando día tras día la 'Marca España' que supuestamente tan importante es para ellos, que sea la representante española es una oportunidad para demostrar a Europa que somos un país multicultural en el más amplio sentido de la palabra, que la actuación del Ministro del Interior en Ceuta nos repugna y que aquí los nuevos vecinos siempre han sido bienvenidos. 


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

martes, 18 de febrero de 2014

CONCIERTO | VANESA MARTÍN pone voz y música a las emociones


De pronto nos volvemos a ver, en nuestro gesto no hay resignación. Casi dos años después de la última vez, el tiempo pasa tan rápido, caben tantos momentos en dos años, tantas emociones, cabe una vida en Bolivia que te hace mirar el mundo con otros ojos. Dos años pero las ganas intactas y la emoción de punta en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid como escenario de este nuevo encuentro. El aforo lleno, la iluminación perfecta y el sonido impecable para iniciar un recorrido por estos ocho años de música, por estos tres discos que han puesto música y letra a la historia de mi vida, a una parte de ella, de esta vida que me arrastra de aquí para allá, porque de pronto una canción me lleva a ti, a personas que ya no están pero estuvieron, porque por una vez aprendí que no pintabas nada ya en mi vida. Y uno sigue adelante, siempre, es lo que tiene el tiempo, que no se para, pero la música permanece para pintar de recuerdos esos momentos que guardamos intactos en algún lugar hermoso que está a veces entre entre el corazón y el estómago, y otras se agarra a la garganta y se escapa por los ojos. Qué bueno nacer valiente.

Vanesa Martín derrochando emoción y desparpajo a partes iguales, interactuando con un público que empezó el concierto sin hacer demasiado ruido, pero que fue soltándose poco a poco, sintiéndose cada minuto un poquito más a gusto, más relajado y, finalmente, más entregado, hasta llegar a un final con más de diez minutos de ovación. Una noche de sorpresas: antes de cantar Durmiendo sola, le dio las gracias a David de María, que estaba allí entre el público, por apoyarla desde el principio. Y él, sin micrófono, subió al escenario porque quiso acompañarla en esa canción que la malagueña se empeña en decir que es un tema alegre, y quizás tenga razón, porque de lo que se trata es de ser feliz, a pesar de todo, y no resignarse a la mediocridad. Un sorpresa para el público que se repetiría gracias a India Martínez, que tuvo que bajar desde la entreplanta para cantar 90 minutos en un dueto improvisado que sonaba a magia y a generosidad recíproca. Finalmente, con el dúo DMEI cantó Si me olvidas.

Un concierto emocionante en el que Vanesa Martín demostró que se hace camino al andar, que su técnica vocal es cada vez mejor, que su sensibilidad permanece ahí, al borde de la piel, y que los años no pasan en balde, no, sino que pasan y se nota la experiencia y las tablas ganadas. Un concierto que culminó con un regalo para los asistentes: Polvos de mariposa, que será uno de los temas que formarán parte del cuarto álbum de la artista, que estamos esperando ya como agua de mayo. Una canción preciosa.

Nos faltó Mejor no mirar atrás, un bonus track de Cuestión de piel que teníamos tantísimas ganas de escuchar en directo. Otra vez será, habrá más, seguro. Mientras tanto, seguimos viviendo, seguimos tomando decisiones que marcarán nuestro destino, porque yo no sé qué va a pasar entre nosotros... y aunque pase o no, nada cambiará. Y seguimos llenando con conciertos como éste la banda sonora de nuestras vidas.

  
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Fotos: Laura Cruceta 

lunes, 17 de febrero de 2014

[La lágrima de la India] Fragmento + Foto #2#


"El jueves me invitaron a otro cóctel en la residencia del embajador. No conocía a nadie y siento decepcionarte pero no había Ferrero Rocher para los invitados, eso sí, el champagne era exquisito..."

La lágrima de la India, página 112

viernes, 14 de febrero de 2014

RESEÑA | AGOSTO (August: Osage County), de John Wells


Lo primero que pensé cuando salí del cine, aquella tarde de viernes lluviosa, fue: "hija de puta la Meryl,  lo ha vuelto a hacer". Sí, disculpad la expresión, pero así fue. ¿Pero cómo no pensar así cuando ves una interpretación de tal calibre, magistral desde el primer plano hasta el último y con una secuencia (la de la comida) digna de todos los premios del mundo?

Cuando el señor Weston desaparece en extrañas circunstancias, toda la familia se reúne en la casa de Oklahoma. Allí, por cosas de la vida, tendrán que permanecer juntos durante unos días. Pero es agosto, y en el mes de agosto, en el condado de Osage, apenas se puede respirar. Hace demasiado calor y falta el aire. 

Así es cómo podríamos resumir, sin desvelar demasiado, lo que ocurre en esta película que es una adaptación de la obra teatral homónima de Tracy Letts que ganó el Pulitzer en 2008, y cuyo director, John Wells ha sido muy fiel al libreto y ha mantenido esa concepción de la obra, tanto es así que parece que en ocasiones estamos sentados frente a un escenario y los actores están ahí mismo, sobre las tablas. Para algunos, esto es precisamente el fallo más grande que tiene Agosto, para otros es un placer ver una película filmada así, tan al límite siempre, con los intérpretes transmitiendo esa tensión propia del teatro, el estómago encogido, la voz algo más alta de lo normal, proyectando, rozando lo patético y la sobreactuación, y conseguir finalmente que el conjunto funcione precisamente por eso, por estar tan viva como el teatro. Un gustazo. 

Protagonizada por Meryl Streep en el mejor papel que he visto de ella en los últimos años (damas de hierro aparte... o no), haciendo de matriarca de una familia cargada de miserias y secretos, con miembros tan diferentes a los que sólo une el ADN, enferma de cáncer, profundamente inteligente, desgastada de vivir, rabiosa de ira. Y secundada por Julia Roberts haciéndole frente, los hay que tener bien puestos para enfrentarse a una mujer de tal calibre, y Roberts consigue estar a la altura de las circunstancias, ella será la heredera natural de ese carácter de su madre, tomará la batuta de una familia que ya no es tal, y eso a pesar de la distancia que quiere marcar con ellas, con su madre y con su familia, porque no son iguales, porque no quiere parecerse a esa mujer que es su madre y que rezuma egoísmo y destrucción. O quizá es que son demasiado parecidas. De una manera u otra, Julia Roberts y Meryl Streep protagonizan la pelea de gatas (literal) más memorable de los últimos años en el cine.  Tras ellas, un elenco (del que forman parte Chris Cooper, Abigail Breslin, Ewan McGregor o Juliette Lewis, entre otros) que se mantiene en pie incluso ante esos dos monstruos interpretativos. 

Agosto es el retrato de cualquier familia, de la tuya, de la mía, llevado al extremo, eso sí, pero en todos los sitios cuecen habas. El refranero español nunca se equivoca. El retrato de un matrimonio que se mantiene unido hasta el final a pesar del odio; el de otro matrimonio en el que queda un poso enorme de amor, pero la rutina fue más fuerte (demoledora la frase de Ewan McGregor cuando le dice a su mujer que es un coñazo). Agosto incluye además tiene otras subtramas que están bien hiladas aunque se son, en la parte final, demasiado enrevesadas. Pero con todo, es un melodrama brutal, excesivo, al borde del histrionismo, buceando en la mordacidad que hace reír y pellizca al mismo tiempo. Y un lujazo para los ojos, sobre todo en los espacios interiores, cerrados, donde apenas corre aire. 

Sólo por la secuencia de la cena merece la pena verla, y a ser posible en pantalla grande y versión original. 

La frase: "Por suerte no conocemos el futuro, no nos levantaríamos de la cama". 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

miércoles, 12 de febrero de 2014

RESEÑA | STONER, de John Williams


Podría empezar esta reseña escribiendo que lo mejor es acercarse a Stoner sabiendo que en esta novela no pasa nada "trepidante". Pero prefiero empezar de la siguiente manera:

Lo mejor es acercarse a Stoner

Y punto. 

Sí, porque no ocurre nada que acelere nuestro pulso, no hay asesinatos, ni sobresaltos, ni giros inesperados en su argumento, ni acelerones o frenazos, no. No hay nada de eso, en esta novela lo único que hay es el relato de una vida, la de William Stoner, que nació en una familia muy humilde de un pequeño pueblo de Missouri y que, gracias al sacrificio de sus padres, puede marcharse a estudiar Agricultura a la Universidad. Pero después de un tiempo descubrirá que lo que realmente le apasiona es la Literatura. Y así, gracias a esa pasión que vibra en sus entrañas, es como consigue convertirse en profesor en la universidad, simple y llanamente profesor asistente, puesto que jamás recibió un ascenso y ni siquiera llego a ser jefe del departamento. ¿Y sabéis por qué? Por dignidad. Porque Stoner adolecía de una profunda dignidad, y en la vida, por desgracia casi siempre, hay que tragarse la dignidad para llegar lejos, y él no lo hizo. Quizá haya aquí una lectura diferente y alguien me diga que le faltaba ambición para enfrentarse a Archer Sloane, quien no paró de ponerle zancadillas durante tantos años, o que incluso esa pasión que tuvo para estudiar literatura le faltó para vivir, pero la realidad es que de la novela de John Williams se desprende un enorme amor del protagonista por las cosas que de verdad le importaban, y le importaba la enseñanza, y le importaba su hija, de la que nunca pudo disfrutar con plenitud porque su mujer estaba mal de la cabeza y él la soportó, lo soportó todo para no perder el vínculo febril con su hijita amada. 

"En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra".

Es un libro escrito con pulso firme, es la historia de un hombre admirable que pasó desapercibido por un mundo hostil y demasiado competitivo. Es un hombre que se enamoró de una mujer bella en su juventud, y se enamoró de verdad, hasta los huesos tenía recubiertos de amor, de una mujer no tan bella en su madurez, y esa pequeña historia de amor intercalada en esta novela de dignidad es tan triste y tan conmovedora que cuesta no llorar de pena, de rabia, o de amor. Stoner es uno de esos personajes inolvidables (estuvo seleccionado entre los mejores personajes masculinos de 2013 en CAJÓN DE HISTORIAS), uno de esos personajes a los que a cualquier escritor le gustaría parir, porque si pasó desapercibido en la historia de su vida, no lo hará en la memoria del lector. 

Una lectura íntima, profundamente vibrante y necesaria.  

La frase: 
Fue una sonrisa tenue que partía de sus ojos y tiraba de sus labios hasta que su rostro se llenó con un deleite radiante, secreto e íntimo

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

lunes, 10 de febrero de 2014

PREMIOS GOYA 2014: La Academia más optimista salda su deuda con Trueba y Cámara



Unas horas antes de que comenzara la gala, con mi quiniela publicada desde el jueves, comenté que podrían ocurrir dos cosas: si los académicos premiaban el drama y la apuesta más minoritaria y arriesgada, ganaría La herida. Si se decantaban por la opción más amable y comercial, Vivir es fácil con los ojos cerrados se llevaría el Goya a la Mejor Película. Y finalmente ha ocurrido lo segundo, y me alegra muchísimo, porque los académicos tenían que saldar una deuda con David Trueba y Javier Cámara, nuestro protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, que finalmente se alzaron con los galardones como Mejor Director y Mejor Actor Protagonista respectivamente. Y porque la triunfadora de la noche, que obtuvo 6 Goyas, es una película bonita, en el sentido más amplio de la palabra, y Trueba ha conseguido conectar una vez más con el espectador, y eso es digno de reconocimiento siempre. 

La gala tuvo una estructura dinámica, pero desgraciadamente no funcionó: ha sido la peor gala desde que la presentara Carmen Machi en la 23ª edición (año 2009). A Manel Fuentes le faltó gracia y arrojo, el discurso del Goya de Honor, Jaime de Armiñán, se hizo demasiado largo y tedioso, el espectáculo musical con la orquesta en la pantalla brilló tan poco que se puede clasificar de cutre, y lo único que destacó fue el número de los Goya a la Mejor Película no realizada, con Carlos Areces, Raúl Arévalo o Joaquín Reyes. Además, los discursos fueron bastante sosos en general, aunque hay excepciones, como el de Terele Pávez, que protagonizó el momento más emotivo de la noche al recoger el premio como Mejor Actriz de Reparto, o el de Natalia de Molina, Mejor Actriz Revelación, el mejor discurso de la noche, "Yo no quiero que nadie decida por mí", dijo, igual que pronuncia su personaje en la película, en alusión al aborto. 

No faltaron las críticas al Ministro de la Anticultura, como señaló el grandísimo Javier Bardem, el mejor actor español de todos los tiempos, tres veces nominado al Óscar y ganador de la estatuilla de Hollywood por su papel en No es país para viejos. Y es que el cobarde José Ignacio Wert no asistió al evento más importante de la industria del cine español, y como señaló el ganador del Goya al Mejor Guión en una acertada comparación: "si el Ministro de Defensa no asistiera al desfile de las Fuerzas Armadas, seguramente su jefe le quitaría del puesto, pero es que éste jefe manda poco". Wert, dimite ya, por favor. Eres patético. 

Las brujas de Zugarramurdi fue la más premiada de la noche, con ocho cabezones en categorías técnicas casi todas, lo que evidencia las filias y fobias de los académicos al no nominar a Alex de la Iglesia, ex presidente de la Academia, como Mejor Director. ¿O creen ustedes que todos esos técnicos no estaban al mando del director vasco? Pero lo cierto es que, exceptuando eso, ha sido un palmarés muy acertado, con pequeñas alegrías, como el Mejor Corto Documental para Minerita, rodado en mi Bolivia querida, o como el Mejor Documental para Las maestras de la República, que estoy deseando ver y que incluye algunas frases de la novela Historia de una maestra, de Josefina Aldecoa, que os recomiendo una vez más. Y grandes alegrías, como el de Marian Álvarez por La herida, merecidísimo, o el de Javier Pereira por Stockholm, una película que no podía irse de vacío. Las grandes perdedoras, porque siempre hay perdedoras, han sido La gran familia española, que partía con el mayor número de nominaciones y se ha llevado sólo dos, y 15 años y un día, muy desinflada aunque fue la elección de la Academia para intentar representar a España en los Oscars. Y Antonio de la Torre, el pobre, que lleva dos años yéndose de vacío a pesar de contar con doble opción a premio. 

No ha sido un año de obras maestras o grandísimas producciones para el cine español como lo fuera el año pasado con Blancanieves y Lo imposible, pero ha sido un año en el que ha triunfado el optimismo, un mensaje de perseverancia por los sueños, que a veces, a pesar de todo, se hacen realidad. Y eso es hermoso.  


Palmarés: 
Mejor Película: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor Dirección: David Trueba (Vivir es fácil con los ojos cerrados)
Mejor Dirección Novel: Fernando Franco (La herida)
Mejor Actriz Protagonista: Marian Álvarez (La herida)
Mejor Actor Protagonista: Javier Cámara (Vivir es fácil con los ojos cerrados)
Mejor Actriz de Reparto: Terele Pávez (Las brujas de Zugarramurdi)
Mejor Actor de Reparto: Roberto Álamo (La gran familia española)
Mejor Actriz Revelación: Natalia de Molina (Vivir es fácil con los ojos cerrados)
Mejor Actor Revelación: Javier Pereira (Stockholm)
Mejor Guión Original: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor Guión Adaptado: Caníbal
Mejor Película Europea: Amour (Austria)
Mejor Película Iberoamericana: Azul y no tan rosa (Venezuela)
Mejor Película de Animación: Futbolín
Mejor Música Original: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor Canción: La gran familia española
Mejor Dirección de Producción: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Dirección de Fotografía: Caníbal
Mejor Montaje: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Dirección Artística: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Diseño de Vestuario: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Maquillaje y Peluquería: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Sonido: Las brujas de Zugarramurdi
Mejores Efectos Especiales: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Película Documental: Las maestras de la República


domingo, 9 de febrero de 2014

CONCIERTO | LAURA PAUSINI celebra en Madrid sus 20 años en la música


Por una vez que tengo tanto, que no importa cuánto... Qué necesito aquí, sino a ti. Así, con una declaración de intenciones, empezaba el concierto para celebrar los veinte años en la música de Laura Pausini. Sigo estando aquí, de nuevo un escenario, continuaba cantando la italiana a su público español, con el que ha mantenido una relación de amor y fidelidad durante dos décadas, sin grietas, en un vínculo casi idílico para este tiempo de cantantes efímeros de un sólo éxito, de productos lanzados y engullidos por las prioridades de un sistema sin frenos en el que lo único que importa es vender y ganar, en el que no hay tiempo para detenerse y expresarse con calma, sin 140 caracteres como barrera. Por eso, que una cantante como Laura Pausini haya tenido la oportunidad de madurar con su público, de crecer con artista y poder cantar y contar todo lo que le ha latido en el corazón durante estos veinte años es todo un motivo de elogio y celebración. 

Una noche que fue como un viaje por su trayectoria musical y por la historia de nuestras vidas, porque dos décadas dan para tanto, para reír, para amar y dejar de amar, para bienvenidas y para despedidas, como cuando cantó En cambio no, un tema dedicado a su abuela, una despedida antes el último suspiro, pero con la alegría de poder decir adiós sosteniendo su mano, y así los vacíos se revisten de recuerdos más alegres. 

La italiana derrochó buen humor y derrochó simpatía en el imponente Palacio de los Deportes de Madrid, contó anécdotas, como cuando su hermana le anunció que se iba a casar pero no tenían una canción de enamorados. "¿Que la hermana de Laura Pausini no tiene una canción de amor con su pareja?", decía la cantante en una pequeña parodia de sí misma que hizo reír al público. 

Y aunque la mayor parte del concierto fue en español, también cantó en italiano, y también cantó en inglés. Porque de cantar se trataba y en el lenguaje universal de la música, Laura Pausini ha demostrado una calidad vocal impecable, una mezcla de candidez y fuerza que no ha decrecido con el paso del tiempo. Y estuvo acompañada por un impecable grupo de coristas, y por una maravillosa orquesta de cuerda y también por una banda de guitarras, batería y teclados que hicieron más especial el concierto. 

Cantó Víveme y el Palacio se llenó de corazones, cantó Escucha atento, cantó Volveré junto a ti. Y así, en ese viaje hacia el pasado, fue acercándose a sus primeras canciones, aquellas primeras letras de amor adolescente que le dieron la fama a mediados de los años noventa, y juntos, Laura Pausini y el público de España, recordaron Las cosas que vives, Amores extraños, Se fue en una nueva versión que suena a salsa, y finalmente su primer tema, La soledad. "Si hoy mi realidad es mucho más grande que mi pequeño sueño os lo debo a vosotros. Y es que gracias a vosotros, entre  mis miedos y mis inquietudes no existe más la soledad". Dijo antes de profesar su amor una vez más por este país.

Un concierto que se convirtió en un pequeño repaso de nuestra propia vida, porque veinte años dan para mucho. Y al final, eternamente agradecida, Laura Pausini hizo mención a su hija, que ayer cumplía su primer año de vida y lo celebró aquí, en Madrid, en España, en el último y emotivo concierto de su gira europea. 




Texto, fotos y vídeos: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

viernes, 7 de febrero de 2014

RESEÑA | ALACRÁN ENAMORADO, de Santiago Zannou


Última película nominada a los Premios Goya de este año que reseño antes de la gala que tendrá lugar el domingo. Suma cuatro nominaciones: Mejor Actor de Reparto (Carlos Bardem, con bastantes posibilidades -se ha llevado ya la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos), Mejor Actor Revelación (Hovik Keuchkerian), Mejor Guión Adaptado y Mejor Dirección Artística. 

Alacrán enamorado es la historia de Julián, un joven que forma parte de un grupo de neonazis que lidera Solís, el personaje de Javier Bardem. Es muy violento pero se da cuenta de que quiere boxear (un deporte nada violento, amigos) y alejarse de ese mundo radical de xenofobia. En este camino de redención se encuentra con el entrenador del gimnasio (Carlos Bardem) y con Judith Diakhate, que para más inri, es mulata. 

La película tiene altibajos muy muy destacados. Hay momentos en los que Santiago Zannou confirma que es un director muy sólido capaz de sacar lo mejor de una historia, de un actor o de una imagen. El tratamiento de luz en esta película es muy acertado. También la entrega física de los actores, de todos, que tienen que enfrentarse a escenas cargadas de violencia y las peleas de boxeo están rodadas con mucha fuerza. 

La parte negativa es, en primer lugar, la dicción de los actores. NEFASTA. No es admisible que el espectador necesite prácticamente de subtítulos en su propio idioma para entender algo. No sé si es problema de los actores o del sonido, pero el problema es real y no debiera haber pasado por alto en la post-producción. También me parece que Alacrán enamorado adolece de una simpleza que disgustará a muchos: el argumento es previsible y los personajes carecen de profundidad: los buenos son buenos y los malos son malos, y punto. Excepto el protagonista, Alex González, que pasa de malo a bueno (no estoy de broma). Faltan matices. 

En cuanto a las interpretaciones, -problemas de entendimiento a parte- todos bastante correctos: Alex González, que hasta ahora me ha parecido siempre bastante limitadito, se esfuerza por impregnar de verdad a un personaje que no se sale de los tópicos; Bardem 1 (Javier) espléndido como siempre aunque tiene poquitos planos; Badem 2 (Carlos) con un papel sólido pero aburrido tipo Morgan Freeman en Million Dollar Baby; Miguel Ángel Silvestre confirmando que tiene mucho que decir en el cine español todavía, de los que más me han gustado del elenco, aunque su personaje también cae en simplezas; Hovik  Keuchkerian, que recibió muchos halagos por parte de la crítica y no me parece que sea para tanto; y Judith Diakhate que está como la película, con altibajos, a veces me parecía la mejor del conjunto y otras excesivamente sobreactuada. 

En definitiva, una película que se deja ver, que es entretenida, una hora y media de cine para adolescentes y que podría haber sido más, mucho más.



Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria 

jueves, 6 de febrero de 2014

PREMIOS GOYA 2014: Quiniela Final


Este año me ha resultado más difícil que nunca hacer mi quiniela de cara a los Premios Goya que se entregan el domingo. No en todas las categorías: algunas las tengo claras, como las correspondientes a las interpretaciones protagonistas. Otras no tanto, incluida la categoría principal, la de Mejor Película. Por una sencilla razón: creo que los académicos pueden hacer cualquier cosa, de hecho, mandaron a Hollywood la película de Gracia Querejeta cuando estaba claro que no había ni una opción de pasar tan siquiera el primer corte. Quiero resaltar que, según esta quiniela habría tres grandes triunfadores de la noche: Las brujas de Zugarramurdi, con siete premios "pero" todos en categorías técnicas; Vivir es fácil con los ojos cerrados, con cinco premios pero sin el más importante; y La herida, que con sólo tres premios se coronaría como la película española del año.  

Mejor Película
Creo que los académicos darán el premio más importante de la noche a La herida, por tratarse de un drama, y siempre suelen decantarse por dramas, lo que reduce las opciones de La gran familia española y Vivir es fácil con los ojos cerrados, por ser además un drama sólido y por esa manera de abordar con valentía la película. 

Mejor Dirección
David Trueba, por Vivir es fácil con los ojos cerrados

Puesto que Fernando Franco opta como Mejor Dirección Novel, parece que este año las dos categorías principales no irán a parar a la misma película. Aunque Gracia Querejeta y Daniel Sánchez Arévalo han demostrado contar con el favor de los académicos, mi apuesta este año es David Trueba, por su eficacia y por la maravillosa dirección de actores. 

Mejor Dirección Novel
Fernando Franco, por La herida

Es el favorito y ni siquiera Sorogoyen parece que puede robarle el premio. Sería una incongruencia que, estando La herida en la categoría principal, este premio fuera a parar a otro.

Mejor Actor Protagonista
Javier Cámara, por Vivir es fácil con los ojos cerrados

El protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS es mi favorito para ganar el Goya este año. Antonio de la Torre hace un papel magnífico e impecable, pero Javier Cámara no tiene reconocimiento de la Academia todavía y está película es suya, está inmenso y teniendo todo el peso lo maneja con gran fluidez. 

Mejor Actriz Protagonista
Marian Álvarez, por La herida

Cabezón indiscutible porque lo que hace Marian Álvarez es uno de esos pequeños milagros de la interpretación: conseguir dar tanta vida a un personaje, hacerlo de una manera tan certera, que deja tan vacío no es gratuito y merece recompensa. 

Mejor Actor de Reparto
Roberto Álamo, por La gran familia española

Categoría muy complicada. Este ha sido un gran año para la comedia y Roberto Álamo es el responsable de unas cuantas risas en La gran familia española. Su personaje es entrañable. La segunda opción, y también factible, es que finalmente sea Antonio de la Torre quien se lleve este premio: tiene doble nominación y sería una manera de compensar que el Goya protagonista caiga en manos de Javier Cámara cuando los dos han hecho interpretaciones memorables. Por último, quiero señalar que este Goya sería de Carlos Bardem, porque su personaje es el más contundente de los nominados, pero es que no se le entiende, de verdad, los problemas de dicción (o de sonido, yo qué sé) de Alacrán enamorado hacen -o deberían hacer- inviable las opciones de premio para sus intérpretes. 

Mejor Actriz de Reparto
Terele Pávez, por Las brujas de Zugarramurdi

Este año sí, este año el Goya es para Terele Pávez. Es su quinta nominación y la Academia ha demostrado que le tiene mucho cariño (estuvo nominada por el papel desapercibido en Balada triste de trompeta). Suya una de las frases más rotundas que hemos escuchado este año en la gran pantalla: "A mí las brujas no me dan miedo, a mí lo que me dan miedo son los hijos de puta". 

Mejor Actor Revelación
Javier Pereira, por Stockholm

Categoría muy complicada. Berto Romero cuenta con un tirón mediático que puede servirle de ayuda a la hora de ganar votos, y Patrick Criado es el eje central de su película (al fin y al cabo, la boda es la suya) y se ciñe a su papel con naturalidad y frescura, así que no sería descabellado que fuera para cualquiera de los dos. Pero si apuesto por Javier Pereira  es porque parece que tiene pinta de convertirse en un actor de largo recorrido.

Mejor Actriz Revelación
Natalia de Molina, por Vivir es fácil con los ojos cerrados

Categoría complicada. Olivia Melinte hace un doble papel en Caníbal, uno en el que derrocha atractivo y otro es capaz de sacar toda la desesperación por la desaparición de su hermana. Si los académicos no son chovinistas, el Goya es suyo. Si no, irá a parar a Natalia de Molina, que está maravillosa en su papel de joven rebelde que quiere tomar las riendas de su vida en Vivir es fácil con los ojos cerrados

Mejor Guión Original: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor Guión Adaptado: Caníbal
Mejor Película Europea: Amour (Austria)
Mejor Película Iberoamericana: Gloria (Chile)
Mejor Película de Animación: Justin y la espada del valor
Mejor Música Original: Vivir es fácil con los ojos cerrados
Mejor Canción: Alegrías de Cádiz
Mejor Dirección de Producción: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Dirección de Fotografía: Caníbal
Mejor Montaje: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Dirección Artística: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Diseño de Vestuario: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Maquillaje y Peluquería: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Sonido: Caníbal
Mejores Efectos Especiales: Las brujas de Zugarramurdi
Mejor Película Documental: Las maestras de la República


martes, 4 de febrero de 2014

Mis canciones del mes de Febrero


10. Shakira con Rihanna: Can't remember to forget you (N)
Un tímido décimo puesto para el tema que nos presenta el que será el nuevo álbum de la colombiana Shakira. Una canción rock con un toque reggae y ska que canta a dúo con Rihanna. En el videoclip vemos a las dos artistas sobándose y retozándose con las paredes, como ya hiciera Shakira con Beyoncé en Beautiful Liar.

9. Stromae: Tous les mêmes (-6)
Aunque baja en seis puestos, no puedo dejar de recomendaros este vídeo y esta canción cargada de fuerza. Uno de los grandes éxitos en Francia en 2013.  

8.  Beyoncé: XO (-1)
 Beyoncé baja un puesto en la llista con respecto al mes pasado con este tema que ha elegido como primer single para radios pop de su nuevo álbum. Un álbum que ya hemos escuchado y que, sin duda, cuenta con cortes mucho mejores.

7. Alejandro Martínez: Y no lo eras (N)
Os presento un nuevo tema de este cantautor que ya fue Número 1 en CAJÓN DE HISTORIAS con Sólo sabes hablar. Se trata de una voz y un piano, y una historia que habla sobre el ideal de amor que nos intentamos construir una y otra vez influenciados por el sistema. Un ideal romántico que no existe, porque el amor ha de construirse sobre otros pilares. 


6. Pastora Soler: Espérame (-1)
Seguimos esperando que Pastora Soler lance un videoclip de esta canción que ha escogido como segundo single de su último álbum. Mientras tanto, os dejo un vídeo que no tiene demasiada calidad visual pero en el que se puede apreciar el torrente de voz que derrocha la artista en esta canción. 


5.  Luz Casal: ¿Por qué no vuelves, amor? (+1)
Una vez más Luz nos trae una pequeña historia que es un regalo, un canto a las pequeñas cosas de la vida en común, entre dos. 

4. Indila: Dernière danse (N)
Atención a la fuerza de esta canción que es un impacto desde que suena el primer acorde. Y atención a la voz de esta cantante que tiene una voz maravillosa que me lleva volando a países árabes, una voz cargada de matices y con una fuerza increíble. 

3. Laura Pausini y Alejandro Sanz: Víveme (N)
La cantante italiana ha lanzado un disco de grandes éxitos para celebrar sus veinte años de carrera en el que canta a dúo alguno de sus temas más conocidos. Con Alejandro Sanz canta este Víveme que es un canto al amor sin miedos. Al amor, en definitiva, lo que ha cantado durante dos décadas la italiana. 

2. Lady Gaga y Christina Aguilera: Do what u want (+2)
Seguimos la espera de tener (o no) un videoclip de esta canción con el dúo entre las dos cantantes, pero con vídeo o sin él lo cierto es que la canción es seguramente lo mejor que tiene el último disco de Lady Gaga, que es bastante infumable. Do what u want, eso sí, me encanta.  Y mucho. 


1. Rosario: Yo me niego (+1)
El primer single del nuevo álbum de Rosario Flores consigue el Número 1 en CAJÓN DE HISTORIAS, un tema en el que fusiona el soul con el flamenco, porque su voz suena a flamenco, y en el que habla de seguir adelante pese al dolor. Toda una filosofía de vida.