Juan Gabriel Vásquez, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, es de esos creadores maestros, narrador minucioso y preciso, que acierta en los detalles y usa las palabras justas.
Las reputaciones tiene como protagonista a Javier Mallarino, un prestigioso caricaturista bogotano que está a punto de recibir un homenaje por su trayectoria profesional. Sin embargo, un hecho que tuvo lugar años atrás en el que se vieron implicados un político y una niña, podría truncar su reputación.
La novela aborda algunas cuestiones que invitan al lector a reflexionar: ¿cuál es la diferencia entre imagen y reputación? ¿es tan fácil dañar la reputación construida, día tras día, paso a paso, durante cuarenta años? ¿qué tiene que suceder para que esto ocurra? Estas y otra interrogantes nos plantea Juan Gabriel Vásquez a través de esta novela breve, intensa y lúcida como pocas.
Pero también es interesante el proceso de cambio leve que experimenta el caricaturista, algo que se ha ido gestando y que está latente en la mayor parte de la novela, y que tiene que ver con cada una de las decisiones que ha tomado en su vida para construir su nombre y su figura, su reputación al fin y al cabo, la que podría disolverse en un instante por convertirse en aquello que durante toda su vida criticó: uno más del sistema.
Vásquez construye siempre personajes con una carga psicológica profunda, tan vivos que uno quiere buscar su biografía en la Wikipedia. Mallarino es el eje principal de esta historia que es también un alegato a las pequeñas memorias colectivas: esos sucesos que impactan en el ánimo de la sociedad, que tienen repercusiones más grandes de lo que pudiera parecer en primera instancia (en España, por ejemplo, los asesinatos de Ana Orantes o de las tres niñas de Alcasser). Y también, y sobre todo, es una llamada a la reflexión sobre el quinto poder y esa cínica inmunidad que reviste a los generadores de opinión pública, periodistas, columnistas, caricaturistas que sienten la potestad de hundir o elevar carreras. Ese es Mallarino. Alrededor de él, otros personajes secundarios, como el de su exesposa y el jefe del periódico, sirven para componer una radiografía certera de la idiosincrasia de la capital colombiana.
Definitiva y objetivamente hay clases literarias, le pese a quien le pese, y Juan Gabriel Vásquez está en el restringido grupo de la alta literatura. Las reputaciones es una novela que propone al lector el desafío de completar, por sí mismo, todo aquello que no se dice. Una obra que se lee de manera activa -no es liviano entretenimiento- y se analiza para encontrar recovecos que maticen nuestro yo.
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Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
