Ha nacido una estrella nos muestra algunas cosas que desconocíamos hasta la fecha:
- Lady Gaga, además de una gran cantante, es una buena intérprete.
- Bradley Cooper, además de buen actor, es un gran cantante.
- Bradley Cooper todo lo hace bien, incluso dirigir.
- Pon un Bradley Cooper en tu vida.
Esta historia ya nos la han contado antes: gran artista se enamora de una chica de barrio que canta como los ángeles y lanza su carrera hacia el estrellato hasta el punto que logra sobrepasarlo.
El valor añadido de Ha nacido una estrella es el binomio Gaga-Cooper, que logra una química espectacular. Está dividida claramente en dos partes: la primera, que tiene que ver con el descubrimiento de ella, más luminosa; y la segunda, que narra el descenso a los infiernos de él, mucho más oscura.
Metraje largo, se podrían haber recortado algunos minutos, pero a pesar de todo logra mantener al espectador entretenido durante todo el tiempo. Brillante a veces, excesiva otras, previsible casi siempre, pero con algunos instantes maravillosos, especialmente los musicales.
Concebida para las alfombras rojas de la temporada, tiene pinta de que veremos a Cooper subiendo a recoger el Oscar como Mejor Actor, en la que será su cuarta nominación como intérprete. Incluso puede que la veamos a ella, bañada en lágrimas, recoger la estauilla dorada y dejar a Glenn Close sentada una vez más. Lo sabremos en unos meses, mientras tanto, disfrutemos de Shallow, el tema principal de la película y lo mejor de la misma.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria