lunes, 29 de septiembre de 2008

PAFUERA TELARAÑAS, de Bebe


Rebuscando en este CAJON DE HISTORIAS he encontrado uno de los mejores discos en español de los últimos años. Un disco con una cara y una cruz, una parte positiva y otra muy triste. Una cara llena de ritmos alegres, ska, como Sitete horas o Ska de la tierra. La otra es lamento poético, un silencio cantado que emociona y engancha: Siempre me quedará, Razones. Y, además de esto, está Malo, que no encaja en ninguna de las dos partes, que fue el primer single y forma parte ya de los clásicos de la música española, parte de la memoria colectiva de toda una generación.


Si bien es cierto que Bebe se ha hecho popular por el coraje y las letras reinvidicativas de sus canciones (Ella) , son las canciones acústicas las que más consiguen emocionar, letras de desamor, de amor perdido sin apenas llanto ni gritos, pero con todo el dolor del final, sea éste precipitado o dilatado, da lo mismo. Y, de entre todas, destaca Tu silencio: una canción sobre el final de una relación llena de un amor puro, un final inevitable porque el dolor amenaza con destruir todo, y por eso el silencio marca el inicio de una nueva etapa de olvido, y a la vez de recuerdos impregnados en el otro.


En tu silencio habita el mío y en alguna parte de mi cuerpo habitó un trozo de tu olor.
En tu silencio habita el mío y en alguna parte de mis ojos habitó un trozo de dolor.



domingo, 28 de septiembre de 2008

NO ES PAIS PARA VIEJOS, de los hermanos Coen


Los hermanos Coen vuelven a ofrecer su particular visión del mundo y de la América más profunda en la que es, hasta el momento, su última película. No es país para viejos no destaca por la utilización de recursos técnicos o artísticos que emocionen al espectador, sino por una serie de carencias que provocan sensaciones no fáciles de conseguir, como la tensión que acelera el corazón y oprime el pecho hasta tal punto que quieres gritar y que el tiempo avance para saber lo que ocurrirá después.


La carencia de música se convierte en un personaje más de la película, así como la falta de cualquier sentimiento humano en el personaje de Bardem. Porque la cinta más que de los hermanos Coen es de Javier Bardem que en cada mirada, en cada gesto y en cada movimiento consigue atrapar al espectador, desnudarle y provocar todos los sentimientos arriba mencionados. El actor español nos regala una interpretación de las que estremecen, un asesino que se dejó el alma en algún cajón de su vida que nada tiene que envidiar al Hannibal Lécter interpretado por Anthony Hopkins en El silencio de los corderos. Bardem grande como nunca – o grande como siempre – que altera las noches de sueño ante la pesadilla de que el psicópata Anton Chigurh pueda existir.


No es país para viejos es la vuelta de los hermanos Coen a la buena narrativa cinematográfica tras las comerciales y mediocres Crueldad intolerable y Ladykillers. Las drogas, el dinero y la muerte despojada de moral son algunos de los temas tratados y retratados de la manera más cruda, el antisueño americano, la aridez en esencia. Una desnudez que únicamente la ironía de Tommy Lee Jones consigue arropar. Película llena de sombras y de frialdad rodada sin artificios, de una manera pura y casi artesanal en esta época en la que los efectos especiales caros inundan la cartelera.


Es este purismo y este aire atemporal que la envuelve lo que, paradójicamente, la hace especial, dando un empujón a todos aquellos que continúan creyendo en el cine más clásico. Los hermanos Coen han dejado claro al mundo entero, tanto a los que les ha gustado el film como a los que no, que lo más importante para hacer cine siguen siendo las ideas, por íntimas y personales que sean. Han demostrado ser unos directores inteligentes, con una gran complicidad para sacar lo máximo de sus actores y con las cosas claras sobre el cine que quieren. Un cine que, alejándose de lo puramente comercial consigue estremecer al gran público.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

VICKY CRISTINA BARCELONA, de Woody Allen


La última película del personalísimo director Woody Allen debería haberse llamado Barcelona Maria Elena y Juan Antonio. En este orden.

Primero, porque la ciudad es la auténtica protagonista de principio a fin. Todos los barceloneses pueden sentirse orgullosos de ver su ciudad retratada de una manera profunda e íntima, haciendo énfasis en los pequeños detalles, en los rincones, en su gente, su ambiente y su vida. Porque alguien me dijo una vez que Barcelona es como Madrid pero con más color y Allen ha sabido encontrar esos colores y hacérselos llegar al mundo entero.


Segundo, porque Maria Elena, el personaje de Penélope Cruz, es un personaje secundario pero, sin duda, el más intenso de la película. La actriz española -tan española como en Volver de Almodóvar- demuestra a todos los que la critican que cuando trabaja con un buen director de actores, y Woody Allen lo es, puede dar mucho de sí misma. Mucho y más, porque sus gestos, sus miradas, su temperamento y su carisma es lo que más eleva la película, lo que la hace más divertida.

Y tercero, porque Juan Antonio, el personaje del oscarizado Javier Bardem, es el motor del film: todo gira entorno a él. Bardem seductor, atractivo y correcto a pesar de que su personaje no sea tan exprimible como el de Cruz.

Por último, encontramos a una Scarlett Johansson que no acaba de convencer, guapa como siempre pero poco más, a una Rebecca Hall obviada por la mayoría de los críticos por su simpleza y un guión escrito por Woody Allen dinámico, interesante, en el que se trata con humor la búsqueda del amor, la importancia de la pasión y la intensidad y la locura con la que se vive una relación sentimental, ya sea entre dos o entre tres.

Una película amable que hará las delicias de los seguidores del director y gustará también a los amantes del buen cine. En cuanto a Penélope, ¿será nominada una vez más a los oscars? Habrá que esperar, pero lo cierto es que su actuación lo merece...

domingo, 21 de septiembre de 2008

PERSÉPOLIS, de Marjane Satrapi



La historia del pueblo iraní a finales de los años 70 y principio de los 80 se ve reflejada en este cómic, o libro de ilustraciones, como a mí me gusta llamarlo.


Marjane Satrapi, la autora, nos relata la historia de Irán a través de su propia historia, la historia de su infancia y su juventud. Esto convierte al libro en material didáctico y ayuda a todos los xenófobos a abrir su mente: a muchas de las jóvenes iraníes no les gusta llevar el velo, aunque se lo impongan. Y, pese a las restricciones del islam, salen de fiesta y terminan acostándose con chicos. También es cierto que Satrapi proviene de una familia de la clase alta iraní, y que la educación recibida, su cultura laica y francesa, la convierten en una joven muy occidentalizada.

Persépolis consigue enganchar a los lectores sin importar su edad ni su religión, gracias a unas palabras directas y emotivas, que provocan una sonrisa tierna y una risa mordaz.

Absolutamente recomendable.

viernes, 19 de septiembre de 2008

LAS HERMANAS BOLENA


Pese al rechazo previo que me invadía a la hora de enfrentarme a otra película con monarcas, caballeros con armaduras y damas con corsé, lo cierto es que Las hermanas Bolena ha conseguido captar mi atención de principio a fin: una historia de envidias entre hermanas y las ansias de ambición de una familia cuyo único objetivo es pertenecer a la realeza y alcanzar la inmortalidad.

Tengo que reconocer que, en principio, el único aliciente era el duelo de actrices principales: Natalie Portman y Scarlett Johansson. Pero ya desde las primeras escenas tuve muy claro quién era la protagonista principal: una Natalie Portman grande, llena de ira, de ambición y de odio que apenas deja espacio a la pobre Johansson, cohibida, triste y guapa, pero muy por debajo.


Por lo demás, un film que sin Portman hubiera sido mediocre. Afortunadamente, la actriz derrocha fuerza y magnetismo, ella es el núcleo principal de la cinta, descolocando incluso a Eric Bana, quien, a pesar de todo, muestra aplomo y entereza interpretando a Enrique VIII.


Una película entretenida para una tarde de domingo sin planes.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

TENIA TANTO, de Nena Daconte


El primer single del que será el segundo disco de Nena Danconte es una canción pegadiza como la que más pero no por ello con menos profundidad o madurez.

Tenía tanto es una mezcla de sensaciones, una tristeza alegre, o una alegría nostálgica. Un tema sobre lo que se ha tenido y se ha perdido, pero siempre con la mirada puesta en el futuro, con la solidez de que ya no se puede volver atrás, y por eso, lo único que podemos hacer es guardar los bonitos recuerdos en el fondo del corazón.

Sin duda, una evolución positiva la de este grupo que demuestra que la música española tiene mucho que ofrecer, a pesar de que las discográficas se nieguen a grabar nuevo material y solamente se publiquen discos de versiones.


martes, 16 de septiembre de 2008

COSMOFOBIA de Lucía Etxebarria


La última novela de Lucía Etxebarria, una de las autoras más aclamadas del país (ganadora del Premio Planeta y el premio Nadal, entre otros) es una historia de historias, una tela de araña que va tejiéndose poco a poco, enganchando al lector y haciéndole preso de un tormento amoroso al que están sometidos los personajes: árabes, negros, modelos, diseñadores, artistas, amas de casa... Un contraste de sombras y luces, de lujos y miserias que tienen lugar en el barrio madrileño de Lavapies.
Pero ni la mezcla de razas, colores, religiones y clases sociales puede ocultar la similitudes del ser humano, evidenciando la desnudez de todos ante el amor, el odio y el sexo.

Una novela con la que Etxebarria vuelve a una narración dinámica y ágil, depurada, y en la que no se echan de menos las frases vulgares y obscenas que han convertido a la autora en una innovadora de la narativa clásica y purista. Le encantará a los amantes de la buena literatura actual, a todos los que quieran alejarse de misterios, códigos y catedrales.