Texto: Ismael Cruceta @Cajondehistoria
Con nuestras credenciales. |
Vanesa Martín salía anoche con puntualidad inglesa al escenario del Teatro de Madrid. Ella sola y su guitarra, y arropada por su público, comenzó cantando Trampas, la canción que abre su último álbum, la mejor manera de empezar un concierto que se preveía intenso y emotivo. De pronto una canción me lleva a ti, de nuevo hay un pellizco en este corazón…
Tras esta canción, salieron al escenario sus cuatro músicos, y la malagueña saludó a Madrid, la ciudad que la vio crecer artísticamente y que tan especial conexión tiene con los aires del sur, para después hacer un recorrido por los mejores temas de sus dos discos, Agua y Trampas. Cada vez sintiéndose más cómoda, haciendo al público más partícipe en cada canción, conectando con todos, derrochando simpatía y sencillez, y emocionando con sus letras de historias cotidianas y, casi siempre, tristes.
La cantautora, dotada de una especial fuerza creativa, de una sensibilidad sencilla y certera que le ha llevado al éxito, que hace sentir a su público identificado por sus letras, cantó temas como Si me olvidas, La vida, Hago música o Aquí y ahora, con los que su interpretación y su voz emanaron sentimiento, y cada movimiento de su cuerpo, su cara y sus manos, introducen al público en esa historia.
Uno de los momentos más íntimos del concierto fue cuando cantó Durmiendo sola (actual número 1 en Mis canciones del mes de Febrero), cantada con voz y piano. Y también fue muy especial el momento en el que presentó un tema inédito, que se incluirá seguramente en su próximo álbum: Arráncame. La artista pidió a los presentes que no colgaran el tema en Youtube, que respetaran la magia de la música. No seré yo quién lo cuelgue, más que nada porque cuando voy a un concierto voy a disfrutarlo, no a grabarlo. Lo que puedo afirmar con rotundidad es que es un tema cargado de pasión desgarrada, que cortó la respiración de todo el teatro que no pudo más que deshacerse en aplausos cuando finalizó el tema.
Un concierto fresco y bonito, con toda la belleza que tienen siempre los conciertos que se hacen en teatros. Una cantautora que disfruta con lo que hace y que tiene la suerte de hacer la música que quiere y le gusta, y eso es una suerte, no sólo para ella, sino también para el público. Mi enhorabuena desde CAJÓN DE HISTORIAS.