Seducido por la atractiva portada, por el acertado título, por la sinopsis prometedora y por los buenos comentarios en Amazon, me decidí a comprar esta novela que leí el pasado mes de noviembre (sí, como veis, llevo mucho retraso en la publicación de mis reseñas). Se trata de una distopía ambientada, en parte, en 2023, en la que un hombre despierta del coma después de diez años y se encuentra con un sistema político totalmente diferente en esta España nuestra. Pronto, empezará a descubrir que él, un famoso periodista, ha tenido algo que ver en ese profundo cambio que ha sufrido España, y también las razones que le llevaron a ese estado de coma en 2013. Esto, intercalado con una historia de amor inesperado.
La novela es muy entretenida y engancha de principio a fin, incluso si en algunas partes ofrece una visión demasiado simplista de las razones que llevaron al levantamiento popular y cómo esa revolución desembocó finalmente en una especie de dictadura comunista tecnológica. También es cierto que el argumento tiene partes previsibles, pero no por ello se disfruta menos.
Dicho esto, he de resaltar que los puntos más fuertes son la delineación de los personajes, tanto el del protagonista como el de la chica, que otorgan peso y calidad a la novela, aunque se echa de menos una mayor profundidad en su carácter y en sus decisiones, porque nunca los buenos son tan buenos ni los malos tan malos. El autor ha sabido crear dos personajes que, no por especiales, dejan de ser verosímiles, y que un personaje esté lleno de verdad es uno de los motivos que hacen que una novela triunfe o fracase. Y esta triunfa, aunque dista de ser una obra literaria mayor. Es entretenida, engancha, y gusta, pero no deja un enorme poso en el lector, a pesar de todo. No consigue conmover o remover.
Unai Ramos Fernández se mueve con fluidez en la estructura que ha diseñado para prolongar la tensión, es muy diestro relatando las escenas de acción y las de sexo, aunque le ha faltado arrojo para rematar la historia, y la amabilidad rechina en una historia que podría haber tenido algún punto álgido de esos que hacen imposible seguir leyendo durante un tiempo (una muerte inesperada, un giro brusco) porque dejan al lector destrozado. En ese sentido, todo es bastante plano.
En definitiva, hay mucho de cal y mucho de arena en esta reseña, pero el veredicto lo tenéis en las etiquetas: Categoría: Bueno (por los pelos, porque la verdad es que he dudado hasta el final si ponerle en la categoría de regulares). Por lo tanto, recomendable, aunque, en mi opinión, (muy) lejos de ser una maravilla.
La frase "No consigue conmover o remover" ha sido decisiva. Me gustan las novelas que consiguen llegarte, conmoverte, así que en principio creo que no la leeré (al menos de momento no la voya a poner en mi lista de lecturas pendientes.
ResponderEliminarSaludos
La verdad es que te entiendo, a mí me pasa lo mismo! Besos
EliminarMe la llevo apuntada. Gracias guapo.
ResponderEliminarYa nos contarás que te parece si finalmente lo lees un beso!
ResponderEliminar