LOS JUEGOS DEL HAMBRE: EN LLAMAS, de Francis Lawrence

Cambio de director para la segunda parte de esta saga: Francis Lawrence (Soy leyenda, Agua para elefantes) pero la película consigue mantener las premisas y el buen hacer de la primera parte: contextualizar primero para pasar a la acción después. Lo único negativo (o no, según se mire) es que En llamas no acaba, se queda a medias, a la espera de la tercera parte. Os resumo el argumento:

Después de ganar los 74º Juegos del hambre, Katniss y Peeta emprenden una gira de promoción por los distritos de Panem. Lo que no saben, y lo que tampoco puede predecir el Capitolio, es que ellos -especialmente ella-  se han convertido en unos abanderados de la revolución que se están germinando en el país contra el sistema opresor. Ante la situación de alarma que comienza a gestarse, el presidente Snow decide organizar unos Juegos del Hambre en el que tendrán que competir a muerte los tributos vencedores de otros años: es decir, Katniss y Peeta deberán volver al campo de batalla en una especie de Gran Hermano VIP. El objetivo real, claramente, es acabar con Katniss y cortar de raíz las ansias de revolución del pueblo.

La película consigue mantener, por un lado, la estética increíble de la primera, cada detalle recargado que hace que se convierta en un espectáculo visual; y por otro lado, consigue mantener la tensión de principio a fin. El director se toma su tiempo para explicar la situación, y lo hace con efectividad. En cuanto a los actores: Jennifer Lawrence matizando poco a poco su personaje, del que estamos ya enamorados porque es una líder y queremos que sea la que nos guíe en la revolución, aunque tendremos que esperar dos películas más para ello... A Josh Hutcherson ya le hemos cogido cariño y al final igual nos decantamos por él, aunque sea más feíto; de Liam Hemsworth pedimos verle sin camiseta, y aquí se nos cumple el deseo, aunque sea para que le den unos latigazos infernales (pobre); y el resto del elenco igual de efectivo que en la primera: Stanley Tucci, el presentador histriónico; Woody Harrelson, que será un alcohólico pero nos va cayendo mejor; Elisabeth Banks que aunque es tontita tiene un buen fondo; Donald Sutherland, que es más malo que un dolor, o Lenny Kravitz en una demostración de que la moda también te puede traer problemas. A ellos, se les suma el oscarizado Philip Seymour Hoffman, en un papel de topo que parece que adquirirá protagonismo en las siguientes partes de la saga. 

En definitiva, muchísima acción, revolución con joven y guapa heroína, y unas gotitas de amor imposible. ¿suena a más de lo mismo? Pues os equivocáis porque Los juegos del hambre: En llamas es mucho más que eso y consigue mantener al espectador ojiplático de la vida con sus efectos especiales, con sus nuevas reglas y con un mensaje de justicia y esperanza. Tanto es así que al final a uno le dan ganas de irse al Congreso de los diputados, besarse tres dedos y alzar la mano. 

Lo peor, falta un año para la siguiente entrega (mecagüen...)

Os animo a ver el trailer que es una pasada:

Texto: Ismael Cruceta @CajonDeHistoria