Fue la madrugada del pasado domingo cuando me enteré, vía Twitter, que Whitney Houston había fallecido. En la red social es fácil que maten cada semana a un personaje famoso, pero en esta ocasión era Ricky Martín quien expresaba sus condolencias. El País confirmaba rápidamente la noticia. El domingo se celebraron unos premios Grammy que se convirtieron en un homenaje improvisado, ante un mundo impactado que no esperaba su muerte, no al menos ahora y así, cuando parecía que la artista se disponía a renacer por enésima vez, aunque su voz jamás volviera a ser la misma.
Han pasado cinco días ya, han sido muchas las reacciones y los comentarios que ha despertado esta muerte inesperada, y el mundo sigue, avanza todo tan rápido que parece ilógico hablar del mismo tema durante dos días, parece impúdico incluso sentir la pérdida más de tres.
Pero el hueco que deja su voz será difícil de llenar de nuevo, una voz negra y soul, potente pero dulce, limpia pero llena de matices, cargada de personalidad. Whitney que nació cantando con su madre, Cissy Houston, con su madrina Aretha Franklin. Que consiguió que su nombre resonara en el mundo entero y su voz se escuchara sin necesidad de relacionarla con nadie. Ella, simplemente, Whitney Houston.
Desde mediados de los 80 alcanzó el éxito, pero la película El guardaespaldas y su banda sonora le hicieron escalar hasta los primeros puestos de las listas de ventas internacionales, consiguió dos nominaciones a los Oscars y tres premios Grammy, icluido el de Mejor Álbum del año y Mejor Grabación del Año para I will always love you, una balada triste e inolvidable que representa el esplendor de la diva, de esas divas de los noventa, elegantes, donde lo que primaba era la voz y el sentimiento.
Pero Whitney se apagó, se fue apagando lentamente y en su último disco, I look to you, editado en 2009, ya demostró que su voz quedó varada entre las drogas y la tristeza de su vida. Porque hay estrellas que se meten en terrenos farragosos y no son capaces de salir, estrellas decadentes que dejan de brillar.
Quedémonos con la mejor Whitney, con esa Whitney que era capaz de silenciar estadios llenos de gente con un susurro, como con One moment in time, el tema de los Juegos Olímpicos de Seul 1988; la Whitney que era capaz de erizar la piel con el quebranto de su voz, la artista que ganó un Oscar por When you believe, un tema que cantó junto a su amiga Mariah Carey; la cantante que supo reinventarse con My love is your love, el mejor de sus álbumes.
Whitney Houston que venía dando tumbos, que llegó a tener tanta fuerza y que apenas era ya la sombra de lo que fue, que dio muestras de ese carácter de diva que le corría por las venas, fuerte por fuera y tan frágil por dentro. Para mí siempre será una de las mejores voces de todos los tiempos, y alguna de sus canciones forman parte de mi vida y de mi historia. Y eso nunca cambiará ya.
Un post para recordar:
No soy mucho de la música pop y por eso no era muy próximo a Houston pero tú lo has dicho muy bien, cantó en una olimpiada y ganó un Oscar por su música, era una estrella que se ganó un lugar con su talento, tiene un amplio público y a ellos va su obra, los de afuera como yo que hemos podido apreciarla con canciones universales como el guardaespaldas también sabemos de su fuerza musical y sentimos su falta, más si vemos que era un ser humano caído en desgracia. Una pena. Un abrazo.
ResponderEliminarha sido una gran pérdida, aunque quizá ya la habíamos perdido hace tiempo...
EliminarUna de las grandes. Me emocionaba siempre con sus baladas. Tenía tanta capacidad para transmitir... Una pena que no haya sabido aprovechar mejor su vida. Se apagó una gran voz.
ResponderEliminarBesotes!!!
a mí también me gustaban muchísimos sus baladas, cuando derrochaba voz... besotes!
EliminarSeguiremos recordándola al escuchar sus canciones. Siempre tendremos eso.
ResponderEliminarSaludos.
por suerte!! una de mis favoritas, y no muy famosa, es i learded from the best, te la recomiendo!
EliminarMe dio mucha pena cuando me enteré. Pobrecilla, lo que ha tenido que sufrir. Saludos
ResponderEliminara mí también me impactó mucho, no me lo esperaba!! un abrazo!!!
EliminarYo también prefiero quedarme con sus buenos momentos y sus grandes canciones, sin duda.
ResponderEliminarsaluditos
la verad que sí, los últimos años estaba hecha ya una pena...
EliminarA pesar del mal giro que tomó su vida, será imposible olvidar esa gran voz.
ResponderEliminarBesos!
imposible de olvidar, efectivamente! de eso no hay duda! su voz es única, increíble.
EliminarBuen homenaje. Una verdadera lástima. Un abrazo y hasta siempre.
ResponderEliminarmuchas gracias, me alegra que te haya gustado! abrazooo!
EliminarPor algo cuando en un programa de imitaciones alguien se proponía imitar a la Houston, el público temblaba...porque para llegar a esa voz...
ResponderEliminarera la voz!!
EliminarUna gran pérdida, sin duda. Además, totalmente inesperada, a pesar de que se haya ido apagando poco a poco. Un gran homenaje el de esta entrada. Un abrazo.
ResponderEliminarmuchas gracias jesús!! me alegra mucho que te haya gustado! un abrazo!!!
EliminarQué pena de mujer.
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