Así empieza esta novela con la que Marguerite Duras ganó el prestigioso premio Goncourt en 1984 y con la que la escritora y cineasta francesa alcanzaría una popularidad internacional. Es una de esas novelas que abren una profunda herida en el lector desde la primera página hasta la última, que son capaces de fascinar desde el primer párrafo por la precisión de las palabras escogidas, por el alcance de sus 150 páginas, por la plasmación sobre el papel de los pensamientos, en una especie de vómito del subconsciente.
El amante son los recuerdos sobre el despertar del amor y del placer en una muchacha. Pero resumir el libro con esta frase es quedarse demasiado corto, ser demasiado simplista, porque en este libro hay mucho más. Es también el cómo la relación con la madre marca una vida, la de la protagonista, y cómo su infancia en la colonia lo hace de igual manera, en una especie de cárcel brutal, ambas, madre y país. Porque esa madre, despellejada viva por la pobreza, no podía dejar de aparentar ser una persona diferente, marcada quizá, seguramente, por su origen. Y la desesperación y la desesperanza se mezclan siempre con el amor, en un vínculo que seguramente se crea desde el primer aliento, tuve esa suerte, la de esas noches, la de esa madre. El libro es capaz de diseccionar la distancia cultural entre indígenas y colonos en la Indochina francesa que nunca fue Francia, nunca lo sería por mucho que allí ondease su bandera.
El amante es la madurez del relato de un personaje maduro que ya era maduro con quince años y medio, y eso otorga un peso y un valor indiscutible a una obra en la que el detalle innecesario adquiere más valor que nunca a la hora de dibujar el perfil psicológico de un personaje magistral y su contexto: los tacones altos de lamé dorado, el sombrero de fieltro flexible de ala plana, de color de palo de rosa con una ancha cinta negra.
Y además, El amante es también la musicalidad de las letras, la luz caía del cielo en cataratas de pura transparencia, en trombas de silencio y de quietud, el arte descarnado de las palabras, el deseo por una mujer, Hélène Lagonelle, que se aparecía en sueños; El amante es la partida a Francia, en barco, cuando los viajes calaban en uno de otra manera, quizá por su duración, quizá. El amante es la muerte del hermano menor que marca y destroza la vida. Y El amante es el amor de ese hombre de Cholen, él chino y ella europea, amor imposible y para siempre: le dijo que todavía la amaba, que nunca podría dejar de amarla, que la amaría hasta la muerte.
Y todo esto no es nada. Porque hay que leer esta novela en la que cada palabra cuenta mucho más. O en la que cada palabra cuenta, a secas, y eso ya es más de lo que podemos encontrar en muchos libros.
La frase:
He tenido la suerte de tener una madre desesperada por un desespero tan puro que incluso la dicha de vivir, por intensa que fuera, a veces, no llegaba a distraerla por completo.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Debo ser de las pocas que no le gustó la novela. Puede que tenga los matices que se destacan, pero yo no habré sabido apreciarlos. No lo niego. A mi me pareció un poco caótica y apresurada. En mi reseña comenté que igual en unos años lo leo y hasta puede que me guste.
ResponderEliminarUn saludo.
Como vengo diciendo, me parece genial que tengamos visiones diferentes, y muy enriquecedor! Te invito, con todo, a releerla dentro de unos años, a ver cómo evoluciona en ti.
Eliminarun abrazo!
No puedo estar más de cuerdo contigo, a mi parecer muy caótica, cuesta seguirla, saltos de tiempo y lugar, e incluso de personaje. A veces parece narrado en primera persona, a veces en tercera. Es quizá el libro más corto que he leído y se me hizo eterno
EliminarA mí tampoco me gustó, la manera cómo se relata me parece caótica , la verdad es que me costó entender muchas frases , no sé si por la traducción .
EliminarMe la terminé porque es corta , si no la habría dejado.
Yo, como Angry Bego, tampoco disfruté con la novela. No pillé el estilo inconexo de la autora y la historia se me hizo interminable, y eso que es corta. De hecho, diría que ni siquiera la pude acabar...
ResponderEliminarUn abrazote.
Jolines, qué pena que no te gustara, ya ves, a mí me ha parecido una maravilla. Creo que tiene que ser agotador crear un libro así, un gran trabajo. Para gustos... you know :P
EliminarUn abrazo!
Toda la novela es un placer, como dices la misma forma en que esta escrita, de las pocas que hssta lo que se cuenta o deja de contar no se hace tan importante, o puede que sea creer esto engañarnos. Es la mezcla entre la autenticicad de lo contado, como dices, vimitando du subconsciente, y la elegancia y maestría con la que es capaz de escribirlo.
ResponderEliminarYo también me fijé en esos párrafos dedicados a la guapa Helène Lagonelle, la excepción a eso que ella pensaba que era donde residia el atractivo, que no era exactamente la belleza o la rareza o los vestidos o los potingues, excepto para HL, tan guapa y deseable, sin siquera ella ser consciente.
Somos muchos los que hemos disfrutado de esta lectura :D ¿lo has leído en fgansés?
Gracias Icíar por venir, después de los dos primeros comentarios estaba empezando a dudar de mí mismo (en realidad no, jajaja). Vi tu nota y tu reflexión sobre HL y me pareció muy interesante, lo que demuestra que es una obra cargada en matices que se pueden escurrir entre las manos a la mínima.
EliminarLa he leído en español porque no la tenían en francés en mi biblioteca. Pero tienen otras en francés y las buscaré, porque pienso seguir leyendo a Duras.
un besote!
Grandísima autora que supongo habrás desgustado en francés, si no la relectura debe ser en francés. Es un libro impactante, breve, directo pero produce una sacudida, me han entrado ganas de leerlo de nuevo. Un abrazo.
ResponderEliminarComo le decía a Icíar, lo he leído en español porque no lo tenían en francés en mi biblioteca. No suelo leer autores francófonos en español, pero como me apetecía apuntarme a lectura conjunta, decidí hacerlo en español, y no me arrepiento porque he disfrutado muchísimo. No sé si la releeré en francés, pero sí sé, con seguridad, que leeré otras obras de la autora en su lengua.
Eliminarun abrazo!
Una de tantas novelas pendientes...
ResponderEliminarHe visto la adaptación que ha hecho Jean-Jacques Annaud y me había gustado, así que la novela, siempre superior, sería una buena opción.
Saludos.
Es una novela maravillosa! te la recomiendo mucho!
Eliminarun abrazo!
La tengo pendiente, cada vez con más ganas y con más curiosidad. Un besote!
ResponderEliminarEs una novela maravillosa. Uy, eso ya lo he dicho! pues nada, lo repito: ES UNA NOVELA MARAVILLOSA. tienes que leerla, Meg, a ver qué te parece a ti. muaks!
EliminarLleva tiempo entre mis pendientes. Y las reseñas que estoy viendo últimamente me están diciendo que debería sacarlo ya de esa lista y leerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Sí por favor, Margari, tienes que leerlo, es muy profunda y lo que hace la autora a nivel narrativo es toda una proeza.
Eliminarun besote!!!
Hay que leerla y releerla!!
ResponderEliminarBesotes
No sé si viste en un comentario de la entrada de Carmen que alguien (Dorothy) decía que este libro y 'El amante de la china del norte' son en realidad la misma historia y animaba a leerla dos novelas casi a la vez, para mezclarlas y entenderlas mejor. Creo que la haré caso.
Eliminarun besote!!!
La leí años atrás y me sigue gustando...magnifica reseña, de un libro que se torna inolvidable.
ResponderEliminarMuchas gracias, me alegra que te haya gustado la reseña, es fácil cuando una novela te llega tan adentro.
EliminarEs hermoso este libro ojala pudiera leerlo en francés
ResponderEliminarTodo es ponerse!! yo suelo leer en francés pero justo este lo he leído en español, y creo que hay que tener un nivel muy alto de francés para entenderlo bien, o leerlo despacito, porque es complejo, intenso, cargado de matices.
EliminarLo leí hace mucho y la verdad es que no conseguí conectar con la historia ni con los personajes, aunque creo que quizás no me pilló en el momento adecuado. Un beso
ResponderEliminarPuede ser Pilar, el momento siempre es muy importante a la hora de enfrentarse a determinados libros. un besote!
EliminarMe lo leí hace años y me gustó. No es que me fascinara, pero me pareció que tenía una calidad literaria muy alta.
ResponderEliminarUn beso
Efectivamente, creo que tiene una calidad literaria muy alta. A mí me ha fascinado, jejeje
Eliminarbesos!
Me ha encantado tu elegante reseña, Ismael. Como ya sabes, coincidimos plenamente en la valoración de la novela como obra maestra. Magnífica. Como ya le comenté a Icíar, yo voy a continuar en breve con esta historia desde otra perspectiva. Voy a leer El amante de la China del norte. Te lo digo por si te animas...
ResponderEliminarBesines,
Beisn,
Muchas gracias por lo de elegante reseña!! :)
EliminarPues sí, creo que voy a animarme, aunque tengo otras lecturas pensadas creo que lo voy a intercalar en alguna de ellas para no dejar pasar demasiado tiempo y seguir la recomendación que te hizo Dorothy en tu blog.
un beso!
estoy por terminarla y estos dias me han parecido poco menos que eternos, no me he conectado con la historia
ResponderEliminartal vez la lei en mal momento
saludos desde Mexico =)
No todo el mundo sabe ni puede apreciar la delicadeza. Es un hecho. Para valorar esta novela se debe contar con una delicadeza y un refinamiento en el sentimiento, con una sensibilidd que no está al alcance de todo el mundo.
ResponderEliminarHay personas excelentes en su capacidad de percibir la sutilidad, de emocionarse con la elegancia de la belleza de una obra así. Otras no. Es su problema, y no el tuyo, Ismael; eres humilde y eso habla de tu nobleza, de tu integridad e inteligencia. Pero quien percibe más acaba muchas veces sintiéndose cuestionado por los que no llegan a a esa cima, a esa dicha. Los mediocres siempre cuestionan a los sensibles para protegerse de su propia incapacidad, en vez de cuestionársela e intentar ver más allá y luchar contra su miopía. Es más fácil denigrar a quien es más perceptivo, capaz y sensible que cuestionarse a uno mismo como mediocre incapaz de superar sus limitaciones. es más fácil defenderse atacando a alguien más capacitado para reducir el brillo que emite, su capacidad de captación y valoración de la belleza.
Ismael, no me siento nada injusta ni irrespetuosa diciendo esto; estoy cansada de la prepotencia y falta de humildad de los mediocres y les doy a probar un poco de su propia "medicina" a ver que tal les sienta. Como son mediocres y no pueden cuestionarse sin descubrirse como tales, les sentarà fatal. Sólo se atreven y son capaces de cuestionarse las personas que pueden ir mas allá como tu.
Escribo desde este posicionamiento y tono porque estoy cansada del dominio la pequeñez de esos liliputienses vulgares que desacreditan a grandes creadores y ellos mismos no serían capaces de hacer demasiado más allá de la O con un canuto.
Me cansan y me exasperan. Ismael, rebátelos. Tienes miles de argumentos. No dejes que te aten coon cuerdecitas, son poca cosa pero son muchos y reducen a la gente inteligente, sensible, profunda, auténtica, porque se sienten íntimamente amenazados en su vulgaridad.
Critican una gran novela porque no saben ver esa grandeza, pero no se lo plantean, no se esfuerzan. Atacan a quien sí percibe ese valor. Ésa es la táctica. No cedas.
No los estoy atacando, sino desudando y denunciando. Porque no dan para más y es lo que hay, y que se lo coman con patatas; ya no aguanto la estupidez y la soberbia de sus valoraciones hechas desde la limitación y el ataque más o menos 'educado' a quien ve la belleza y la valora. Si son incapaces de esto, para protegerse necesitan encubrirlo de suficiencia.
Así va el mundo hoy en un momento en que los mediocres han alcanzado el poder; en la era de los mediocres.
No te rindas, mantente firme, Ismael. Sé fuerte de corazón y de ánimo para defender la profunda y triste belleza de una novela como ésta sin complejos ni inhibiciones.
Y quien no llegue a entenderte, no es tu problema, es el suyo. No busques agradarlos o te dominarán. Sé tú, sé auténtico.
Tarde o temprano la virtud triunfa de manera más directa o indirecta, de manera más o menos clara o inesperada/insospechada.
Sé y cree, y no te dejes arrastrar por la vulgaridad que va a intentar siempre apagar el brillo de aquellos que los superan, que llegan mucho más allá, que excelen.
Un fuerte abrazo y a los mediocres, mi más profunda compasión por su actitud y respuestas.
Raquel