lunes, 21 de octubre de 2013

MI PLANTA DE NARANJA LIMA, de José Mauro de Vasconcelos


Uno de los clásicos contemporáneos de la literatura latinoamericana, una de las novelas más leídas de la literatura brasileña desde que se publicara en 1968. Narrada en primera persona, es la historia de Zezé, un niño de cinco años de una familia muy pobre. Él cuenta sus aventuras a su plantita de naranja lima, a la que llama Minguito y también Xururuca cuando se pone tierno, le cuenta también las palizas que le pegan en su casa porque, según él, tiene el demonio dentro.

La novela desprende ternura desde la primera página hasta la última, una sensación fresca que se mantiene y que va adquiriendo nuevos matices gracias a la amistad preciosa que surge entre el niño y El Portuga, uno de esos personajes memorables, que desfilan por las obras y dejan una huella imperecedera. Tan memorable como el propio Zezé, que consigue que el lector sonría entre lágrimas de emoción. Porque la novela va y viene entre la angustia de no poder respirar en ese Brasil de los años 20 del siglo pasado y la luz que desprenden siempre los muchachos, sobre todo aquellos que tuvieron que construir un mundo imaginario donde la vida era más un poquito más amable. Y lo más curioso es que 45 años después de publicarse haya cosas de esta historia que sigan vigentes.

Kevin y yo. 
Este año, en Bolivia, me encontré con unos cuantos Zezé. Quizá no les pegaran tan fuerte, quizá comieran cada día, pero guardaban en sus ojos y en su sonrisa y en su forma de actuar la esencia de Zezé. Esa madurez en cuerpos pequeñitos, esa independencia para ir y venir, para sobrevivir. Esa curiosidad por todo, esa inocencia y esa risa que rebotaba en las paredes y se quedaba en el viento. 

José Mauro de Vasconcelos imprimió en esta historia de tintes autobiográficos la fortaleza de las familias sin recursos para seguir adelante: el padre de ojos tristes que busca un empleo; la madre que es por obligación el motor económico, cansada siempre de tanto trabajar, y el pequeño niño que no tuvo derecho a una infancia, que su cara lleva marcados los rasgos de un adulto de cinco años, un niño que destacaba en la escuela, que cantaba por dentro porque no podía cantar por fuera y que molestaba mucho con sus travesuras a los vecinos. Mi planta de naranja lima extrae belleza en la vulnerabilidad, la limpieza de un niño con la ropa sucia, la inocencia intacta, incluso cuando el mundo se pone del revés. 

16 comentarios:

  1. Lo leí hace un tiempo y me gustó mucho a pesar de que es una historia dura. Desprende como dices mucha ternura y Zezé se gana el corazón del lector desde el principio
    besos

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    1. Síi!! a mi me ha parecido una delicia de libro!! :)
      Zezé es un solete, incluso con sus travesuras
      un besotee

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  2. Ufff, qué llorera con este libro!! Me lo recomendó una amiga hace unos años y cuando lo leí me emocionó hasta el tuétano. Es una historia tan dura y a la vez tan tierna y sincera que acabas sintiendo todo eso por dentro. Me parece una obra de obligada lectura por todo lo que nos hace ver que, como dices y por desgracia, está a la orden del día en muchos lugares, pase el tiempo que pase.

    saluditos

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    1. jajaja, yo no lloré pero si me emocionó mucho y al final se me metió algo en el ojo... :P
      También creo que es de obligada lectura y que tiene una vigencia triste...
      besotes!

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  3. Lo tengo en la estantería.
    Un amigo se puso tan sumamente pesado con que lo tenía que leer, que al final lo compré jajajaj (en el fondo soy facilona, pero estuvo meses y meses xD)

    Besotes

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    1. Tienes que leerlo!! Y si estoy meses y meses recordándotelo lo leerás?? :P
      un besoteee

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  4. Estoy deseando leerlo, alguna reseña me ha desinflado y otras como la tuya lo marcan en fluorescente.
    Besos

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    1. A ver, no es una obra maestra de la literatura, pero sí que creo que merece mucho la pena leerlo, porque desprende muchísima ternura, y creo que nos lleva a una realidad que sigue vigente, por desgracia, y ante la que no podemos cerrar los ojos!
      un besoteee!!

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  5. He visto varias reseñas positivas como ésta, no me he atrevido por parecerme duro, pero creo que tendré que ponerme :-) Un besote!!

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    1. A ver, no es tan duro, piensa que está contado desde la inocencia de un niño. Su realidad es dura, sí, pero está escrito de una manera entrañable llena de ternura!
      merece la pena!
      un besote!!

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  7. Lo tengo en casa y lo empecé a leer pero como no me acabó de enganchar lo dejé a la mitad. Ya lo volveré a coger en otra ocasión...
    Besos!

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    1. Sí!!! merece la pena acabarlo, la parte final es muy emotiva!!!!!

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  8. Lo leí hace años y me gustó pero es tan triste y duro.... puf!!
    Saludos.

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    1. El final es súper triste, verdad?? pero a la vez tan bonito!!!
      un abrazooo!

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  9. Hola Manu!! bienvenido!!
    voy a darme un paseíto por el tuyo! ;)

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