lunes, 28 de octubre de 2013

EL ABRIGO NEGRO, de Sisinia Anze


Durante todo el tiempo que he estado en Bolivia he intentado acercarme a la literatura del país, tan desconocida generalmente a nivel internacional. Ya os presenté obras de otros escritores bolivianos: la maravillosa Río Fugitivo, de Edmundo Paz Soldán, la certera El lugar del cuerpo, de Rodrigo Hasbún, o la popular (con perdón de la palabra) Borracho estaba, pero me acuerdo, de Viscarra. La que os traigo hoy está escrita por Sisinia Anze, una cochabambina a la que tuve la ocasión de conocer y que me dedicó amablemente este libro. Me decidí a leerla después de conocer el argumento: un joven minero orureño se compra un abrigo que perteneció al mismísimo Adolf Hitler, y desde ese momento empieza a sentir cosas extrañas, como si un demonio se hubiera apoderado de él. 

Parte de la novela está ambientada en la mencionada ciudad andina, en nuestros días, con el sol de Oruro que quema por la mañana y en el frío de sus noches que hiela los huesos, con sus mineros que siguen haciendo ritos (como sacrificar una llama) para que los demonios o dioses de la mina les protejan. La otra parte nos lleva de viaje en el tiempo hasta la Alemania nazi, hasta los últimos tiempos de ese régimen dictatorial que acabó con la vida de tantísima gente en Europa. 

La novela combina la fantasía con personajes que existieron en realidad, con sucesos que probablemente también ocurrieron. Bien documentada, Anze es capaz de llevarnos a su antojo de un lugar a otro sin problemas. Para ello recurre a utilizar bolivianismos en la parte ambientada en Oruro, y un castellano más neutro en la parte que tiene lugar en Alemania. Eso facilita mucho al lector seguir con una historia bien engarzada, fácil de leer y con un punto álgido gracias al relato que tiene como protagonista a Danka, una niña que fue llevada a un campo de concentración y torturada hasta la muerte. La autora consigue con esta pequeña historia, bien insertada en el conjunto de la obra, transmitir todo el horror de ese momento histórico que marcó todo un siglo, el XX.

El abrigo negro es una historia que tiene un argumento entretenido, con un tono muy didáctico para aquellos interesados en conocer los ritos ancestrales de los indígenas bolivianos que han permanecido vivos durante siglos, y para aquellos que quieran acercarse a los sucesos que llevaron a Europa a la peor guerra que ha tenido lugar en la historia de la humanidad.

Sin embargo, no puedo dejar de mencionar en esta reseña dos aspectos negativos que enturbian la novela. Lo primero es que el lenguaje utilizado, como decía antes, cambia en función de si es el minero orureño el protagonista o si es el propio Hitler, y eso es positivo, sí. Y lo sería con plenitud de no ser porque en la parte boliviana se le ha ido muchísimo la mano a Anze. La familia minera es de clase humilde, con pocos recursos, y con una limitaciones lingüísticas... digamos que su léxico no es especialmente rico y su forma de hablar es repetitiva, sobre todo en el uso (abuso) de la palabra "pues". Es cierto que en esa zona del país se utiliza esa palabra con asiduidad, pero utilizarla dos o tres veces en cada frase dentro de un mismo diálogo me parece excesivo e innecesario, y rompe el ritmo y la naturalidad.

Otro de los errores graves que me he encontrado es que la autora confunde los modos indicativo y subjuntivo, utilizando el primero cuando debería utilizar el segundo. Es un error constante. Y ante esto, ¿qué más puedo añadir?

14 comentarios:

  1. Curioso el argumento. Y creo que a pesar de los dos aspectos negativos el conjunto puede estar interesante.
    Gracias por presentarnos a autores bolivianos.
    Un abrazo

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    1. El libro es interesante y se lee bien, pero a mí esas cosas me chirriaban. Lástima que sea tan difícil que estos autores crucen el charco...
      Un abrazo!!

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  2. No estoy segura de disfrutar de esa combinación de fantasía con realidad. Gracias no obstante por el descubrimiento. Un beso!!

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    1. Es una cuestión de estilos. Te confieso que tampoco es, a priori, el mío, pero el argumento es interesante, la verdad.
      un besote!

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  3. Pues aunque me parece curioso... a otra cosa mariposa, lo dejo pasar =)

    Besotes

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    1. jajajaja pues ale, fin de la cita, que dirían algunos... :P

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  4. Este no me tiente , Ismael , pero sí me anoto el de Edmundo Paz Soldán, autor al que conocí en el ensayo sobre Bolaño pero del que no he leído nada de ficción.
    Un abrazo,

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    1. Edmundo Paz Soldán es mi autor boliviano favorito, tienes que leerlo!!!! Río fugitivo me gustó mucho!!!!

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  6. Creo que siempre es bueno recibir una crítica a recibir la indiferencia. Es cierta aquella frase de "Los perros ladran, señal que avanzamos" cuando en el camino que nos lleva al sitio donde nos queremos desplazar existen obstáculos y trampas que las adversidades y los adversarios nos van dejando para retrasar y desviar nuestros pasos. Creo que entre aquellos caminantes que tienen su camino planificado se encuentra Sisinia Anze de la cual pude leer un par de libros. Cabe destacar que su temática nos aleja de la manida fórmula temática del costumbrismo/indigenismo género del que ha bebido buena parte de nuestra literatura patria. Lo que hace Anze sin embargo tiene el mérito de poder conjugar la temática de las tradiciones más arraigadas de Bolivia con un temas históricos de carácter universal, lo cual le ha dado sin lugar a dudas una originalidad en lo que respecta al tratamiento de la novela en sí. Y en lo que respecta al desarrollo narrativo y al contenido de sus personajes no creo que sea muy acertado el criticar cómo se expresan linguisticamente determinados personajes porque ese desarrollo oral linguistico ya lo han hecho otros autores reconocidos y nadie les ha puesto reparo alguno. Recuerdo por ejemplo los diálogos de "Raza de Bronce" de Arguedas, y su personaje Agiali, o recordar a personajes de la literatura boliviana como la Chaskañawi de Medinacelli entre otros, donde el autor les daba ciertos "giros verbales" en función a su extracción social. Sería irreal leer a un indígena o minero, que no tuvo una educación formal, expresarse como un señorito de "familia bien". Creo que las circunstancias de cada personaje, su tiempo y lugar, hacen creíble que en un relato se pueda o no expresar de cierta manera o con determinado forma linguistica. Esa es una de las fortalezas del libro, su credibilidad. En lo que respecta a la conjugación verbal posiblemente existan incidencias muy puntuales que pueden ser corregidas en las próximas ediciones de este libro que tengo la seguridad serán muchas, pero no hay que olvidar que Sisinia Anze no ha estudiado Literatura en ninguna Universidad pero con la práctica del escribir está ciertamente puliendo su forma de escribir produciendo en cada libro un resultado muy mejorado.

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    1. Bueno, en primer lugar GRACIAS por dedicar el tiempo a leer la reseña y a comentar. Yo también creo eso de que "los perros ladran, señal que avanzamos". A mí, personalmente, la novela me ha gustado porque el argumento está bien construido y bien ejecutado. Y destaco las cosas positivas, no sólo lo malo, aunque parece que cuando dices alguna cosa negativa eso es precisamente lo que más destaca de la reseña en su conjunto.
      En cuanto a la forma en la que se expresan los personajes orureños creo que es un acierto y que refleja muy bien una realidad social... PERO, en mi opinión, creo que llega a ser demasiado reiterativa con los "pues" y depurar algunos mejoraría el texto notablemente. Claro que es sólo mi opinión como lector.
      y en lo del subjuntivo, como digo en la reseña, nada que añadir, no creo que el que la autora no haya estudiado literatura sea una excusa válida y además yo he leído una segunda edición y esos errores ahí siguen...

      Con todo, reitero, la novela me ha gustado por el argumento y porque las cosas positivas pesan más que las negativas.

      un saludo!!!!

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  7. Lo que dices de la forma en que está escrita nos echa bastante para atrás.

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  8. Solo para aclarar la peor guerra de la humanidad es la que libramos hoy contra religiones fundamentalistas y contra el persoificado en los carteles de droga. Soy Boliviano y creo que escribir propaganda sionista que exagera y miente con la historia del regimen aleman de la segunda guerra mundial si nos hace retroceder muchisimo como pais.

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