Os traigo hoy este precioso poema de Luis García Montero, este poeta tan vinculado a la ciudad de Granada, donde nació, donde creció y donde realizó su tesis doctoral sobre Rafael Alberti, donde ha impartido clases durante décadas.
Su estilo se caracteriza por es el narrativismo histórico-biográfico, con un personajes que cuentan o viven su historia a través de la memoria, del recuerdo o del deseo. Poemas que nacen casi siempre de lo cotidiano.
García Montero que ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Nacional de Poesía en 1995 por Habitaciones separadas o el Premio Nacional de la Crítica en 2003 por La intimidad de la serpiente.
Casado con Almudena Grandes, es también gran amigo de Joaquín Sabina, para quien ha escrito algunos temas, como Nube negra. En realidad se trata de una poesía que el poeta dedicó a Sabina cuando estaba pasando por una depresión, y éste decidió convertirla en canción e incluirla en su álbum Alivio de luto.
Os dejo Life vest under your seat, que trata sobre el recuerdo, sobre un adiós que quizá sea amargo, sobre una voz que se mezcla con otra voz desconocida, la de un piloto. Podéis leerlo y, un poquito más abajo, escucharlo en mi voz:
Señores pasajeros buenas tardes
y Nueva York al fondo todavía,
delicadas las torres de Manhattan
con la luz sumergida en una muchacha triste,
buenas tardes señores pasajeros,
mantendremos en vuelo doce mil pies de altura,
altos como su cuerpo en el pasillo
de la Universidad, una pregunta,
podría repetirme el título del libro,
cumpliendo normas internacionales,
las cuatro ventanillas de emergencia,
pero habrá que cenar, tal vez alguna copa,
casi vivir sin vínculo y sin límites,
modos de ver la noche y estar en los cristales
del alba, regresando,
y muchas otras noches regresando
bajo edificios de temblor acuático,
a una velocidad de novecientos
kilómetros, te dije
que nunca resistí las despedidas,
al aeropuerto no,
prefiero tu recuerdo por mi casa,
apoyado en el piano del Bar Andalucía,
bajo el cielo violeta
de los amaneceres de Manhattan,
igual que dos desnudos en penumbra
con Nueva Cork al fondo, todavía
al aeropuerto no,
rogamos hagan uso
del cinturón, no fumen
hasta que despeguemos,
cuiden que estén derechos los respaldos,
me tienes que llamar, de sus asientos.
Vaya, no sabía que fuese marido de Almudena Grandes... está claro que el talento se comparte con facilidad. Con respecto a Sabina, soy una incondicional suya, así que qué voy a decirte de su arte...
ResponderEliminarUn beso.
Sí, son marido y mujer, la verdad es que vaya talento que hay en esa familia!! Un besote!!!
EliminarGracias por traer a este gran poeta. Llevo tiempo sin leer nada suyo, y mira que me gusta. Este poema no lo conocía y me ha gustado mucho. Vas a hacer que cotillee la biblioteca y busque algo suyo.
ResponderEliminarBesotes!!!
Gracias a ti por leerme y vistarme!!! es un poema precioso, me he quedado con ganas de leer más de él!
EliminarIsmael, y a mi me hace mucha ilusión leer este poema por aquí. Te mando un abrazote!
ResponderEliminarMuchas gracias por la visita y el comentario! y sobre todo por la tarde de poesía del otro día, fue muy bonito!! Otro abrazo!
EliminarUn poema magnífico. No lo conocía, pero voy a buscar más del autor.
ResponderEliminarBesos
Me alegra habértelo presentado entonces. Un besote!
EliminarAlguien me puede decir de que va este poema?? O mejor resumirlo, ya que no entiendo y necesito saber por favor!!
EliminarTambien quiero saber cual es el tema principal y por que, y luego el tema secundario y por que. Muchas gracias :D
Es para un trabajo de lungua.
Me gusto el poema ya que es audaz en su mezcla de las indicaciones del piloto y un mujer que se va en la tristeza de un hombre, simple fuera de su estructura algo caótica. Bonito en realidad. Lo tendré presente. Saludos.
ResponderEliminarEs precioso, Mario. Dos voces que se mezclan, me gusta mucho. Un abrazo!
EliminarIsmael, no sabes lo que me ha alegrado leer aquí este poema, y es que para mí tiene una historia especial. Allá por septiembre de 2005 conseguí una beca de investigación, que se prolongó hasta agosto de 2009. En ese tiempo compartí un despacho con otros becarios. Mi sitio destacaba del resto, porque era la única pared decorada completamente, sin un resquicio. Entre tanta foto, tanto cartel de congresos y demás recorte, sólo había un poema, y era este. Ahora puedes entender lo que he disfrutado encontrándolo en tu sitio. ¡Gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias por compartir esta anécdota, me ha encantado remover un poquito en el cajón de historias de tus recuerdos. Es un poema precioso. :)
EliminarNo conocía el poema. Me encanta cómo escribe García Montero.
ResponderEliminarAbrazo!
Me alegra habértelo presentado entonces. Yo me he quedado con ganas de seguir leyendo su obra. Un abrazote!!
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