LÁGRIMAS EN LA LLUVIA, de Rosa Montero

Año 2109. En un Madrid que cuesta reconocer, un grupo de tecnohumanos están cometiendo una serie de actos suicidas que parecen inducidos y que han provocado además la muerte de varios humanos. La detective replicante Bruna Huski será la encargada de esclarecer lo que está ocurriendo, lo que parece una conspiración del Partido Supremacista Humano en aras de poder y de poner a la opinión pública en contra de los androides.

De esta manera podríamos presentar la última novela de Rosa Montero, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS. Una novela de ciencia ficción, policíaca, que con un ritmo trepidante engancha desde la primera página hasta la última. La autora nos lleva de viaje hasta el futuro, y lo hace con tanta minuciosidad que es fácil saberse allí, en ese Madrid que aún no es pero que bien podría ser dentro de un siglo. Y con una trama sin fisuras, el valor real de Lágrimas en la lluvia está la cantidad de mensajes que van calando en el lector. Porque de lo que realmente habla Montero es de todo aquello que se difumina en nuestro presente y destrozará nuestro futuro, del racismo eterno, del miedo a la muerte y de la soledad. La falta de ética, la corrupción política. La diferencia de clases también, con hay personas-anuncio que trabajan durante jornadas laborales eternas por un sueldo ínfimo. Personas que se ven obligadas a vivir en guetos donde el aire está tan contaminado que saben que morirán. Montero no titubea a la hora de alarmar sobre los pasos que damos, sobre los avances que suponen, en realidad, un retroceso. Sobre los males que aquejan nuestra sociedad y nos empañamos en tapar, en no ver, como la rana que no se da cuenta que está sobre el fuego hasta que se quema y muere.

Todo ello a través de la imagen de Bruna Huski, la tecnohumana que vive obsesionada con la fecha en la que morirá (los replicantes, tecnhumanos o androides tienen una media de vida de 10 años, de los 25 a los 35, edad a la que padecen un Tumor Total Tecno que acaba con su vida), una obsesión que le lleva a acorazarse contra el amor.  Bruna Huski que odia saberse repudiada por una sociedad que teme a los reps, y que a la vez no puede evitar sentir desprecio por Maio, un alienígena que se cruza en su camino.

Lágrimas en la lluvia me ha gustado por la humanidad que destilan sus personajes, en especial Bruna, por la solidez de su argumento y por tratar temas cargados de profundidad alejándose de la moralina. Lágrimas en la lluvia es una historia de odios y de miedos, y también de esperanzas y bellos sentimientos, cargada de detalles y matices, porque la autora no ha querido dejar cabos sueltos, y tiene un estilo depuradísimo.

Una lectura diferente y más que agradable, incluso para aquellos que no solemos gustar de las novelas futuristas o de ciencia ficción, una balón de oxígeno en nuestras letras. Un libro que hay que leer.