jueves, 20 de noviembre de 2014

Crítica | Magical Girl, de Carlos Vermut (Obra maestra)


Si pudieras elegir un poder mágico, ¿cuál elegirías?

¡Qué experiencia cinematográfica! Magical Girl es una de esas películas que desconciertan desde el principio, que te llevan por caminos insospechados. Que impactan, que se quedan para siempre.

Es la historia de una niña enferma de cáncer que pide un deseo: el vestido de la serie japonesa Magical Girl Yukiko. Desde que se entera de esto, su padre hará lo que haga falta para conseguirlo.

Así contado, parece un drama lacrimógeno, pero no, en Magical Girl nada puede ser lo que parece. Y a la vez lo es todo. Carlos Vermut ha demostrado una elegancia y una eficacia pura a la hora de construir y deconstruir esta película que es puro noir. Cada secuencia, cada plano es una obra de arte. Cada palabra, que logra la hilaridad, y cada mirada, sobre todo cada mirada, como la de la niña, a la que interpreta la actriz Lucía Pollán, en la escena final. Una intensidad brutal, de las mejores miradas del cine grabadas que se recuerdan. Pero es que Magical Girl, que logró la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, constituye un ejercicio cinematográfico maduro, de las mejores películas españolas de todos los tiempos, de una precisión quirúrgica: disecciona el cuerpo, arranca los pulmones, corta la respiración.

Con un elenco impecable en el que sobresale especialmente José Sacristán: su voz, cada uno de sus gestos, su templanza. Ganará el Goya, otra vez. A su lado, en este puzzle que es Magical Girl, con sus saltos de tiempo, con sus huecos en blanco, Barbara Lennie, Israel Elejalde y Luis Bermejo, sobresalientes. Ella en el sofá, con un chorro de sangre partiéndole la cara mientras canta La niña de fuego de Manolo Caracol es ya toda una escena de culto, bella y obsesiva al mismo tiempo.

Carlos Vermut es un director minucioso. Magical Girl una película que estimula al espectador, que le va envolviendo, le va retando, ¿nos atreveremos a entrar en la habitación del lagarto negro? Es la intimidad profunda del ser humano, que esconde miserias bajo la ropa. Y también es el retrato más cruel de la España podrida de hoy, donde siempre pagan los mismos. 

No pondré el trailer aquí, y os pediría que no lo vierais. Id al cine, id corriendo antes de que la quiten de las salas. Y si ya no estuviera en vuestra ciudad, no os preocupéis, si los académicos son justos, la nominarán a todo en los próximos Goya. Y todo debería ganar. Y entonces volverá a las salas.

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria


17 comentarios:

  1. Tenía ganas de verla pero después de esta pedazo crítica es imposible resistirse. Un beso muy fuerte.

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  2. Cuánto entusiasmo! Yo había leído algo de ella pero aún no he visto el tráiler, y voy a hacerte caso. A veces es mucho mejor ir sin esa idea que a veces nos transmiten. Y yo que tengo el cine español un pelín "maltratado", pues mira, película que me apetece mucho para reconciliarme un poco.

    Un abrazo, y gracias por traértela :)

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    1. Gracias a ti Rober!!
      ya me dirás... o la amas o la odias, que esta peli es una genialidad, y con las genialidades pasa eso...
      abrazaco!

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  3. Tendré que ver esta peli, que me has dejado con muchas ganas. Y te haré caso. No veré el trailer.
    Besotes!!!

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  4. Pues voy a ver quien me acompaña a verla, porque se que mi chico va a negarse, el soso, jejejeje
    Besos

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  5. Menuda reseña tan entusiasta. Como no podía ser de otra manera, me la anoto. La veré seguro. Ay, como no me guste... jeje.
    Besines,

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    1. Ay Carmén qué presión jajaja
      o la amas o la odias, ya verás. y odiarla tiene su punto también.
      besotes!

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  6. No la conocía, pero me la apunto.
    Y te hago caso, no veré el trailer, suelen desvelar de más.
    Un beso.

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  7. hola no me sonaba de nada pero tal cual nos lo cuentas tendré que verla ejej chao

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  8. Desconcertante hasta el fin, pero imposible despegarse de la pantalla hasta que acabas de verla. Sacristán y Lennie están brutales.
    Besos!

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