No sé si os lo he dicho alguna vez, pero siento admiración pura por Maruja Torres. Seré sincero: por la Maruja periodista. Por la Maruja columnista, especialmente, la que no siente pudor al contar que desde que dimitió Gallardón hace unos días está sumida en una especie de "orgasmazo tántrico". Por la Maruja que reclamaba hace unos años que quería su polo de menta y, ella no lo sabe, obviamente, pero esas palabras llegaron en un momento en el que yo también quería, necesitaba, mi polo de menta, después de llevar unos meses horribles sufriendo laboralmente por culpa de unos buitres destructores que arrasaron un periódico e intentaron arrasar con los periodistas que allí estábamos. Eran otros tiempos y, fíjate tú, todo lo que vino después ha sido, a nivel profesional, mil veces mejor, más gratificante y humano: Ecuador, Bolivia, incluso ahora, Madrid de nuevo, buscando contar pequeñas historias humanas en las que están implícitas la ilusión y la vida de tantísima gente.
Pero lo mío con Maruja Torres no ha sido un amor a primera vista, no creáis, sino más bien un vínculo que ha ido creciendo progresivamente y que, en los últimos tiempos, se ha atenuado. Quizás hayan influido, no lo niego, sus tweets mordaces y descarados, incisivos y siempre, siempre, certeros.
Leía sus columnas en El País (reitero: eran otros tiempos...) y ahora hago lo propio con las que publica en eldiario.es. Pero no fue hasta hace poco más de un año cuando me estrené con la Maruja novelista, y lo hice con su libro más popular (con perdón de la expresión): Mientras vivimos. Una novela que tengo asociada a un momento concreto de mi vida: cuando volví de Bolivia. Era el libro que me acompañó durante ese viaje agridulce de vuelta a casa, dejando atrás al país que me había acogido durante todo ese 2013 con tanto cariño. Un viaje dulce por regresar y abrazar a mi gente de aquí, y triste a la vez por esa etapa que acababa, y yo partía soñando el regreso, como cantaba Mercedes Sosa.
Este año, cuando la barcelonesa publicaba Diez veces siete, un libro de memorias que se inicia el día en que dejaba El País, no me lo pensé dos veces y me lo llevé a mis vacaciones por Irán. Y fue todo un acierto. De ese libro os hablaré este mes en el que he decidido que Maruja Torres sea la protagonista en CAJÓN DE HISTORIAS. De ese y de otra de sus novelas protagonizada por Diana Dial. Y también de América Latina.
Maruja Torres ganó el Premio Nadal y el Premio Planeta. Pero si es protagonista del mes es por ser, para mí, todo un ejemplo de dignidad periodística, de valentía profesional, de mujer que rechazó los convencionalismos para abrir surcos en la tierra por los que pudieran caminar tantas otras mujeres después. Por eso y por, os lo dije al principio, la admiración pura.
Y vosotros ¿habéis leído alguna de sus obras? ¿os gusta también la Maruja periodista?
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Como tú admiro a la Maruja Torres columnista periodista y sobre todo reportera. Como novelista he leído las dos novelas de Diana Dial Fácil de matar y Sin entrañas y también Un calor tan cercano. Fue un lujo y me encantó entrevistarla para el blog y conocerla en persona. Me encanta tu protagonista de este mes. Un besazo muy fuerte.
ResponderEliminarJoé la verdad es que me encantaría entrevistarla!!!!!
Eliminarun besote Goi
Me encanta la Torres. Como novelista, columnista en sus opiniones, su cercanía...
ResponderEliminarTe aplaudo el gusto
Besos
Muchas gracias por ese aplauso!! :)
EliminarUys, que de la Maruja Torres novelista no he leído nada aún. A ver si me das con tu mes el empuje definitivo.
ResponderEliminarBesotes!!!
mmm... te recomiendo Fácil de matar, que es una novela ligera pero con mucha miga ;)
EliminarUna grande del periodismo. Una MAESTRA. Te seguiremos este mes :) A mí también me encantó 'Mientras vivimos' y creo que su serie policiaca es muy divertida. Ella ya puede permitirse lo que quiera. Tengo muchas ganas de leer 'Diez veces siete. Estaré atenta a tu reseña.
ResponderEliminar¡Muchos besos!
Pues sí, una maestra!!
Eliminarbesotes!!
Se nota en tus palabras que sientes debilidad por Maruja Torres. Tanto es así que has logrado que sienta curiosidad por sus textos —sí, no he leído aún nada de ella—. Lástima que en casa no tenga ninguna de sus publicaciones, porque me lanzaría de cabeza. ¡Un abrazo, amigo!
ResponderEliminarPues sí te apetece empezar con algo diferente, 'Las metáforas de América Latina' está en Amazon por menos de 2 euros. Te lo recomiendo mucho.
Eliminarun abrazote!