lunes, 27 de octubre de 2014

Crítica | 10.000 km, de Carlos Marqués-Marcet


Ganando tú me pierdo yo, y mira que te lo advertí... 

Esta película se inicia con una escena de sexo. Un polvo. Y a raíz de ahí, todo se desmonta. Porque el mundo puede desplomarse en un instante. A ella le han ofrecido un trabajo en Los Ángeles. Un año entero fuera. Algo que había deseado desde hace mucho tiempo, una oportunidad que no puede dejar escapar. Él, profesor, quería tener hijos. Los dos, parece ser, querían. Vente conmigo. ¿Cómo? No puedo dejar mi vida en Barcelona, el curso, los alumnos. 

Y la relación, sólida, se convierte en una relación a distancia. A 10.000 kilómetros. 

Carlos Marqués-Marcet ha rodado una historia demasiado común, cada día más común, un espejo de la realidad, del amor diluido en conversaciones de Skype, sin el tacto necesario, ni la densidad de los suspiros, ni más escenas de sexo, como esa del principio. Un retrato de la sociedad capitalista, cada vez más radicalizada, incompatible con cualquier proyecto común, con cualquier plan de vida estable. Un sistema cruel que despliega sus tentáculos. A Alex y Sergi les alcanzó la desdicha. La mala fortuna de vivir un año separados, quizás "una prueba de amor". 10.000 km es una película de verdad, que hiere, que hace mucho daño cuando el espectador  puede verse reflejado en ella. Por lo que pudo haber sido y nunca fue.

Pero el mayor logro, además, es refugiar el drama tras una capa de cotidianidad, de sonrisas y risas, de cercanía a través de la pantalla, la que separa el largometraje del espectador, fuera, y la que separa a los actores, dentro. Los actores. David Verdaguer y Natalia Tena. Sosteniendo la mirada, aguantando el alma prendida, a punto de caerse. Ambos realizan un trabajo actoral digno de todos los elogios, de dos vidas que eran una y se partió. Porque 10.000 km es la pelea de dos jóvenes que se aman contra el sistema, un sistema que les ha engullido. Y tiene muchas más lecturas esta película, que bucea en el patriarcalismo que sigue patente, que ha adquirido nuevas formas, pero sigue siendo patriarcalismo, a pesar de todo. Y en la dignidad de ella frente a cualquier imposición soterrada.  

Una de las mejores películas españolas de este 2014, que triunfó en el Festival de Málaga, que merece estar presente en los próximos Goya. Marqués-Marcet subirá a recoger el cabezón como Mejor Director Novel, y, si los académicos son justos, David Verdaguer debería hacer lo propio con el Goya al Mejor Actor Revelación, y no sucumbir a la mediocridad de los roviras o los niños mediáticos. Porque la suya es una interpretación madura, de animal herido. De hombre enamorado al que le ha tocado perder, y eso le pone en una situación de ventaja frente a ella, que es la que se ha marchado. Pero no por eso la situación de ella es más fácil, no vista desde dentro, porque a ella, al fin y al cabo, también le falta el cariño y la otra cabeza apoyada en el otro lado de la almohada. 

10.000 km es una película actual. Soy yo, son mis amigos. Es mi generación, una generación engañada, hastiada y harta. Y, ya lo dije, la película duele, pero merece tanto, tanto, la pena verla... Porque el cine, también es eso, esa profundidad en la que reconocerse. Me ha costado escribir esta reseña, porque la película, más de dos semanas después del visionado, me sigue haciendo daño.

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria


10 comentarios:

  1. Es una película que me gustaría ver, pero de momento no me la han traído a mi ciudad. Sigo esperando...Besos

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    1. Está en Filmin ya, por menos de 3 euros se puede ver :)

      bEsos!

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  2. Con qué ganas de verla dejas...
    Besotes!!!!

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    1. Es una película de las que tocan...
      A mí "me tocó".
      besotes!

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  3. Me han hablado maravillas de esta peli, estoy deseando verla =)

    Besotes

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  4. Que linda reseña, sentida, como debe ser. A ver si pronto veo la peli ;)

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  5. Acabo de descubrir tu reseña de esta película y me has emocionado.
    La vi hace unas semanas y todavía me duele acordarme de ella. Estoy de acuerdo contigo en que los que entienden la situación vivirán la película con intensidad.
    Los míos no fueron 10 000 km, pero sí que estuve separada de mis seres queridos todo un año, de mi pareja, de mis familiares y amigos. En mi caso no fue por falta de oportunidades ni por necesidad extrema, sino por decisión propia y por ganas de ampliar conocimientos y vivir experiencias, así que a ese respecto no puedo decir nada. Pero vaya si duele estar tan lejos. Por suerte, mi historia acabó bien.
    En fin, que viví esta película y sufrí mucho con ella. He leído críticas muy negativas, pero imagino que hay que comprender a esta pareja.
    Un abrazo

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  6. Esta peli me gustó mucho también. Me pareció tan real, tan parecido a todo lo que me rodea. No he vivido algo así, pero sí lo he hecho junto a amigos, y, buff... cuando lo ves reflejado de esa forma en una peli, te toca el corazoncito.
    Lo único que no me acabó de gustar fue el final. No por el qué, sino por el cómo.
    Besos!

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