A las 13:00 horas de hoy jueves, 9 de octubre de 2014, se conocerá quién es el escritor o escritora galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Murakami suena en todas las apuestas, aunque es problable que, otro año más, se quede sin este reconocimiento. El único español que aparece en las quinielas es Javier Marías, digno merecedor del premio.
Repasamos alguna de las entradas que hemos dedicado en CAJÓN DE HISTORIAS a novelas de escritores que recibieron el Nobel de Literatura en años anteriores:
Es una novela en la que ser respira el ambiente opresor, la anulación de la dignidad humana. El miedo. El horror. Pero el estilo de Müller está cargado de bellas imágenes, de una prosa poética que recubre el texto. Una mezcla que parecía imposible y que rezuma maestría.
La casa verde, de Mario Vargas Llosa
La casa verde, de Mario Vargas Llosa
La casa verde es una llamada de atención a determinadas prácticas de la iglesia católica en Latinoamérica, al genocidio contra los pueblos indígenas peruanos: los huambisas, los aguarunas, los mangaches. Y también es un retrato de lo cuesta arriba que se hace a veces la vida, quizá por los climas extremos del desierto o de la selva, quizá por la soledad.
Crónica de una muerte anunciada es un ejemplo, condensado, del virtuosismo narrativo de García Márquez, que mantiene al lector fascinado durante todo el libro, con esa capacidad mágica para mezclar aquello que puede parecer desnudo de artificios con la más pura fantasía, pero es que en Colombia, y en otros lugares de América Latina ese realismo mágico sigue vivo en cada calle.
El señor de las moscas es una novela entretenida desde el punto de vista argumental, sencilla desde el punto de vista estilístico y cuyo valor reside en todo lo que entraña, en todo lo que no dice pero que sí cuenta, en esa pérdida de la inocencia, pero sobre todo, en el paralelismo con una sociedad que finge ser civilizada cuando la barbarie animal está pegada a su piel, el paralelismo con la decadencia organizativa de un primer mundo perdido en una isla desierta.
Una novela imprescindible que habla de la soledad, del arrepentimiento, del tiempo. Del yugo de la religión, del autoritarismo febril que se apodera de las mentes huecas. Una novela ambiciosa, ambiciosísima, que consigue desasirse de las etiquetas mediocres para convertirse en una obra capital de la Literatura con mayúsculas.
Camus hace una crónica de la enfermedad, de cómo se cierran las murallas de la ciudad, de lo doloroso de perder a los seres queridos, de la separación en todas sus formas y la dignidad.
El museo de la inocencia trata sobre un amor obsesivo que se prolonga a lo largo de los años, un amor que se inicia de una manera apasionante y por el que el protagonista, Kemal, renuncia a todo, incluso a una vida matrimonial que se preveía perfecta
Me has recordado que tengo que buscarles hueco a Vargas Llosa y García Márquez, que tengo pendientes en conjunto muchas obras suyas.
ResponderEliminarUn beso
Yo más de Vargas Llosa, aunque no creas que me termina de convencer. Y como persona me cae como el culo.
EliminarDe Saramago sí que quiero seguir leyendo más!
Solo he leído el de García Márquez, el de Golding y el de Camus, así que hoy me voy con muchos deberes.
ResponderEliminarBesotes!!!
Buff, pues yo te recomiendo a Saramago!!!!
EliminarQué gran huella me dejó El año de la muerte de Ricardo Reis, que leimos de forma conjunta con Offuscatio, recuerdas?
ResponderEliminarBesos,
Sí Carmen, es una obra maravillosa!
Eliminar¡Excelente repaso, Ismael! He leído a Vargas Llosa ("La tía Julia y el escribidor"), Golding ("El señor de las moscas"), García Márquez ("Crónica de una muerte anunciada", "El amor en los tiempos del cólera") y Saramago ("Ensayo sobre la ceguera", "Ensayo sobre la lucidez", "Las intermitencias de la muerte"). Me quedo con los dos últimos autores. ¡Abrazos, my friend!
ResponderEliminarMuchas gracias Jesús!!! Qué tal "La tía Julia y el escribidor"? merece la pena??
EliminarLas intermitencias de la muerte me falta, le tengo unas ganazas...
abrazote!