Parece que esta es una de las obras imprescindibles de la literatura francesa del siglo XX y que yo, a veces ocurre, desconocía. Hasta que leí una reseña de Shorby en Loca por incordiar. Inmediatamente fui a comprármela y pronto le he hecho un hueco en mis lecturas.
Bonjour tristesse nos lleva hasta 1954. Estamos en una Francia completamente recuperada de la IIª Guerra Mundial. Cécile tiene 17 años, vive con su padre viudo desde hace tres lustros, un hombre atractivo, acostumbrado a tener una y mil amantes, un bon vivant. Ella disfruta de la vida, del dulce farniente en la Costa Azul. Pero la llegada de Anne, que cuidó de Cécile cuando era niña, desestabiliza su mundo.
Creo que la principal valía de esta novela consiste en marcar un punto de inflexión en la literatura, alejarse del gris de la mayor parte de la primera mitad del siglo XX, y reflejar un signo de recuperación que más allá de la economía: se había consolidado en esa sociedad francesa el estado del bienestar, los jóvenes vivían preocupados por cosas propias de su edad como el sexo o el vacío de una figura materna. Cécile es el ícono del charmant petit monstre que escandalizó en su momento y que ahora, a pesar de la atemporalidad de la que goza la novela, no escandaliza a nadie. Es decir, la novela sigue estando vigente porque esa adolescente huérfana de madre que ve en otra mujer la amenaza de destruir su mundo, esa adolescente que empieza a sentir inquietud por algo más que los besos, perfectamente podría ser una chica de hoy, pero nadie se escandalizaría ahora, nadie llamaría a esta niña fría y calculadora “monstruito encantador”. Sin embargo, en 1954 Cécile se convirtió en la imagen de una adolescente/adolescencia desgarrada entre los remordimientos y el culto del placer. Así que quizá no sea tanta su atemporalidad. Ya que seguramente esta novela no hubiera tenido hoy tanta repercusión ni habría escandalizado a nadie. Un buen ejemplo de que algunos libros son necesarios en un momento histórico determinado, en una sociedad concreta, pero fuera de él, su valía difiere.
El estilo de Françoise Sagan es sencillo, ameno. Se lee muy fácil y está descargado de florituras. Podría perfectamente tratarse de una novela juvenil si no fuera por la carga psicológica adulta que entraña, que es bastante, pero no suficiente como para poder afirmar con rotundidad que estamos ante una novela de peso. Con todo, algunos de los párrafos hacen gala de una belleza y una musicalidad límpida. Y la coherencia literaria de la obra, con un estilo perfectamente definido, la elevan a la categoría de recomendable. Algo que es digno de profundos elogios porque Sagan la escribió con 18 años.
Bonjour tristesse es una novela íntima, narrada en primera persona, que se lee muy rápido y fácilmente, con un personaje femenino principal perfectamente dibujado, que me ha gustado por el aire de displicencia y de espontaneidad, sí, pero del que esperaba más, más belleza y más profundidad.
Pues me alegro un montón de que haya sido una buena "recomendación" jejejeje
ResponderEliminarComo sabes, a mí me encantó, además no resulta una lectura pesada ni lenta, me gusta bastante el estilo de la autora =)
Besotes
Pues sí, ha sido buena, así que muuuchas gracias!!!! Besotess!!!!
Eliminar¡Estupenda reseña Ismael! Has conseguido que la entrada desprenda esa musicalidad que comentas que encontraste en algunos párrafos. No obstante, no sé si apuntarméla o no, por tus referencias a la novela juvenil. ¡Muchas gracias por compartirlo!
ResponderEliminarMUCHÍSISISIMAS GRACIAS!! La novela me ha gustado pero quizá sea que los conflictos de ese momento no tengan la relevancia hoy, y de ahí esa cadencia juvenil. O quizá simplemente sea que esperaba más, a pesar de todo. Un abrazo gigante!
EliminarPues me apetece mucho leerlo después de leer tu reseña. Quizá no sea muy profundo, pero a veces un lenguaje sencillo te llega más.. no sé. Lo leeré seguro! Gracias por la recomendación.
ResponderEliminarUn beso!
Muchas gracias, ya me contarás si te gusta o no, yo creo que sí, es difícil que un libro como este disguste en exceso, porque es sencillo, es ameno y es hondo. Un besote!
EliminarLo tenía apuntado desde que ví la reseña de Shorby, y ahora sube puestos con tu reseña.
ResponderEliminarBesotes!!!
MArgari, que suba que suba, y así nos cuentas que te ha parecido!!!! un besotee gigante!!!
EliminarYo si que la conocía Ismael pero la verdad es que no la he leído y no te creas tú que me llama aunque eso sí, me alegro que la hayas disfrutado.
ResponderEliminarEva, se lee en un periquete, es una novela muy muy breve y con un estilo sencillo, y lo he disfrutado, sí, aunque pensaba que lo disfrutaría más, quizá ha sido por ese toque que me ha sabido en exceso a juventud pero sin la frescura de la juventud. No lo sé... Un besote gigante!!
EliminarHola, Ismael. No conocía tu blog y me he pasado a curiosear y he visto esta reseña. Me encantó este libro cuando lo leí hace muchos años, le tengo especial cariño a esta autora que tiene un estilo tan personal. Me quedo un rato por aquí. Saludos
ResponderEliminarHola Pilar! muchas gracias por la visita!!! Este ha sido el primer libro que he leído de SAgan, pero leeré más, seguro! Un abrazo!!!
EliminarDices que podría ser una novela juvenil si no fuera por la carga adulta que conlleva y me parece una perfecta definición. Es cierto que trata las pulsiones de una adolescente pero el cómo y con quién creo que la alejan de la novela juvenil típica aunque es cierto lo que dices, hoy en día se ve todo de otro modo :) Un saludo. Me ha encantado tu blog.
ResponderEliminarYo la encontré muy bella con párrafos dignos de ser recordados, como ese maravilloso inicio.
ResponderEliminarBesos,