Protagonista del mes... Leonardo Padura

Una mañana del pasado mes de junio me desperté con la noticia de que Leonardo Padura había ganado el Premio Princesa de Asturias de las Letras -todavía me cuesta acostumbrarme al cambio de género del galardón. 

La noticia me produjo una pequeña dosis de rabia, pues su nombre estaba escrito en mi lista de autores a tener en cuenta, "a leer en breve", al lado de Juan Carlos Onetti, Soledad Puértolas, Milan Kundera, Eduardo Mendicutti y algunos otros más, una relación de nombres que, lejos de disminuir, siempre se hace más grande. Pero el jurado se me había adelantado sin haber probado yo nada de este cubano. La parte positiva, el premio se convertía en la excusa perfecta para hacerlo. 

Y aquí estamos, con Leonardo Padura como protagonista del mes de agosto en CAJÓN DE HISTORIAS, dispuesto a descubrir alguna de sus obras en el mes de vacaciones por excelencia en la Europa que me queda tan lejos. No sé si me gustarán o no, pero oye, el protagonismo ya no se lo quita nadie. Lo único que puedo decir es que, mientras escribo esta reseña, he leído la mitad de su primera novela, Pasado perfecto, y tengo la impresión de que es un escritor profundamente eficaz. 

Me gusta leer a Padura después de haber estado en Cuba, porque parece que en sus libros hay mucho de La Habana, mucho de su gente y de la forma de vivir, sin lamentos ni quejas, con el son especial y una sutil capa de mordacidad. Esa es también mi primera impresión, pero no quiero adelantarme.

Os invito a que lo descubramos juntos. La historia promete. 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria