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sábado, 24 de mayo de 2014

Mini Reseñas: Tres películas para despertar conciencias

La Europa de Merkel no es la nuestra. 
Tenía pendiente la publicación de esta entrada desde hace meses, y creo que hoy es un buen día para publicarla. ¿Por qué? Porque como todos los europeos saben (espero), mañana domingo, 25 de mayo, se celebran elecciones para la conformación del Parlamento Europeo, donde se toman las decisiones que, al final, queramos o no, tienen una repercusión directa sobre la sociedad, sobre nuestras vidas. Por eso, si estabais pensando no votar, si sois de esos que opinan que "no sirve para nada" o que "todos son lo mismo", os propongo que busquéis un poquito más allá, porque hay otras iniciativas políticas que no tienen el apoyo de los grandes medios de comunicación (que, al fin y al cabo, están vendidos, estas últimas semanas lo hemos vuelto a comprobar) pero que, afortunadamente, siguen luchando por la gente, por los ciudadanos. Porque no es igual ser persona que ciudadano, y no podemos permitir que sigan vulnerando así nuestros derechos humanos. Hay políticos que no son calaña y que consideran que hay que moverse contra los desahucios que están llevando al suicidio a tanta gente. Eso es también asesinar, porque el capitalismo mata. Hay iniciativas que se oponen radicalmente a la aprobación de esa la ley que impide a las mujeres decidir si quieren ser madres o no por ellas mismas. Partidos pequeños que, espero, se hagan cada vez más grandes y protejan los intereses reales de las personas, fomentando una educación para todos y no poniendo tasas elitistas que sólo pueden pagar unos pocos, los mismos. Partidos políticos que creen en una Europa multicultural, y por eso apoyan a todas esas personas que han salido de sus lugares de origen para buscarse un futuro mejor aquí. Y a la vez, motivan a que los de aquí solamente se marchen si quieren hacerlo, no por ese "espíritu aventurero" que dicen algunas ministras bastardas. Y además políticos que no ordenan matar con pelotas de goma a la gente negra cuando llega a España. Propuestas interesadas en gestionar lo público, y hacerlo bien, porque es posible hacerlo bien. Y no privatizar, por ejemplo, la gestión de los hospitales, denostando el trabajo de los médicos y enfermeros, algo que finalmente redunda en los pacientes. Y con la salud no se juega. En definitiva, motivos hay para acercarse a votar, ¿no creen?

Ahí van tres propuestas cinematográficas que, espero, os animen definitivamente a participar activamente en la construcción de un futuro mejor, y no esta mierda que nos han querido vender:


V de Vendetta, de James McTeigue  (4****)
Desde el primer visionado, V de Vendetta se convirtió en una de mis películas favoritas, por su intensidad y su fuerza, por lo que vibra en ella. Protagonizada por Natalie Portman y Hugo Weaving, cuenta la historia de una mujer que es rescatada por V, un personaje de reminiscencias románticas que busca hacer estallar una revolución contra el gobierno fascista de Gran Bretaña. Es una película valiente, que consigue el objetivo: cualquier espectador maduro conseguirá empatizar con V, sentirá, por fin, ganas de luchar contra el miedo, de activarse contra la desidia y la ignorancia que proponen unos gobernantes mediocres. La pregunta es ¿quién es el que hace una apología del terrorismo en esta película de ficción trepidante? Yo lo tengo claro, pero no lo escribiré aquí. Teneis que ver V de Vendetta y juzgar por vosotros mismos. Transcribo el discurso de V al principio de la película, algunas cosas se parecen tanto a la realidad que asustan:


"Las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es que, en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes teníais libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabais. Ahora, tenéis censores y sistemas de vigilancia que nos coartan para que os conforméis y nos convirtáis en sumisos. ¿Cómo esto ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Se por qué lo hicisteis. Sé que teníais miedo, ¿y quién no? Guerras, terror, enfermedades... Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual líder, Adam Sandler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado: hace más de 400 años, un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son metas alcanzables. Así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí dentro de un año, antes las puertas del parlamento. Y juntos les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará". 

Salvador Puig Antich, de Manuel Huerga (3***)
En 1974, Salvador Puig Antich fue asesinado mediante garrote vil. Repito, en 1974, durante la dictadura franquista, cuando seguramente muchos de los que leéis CAJÓN DE HISTORIAS ya habíais nacido o estabais a punto de nacer. Esta película narra, con pulso firme, la historia de ese preso político que, mientras Europa respiraba progreso, moría asesinado por sus ideas, en el último acto de soberbia del dictador Franco, que durante 40 años permitió que España fuera un pozo negro de miseria. Una película dura y cruel, pero cine necesario para no olvidar quienes somos por lo que hemos sido.

In Time, de Andrew Niccol (2**)
Aunque cinematográficamente cae en lugares comunes y puede que no sea más que otra película de acción americana, el argumento que plantea es bastante interesante e invita al posterior debate y reflexión, por eso os animo a verla: desde que nacemos, nos programan para vivir durante 25 años. A partir de esa edad nadie envejece más, siempre mantienen el mismo físico por muchos años que pasen, pero para lograr vivir más tiempo hay que trabajar, puesto que precisamente los minutos se han convertido en la moneda de cambio. Eso crea que haya gente a la que apenas le queda tiempo y tiene que trabajar durante todo el día y toda la noche, y en el momento en el que caen exhaustos, fallecen. Y otra gente que, en un cuerpo de persona de 25 años, tiene millones de años de vida. Un planteamiento sobre el sistema capitalista, que se alimenta de personas, y necesita para subsistir gente que no tenga tiempo para pensar, para reaccionar contra el propio sistema. 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

viernes, 25 de enero de 2013

LOS MISERABLES, de Tom Hooper


Uno necesita dejar reposar las sensaciones tras el visionado de esta película, porque la sensación primera que se queda pegada a la parte más superficial de la piel es de apabullamiento, grandiosidad, y se requieren días para que traspase esa fina capa y se instale más profundo, entre el corazón y el estómago.

Tom Hooper (que ganó el Oscar con la efectiva y quizá sobrevalorada El discurso del rey) demuestra que es un director con una visión sólida del cine que quiere, un cine arriesgado y que no está al alcance de la mano de cualquiera. Demuestra, asimismo, que su Oscar como Mejor Director no fue casualidad y que tiene intención de quedarse entre los más grandes. Con Los miserables se ha superado. Se ha superado porque la producción es mucho más ambiciosa, porque la historia que creó Victor Hugo requiere una enorme capacidad de síntesis para plasmar aquello realmente importante en la pantalla, y porque, una vez más, ha demostrado ser un gran director de actores, sacando lo mejor de un elenco interpretativo que debe estar eternamente agradecido por haber formado parte de Los miserables.

Hugh Jackman hace la mejor interpretación de su carrera, un papel complejo y que requiere una gran preparación. La evolución física y psicológica de su personaje es palpable, y de muestra que es capaz de cantar, interpretar y transmitir aquello que desea. Ya ha ganado el Globo de Oro, ¿ganará también el Oscar? Bien lo merecería.

En el reparto encontramos también a Russell Crowe, un actor que siempre me ha disgustado por inexpresivo, pero esta vez conseguir hacer de su inexpresión pura frialdad, incluso tiene destellos de brillantez y tormento en los minutos finales.

Asimismo, el cartel lo completan Eddie Redmayne, vocalmente algo más limitado, pero consigue estar correcto; Amanda Seyfried y Samantha Barks, mejor la segunda que la primera; o los estrambóticos Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter, ciñéndose una vez más a un papel que parece que ya han hecho antes.

Mención especial requiere Anne Hathaway, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, en un papel secundario pero impactante. Su momento cumbre llega pronto, no ha avanzado demasiado el metraje todavía, y su interpretación de I dreamed a dream te parte en dos, te deja bañado en lágrimas. ¿cómo es capaz de hacer algo así?

En definitiva, uno tiene la grata sensación final de haber visto una película majestuosa, un musical bien hilado, unas interpretaciones que forman parte ya de las grandes interpretaciones de la Historia del cine. Y, por encima de todo esto, sobresale la gratitud a Tom Hooper por conseguir que uno sienta tantas ganas de leer la obra de Victor Hugo, que tiene que ser, seguro, una obra magistral, objeto de profunda admiración.