Ha pasado exactamente un mes desde la última vez que escribí sobre mi Semana Santa en el norte de Honduras. Durante todos estos días me he ido sintiendo cada vez más adaptado a esta "ciudad hostil" que tiene su encanto (¡vaya que lo tiene!). "Tegus te atrapa", me dicen los hondureños. Igual tienen razón porque estoy feliz, feliz. Y durante estas semanas he ido recopilando experiencias, comentarios y anécdotas de la vida en la raíz del mundo. Pero no os las contaré hoy. ¿Por qué? Porque en el puente de mayo nos fuimos de vacaciones a El Salvador.
Planes para el puente de mayo:
La mafia italiana (entre la que se encuentra mi compañera de piso Paola) había organizado una quedada centroamericana en El Salvador. Iría gente que vive allí, y también otros que vivimos en Honduras, Nicaragua y Guatemala. Habían alquilado un rancho en Barra de Santiago, en la costa,"cerca" de San Salvador, la capital. Salida prevista el viernes por la mañana y regreso el domingo por la tarde. "Serán unas 5 o 6 horas de viaje", prometieron mis fuentes.
Iniciamos el trayecto y 10 horas después llegamos a una casona en primera línea de playa como la de Brandon y Brenda en Sensación de vivir. De hecho, esas 10 horas merecieron la pena en el mismo momento en el que entramos por la puerta de la finca. "Tengo que aprender a disfrutar más del viaje, no solo del destino", me dije. Porque lo cierto es que una vez allí era (muy) fácil disfrutar: bebiendo cerveza en la barra de la pisina, comiendo pasta cocinada por la mara italiana, desayunando ostras. Lo típico.
El fin de semana prometía exceso de sol, exceso de cerveza, exceso de piscina y de mar. Perfecto.
Pero me levanto el sábado y descubro un oleaje en el Pacífico como nunca he visto en mi vida. Me encanta la ironía de aquel que decidió bautizar a esas aguas hijas de puta de esa manera. Tan fiero estaba el mar y la casa tan en primera línea que ocurrió algo así:
Pero me levanto el sábado y descubro un oleaje en el Pacífico como nunca he visto en mi vida. Me encanta la ironía de aquel que decidió bautizar a esas aguas hijas de puta de esa manera. Tan fiero estaba el mar y la casa tan en primera línea que ocurrió algo así:
Efectivamente, el agua del mar llegó hasta la piscina. Así que nos quedamos sin mar y sin piscina. Dos en uno. ¿Que nos queda? Efectivamente, la cerveza. Lo malo es que después de unas cuantas cervezas uno se relaja y ¿que viene un tsunami? Pues que venga que aquí le espero. Por la noche nos recomendaron evacuar la zona, así que decidimos votar. En la casa estábamos unas 20 personas: 15 europeos, 1 gringa y 4 centroamericanos. Votos a favor de evacuar: 3 (de los centroamericanos). Votos en contra: 16. Conclusión: nos quedamos esperando la ola. LA OLA, decían. Y la ola llegó cuando yo estaba dormido plácidamente en mi habitación (de la segunda planta por si las moscas), y tampoco fue para tanto, volvió a alcanzar la piscina y llenarla de mierda pero nada que ver con la auténtica ola grandiosa de la más grande:
Resumen del fin de semana:
19 horas de viaje.
Curso exprés de italiano superado con éxito.
Supervivencia a un tsunami.
Desconexión extrema.
Alegría, alegría, alegría.
Ha merecido la pena.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
JJAJAAJAJAJAJAJAJAJAJAAJ no puedo con mi vida
ResponderEliminarMe parto, en serio que te paso eso? puf que experiencia, y encima las pedazo horas de viaje!!
Disfruta mucho de todo, lo malo y lo bueno!
Bess
¡¡Madre mía!! Yo me hubiera muerto de miedo y fijo que hubiera votado como los centroamericanos. Hubiera salido de allí como alma que lleva el diablo. Toda una aventura...
ResponderEliminarBesos
Jajajaja!! Me pasa a mi y puede que me hubiese dado un vete tú a saber qué, pero así contado resulta divertido. Besos
ResponderEliminarUys, yo creo que también hubiera votado como los centroamericanos, que no soy yo tan valiente. Pero la verdad es que sí, que lo cuentas así y parece todo muy divertido!
ResponderEliminarBesotes!!!
Qué pasada
ResponderEliminarBesos
Eres increíble, me meo contigo. Desde luego la vitalidad y alegría de Anita Reina la ha aprendido de ti. Disfruta y ten cuidadin!!!
ResponderEliminar¡Madreeee, qué aventuras! :D
ResponderEliminarLo que no sé cómo osastéis quedaros (aún con unas birras de más) A mí me hubiera dado un poco de miedito xD
A seguir disfrutando.
Besicos!
*osasteis *aun
EliminarSorry! Se me han colado un par de tildes mal puestas :S
Jajajajajja me parto contigo hermanito! Y yo quejándome que hace un poco de viento !
ResponderEliminarLo mejor: alegría, alegría , alegría ! Enséñales unas buenas sevillanas en mi nombre jejeje
Un besote enorme !!!!😘😘
Qué bueno Ismael! Te mando muchísimos besos y que vaya todo fenomenal
ResponderEliminarJajajajajajajajaja Me parto con tus historias en Honduras!!! Se nota que te lo estás pasando genial!
ResponderEliminarjajajajajaja .... Que viene un tsunami? Pues que aquí venga que lo espero. En serio, eres muy top. Jajajajaja
ResponderEliminarComo diría Trillo: ¡Viva Honduras!
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