Tercera novela que leo de Alejandro Palomas, que fue protagonista del mes pasado en CAJÓN DE HISTORIAS. Y aún así, El tiempo que nos une me ha pillado por sorpresa. ¿Por qué? Porque Una madre me emocionó, sí, pero todo en ella estaba pensado para emocionar, y El alma del mundo, aunque me gustó bastante, se me hizo una novela demasiado blanca y a la que, quizás, le faltara algo de suciedad. El tiempo que nos une, no sé por qué, pensaba que iría por esa misma línea. Pero me equivoqué.
Uno tiende a pensar (o quiere hacerlo, más bien) que las últimas novelas de cada autor son las mejores. La última y, por supuesto, la primera, que suele ser un ejercicio narrativo sin contaminantes, mucho más puro quizás que el resto de la obra. Por eso no me esperaba ese derroche de valentía en esta novela intermedia en la trayectoria literaria de Alejandro Palomas. Me esperaba emoción, sí, pero no me esperaba tanta emoción, tanta como para tener que echar el freno a la lectura y necesitar salir a tomar el aire (y una cerveza) porque la historia que tenía ante mis ojos dolía, y dolía demasiado. Hacía mucho tiempo ya que no ocurría algo así, que una novela me producía una sensación física de malestar.
Y yo mismo me descubrí pensando, a la mañana siguiente mientras me tomaba un café, las razones que me hacían continuar leyendo. ¿Si duele, por qué seguir? Porque es hermoso. Porque se puede encontrar belleza en el dolor. Y porque es balsámico.
El tiempo que nos une es una historia de mujeres de una misma familia, tres generaciones en las que Mencía es la matriarca, madre de dos hijas, Lía y Flavia. Y Lía, a su vez, madre de tres hijas: Helena, Irene y Bea. Pero Helena falleció en un accidente en el mar, y el primero de los 8 libros que componen la novela girá en torno a su ausencia. La anécdota que narraba sobre "mi salida a tomar cerveza para airearme" ocurrió durante ese primer libro. Aún no sabía que el segundo libro sería todavía más duro, porque ese no habla de la ausencia, sino de la pérdida, y es una pérdida tan a destiempo, tan dolorosa, que hasta hipé, os lo juro.
Desde ahí, por suerte, El tiempo que nos une se hace más llevadero, igualmente emocionante, alternando el drama con la comedia, en esa delícada y complicada línea que el autor maneja tan bien, y el lector va encariñándose más y más con todos los personajes femeninos de esta historia, con las mujeres valientes golpeadas por la vida, como tantas, como todas. Y entre ellas, especialmente, destaca el de Mencia, la matriarca, la anciana nonagenaria que dice estar cansada de vivir pero que, sin embargo, desprende tanta vida que uno no puede más que admirarla. Incluso a pesar de los errores cometidos, porque ese es uno de los aciertos de Palomas: crear personajes humanos que han tomado decisiones equivocadas en algún momento de sus vidas. Nadie es perfecto.
El tiempo que nos une es un canto de amor a la familia, a los vínculos familiares. Una lectura que cura y absolutamente necesaria.
Desde ahí, por suerte, El tiempo que nos une se hace más llevadero, igualmente emocionante, alternando el drama con la comedia, en esa delícada y complicada línea que el autor maneja tan bien, y el lector va encariñándose más y más con todos los personajes femeninos de esta historia, con las mujeres valientes golpeadas por la vida, como tantas, como todas. Y entre ellas, especialmente, destaca el de Mencia, la matriarca, la anciana nonagenaria que dice estar cansada de vivir pero que, sin embargo, desprende tanta vida que uno no puede más que admirarla. Incluso a pesar de los errores cometidos, porque ese es uno de los aciertos de Palomas: crear personajes humanos que han tomado decisiones equivocadas en algún momento de sus vidas. Nadie es perfecto.
El tiempo que nos une es un canto de amor a la familia, a los vínculos familiares. Una lectura que cura y absolutamente necesaria.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
¡Hola!
ResponderEliminarPues yo no le hago ascos a este libro. Lo pongo en la lista.
Muchas gracias por la reseña. Es estupenda.
¡Nos leemos! =)
Es la única que de momento he leído del autor y me gustó muchísimo, el personaje de Mencía es muy especial
ResponderEliminarBesos
No conocía este libro del autor, pero me lo apunto Con Una madre me conquistó. Besos
ResponderEliminarCreo que Alejandro Palomas es un escritor valiente, eso no se lepuede negar. Rebosa emoción, pone mucho de él en lo que escribe y transpira alma.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo no me canso de decirlo: este es el mejor libro de Palomas con diferencia y eso que, en mi opinión, todos son espectaculares :)
ResponderEliminarEs verdad, en esta novela hay mucho de dolor, quizá en las que más de las que he leído pero es difícil retirar la vista cuando estás dentro. Me ha encantado el análisis y tu reseña.
ResponderEliminarBesos
Me encanta tu reseña sobre este libro. Has hecho que me llame tanto la atención que voy a buscarlo para leérmelo en breve. Muchas gracias.
ResponderEliminarLa Estupenda
Kiss
Lo leeré seguro, me encanta cómo escribe poesía, me queda catarlo en prosa =)
ResponderEliminarBesotes
Este no creo que lo lea. A mí "Una madre" ni me emocionó, ni nada de nada. No me gustó. Pero te pienso comentar todas tus entradas favoritas del año para celebrar el aniversario como se merece. Jajaja!
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