No he querido saber, pero he sabido que una de las niñas, cuando ya no era niña y no hacía mucho que había regresado de su viaje de bodas, entró en el cuarto de baño, se puso frente al espejo, se abrió la blusa, se quitó el sostén y se buscó el corazón con la punta de la pistola de su padre, que estaba en el comedor con parte de la familia y tres invitados.
Esta es la primera y maravillosa frase de Corazón tan blanco, una novela que leí hace poco más de un año, que estuvo seleccionada entre mis mejores lecturas de 2014 en la categoría de Mejor Narración y que ahora, dado que Javier Marías es protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, he releído para la redacción de esta reseña.
Esta es la historia de Juan, quien, durante su viaje de bodas, se ve envuelto en un pequeño error sin importancia que hará que se instale en lo más profundo de su ser la necesidad de conocer el pasado, de saber quién es realmente su padre, Ranz, que se casó en terceras nupcias con la hermana pequeña de su segunda esposa, la que se quitó la vida en ese baño, y conocer las razones de ese suicidio.
Corazón tan blanco disecciona, con profunda inteligencia, el matrimonio como institución sobre la que se sustenta la familia y, por ende, una sociedad contemporánea en la que algunos valores tradicionales se han dinamitado, afortunadamente, instaurando un nuevo orden. La libertad elegida cuando en realidad se trata de libertad impuesta y el recuerdo distorsionado que únicamente vive si alguien lo transmite vuelven a ser el núcleo central de la obra del autor, lo mismo que en Los enamoramientos y Así empieza lo malo, dos novelas posteriores a Corazón tan blanco en los que se recurre igualmente a este asunto. Así, el amor cansado, el secreto y la tragedia conforman una historia como una espiral, en la que la estructura es similar a la de las otras novelas suyas mencionadas, con esa manera para avanzar poco a poco al lector que algo malo y determinante va a ocurrir.
Cuenta con algunos episodios cargados de humor, como cuando el protagonista traduce a dos altos cargos, uno español y otra británica (¿Felipe González y Margaret Thatcher?) e inventa una conversación entre ellos que gira en torno a obligar a querer y sobre los instintos dictatoriales más íntimos. O también en el que Ranz, uno de esos personajes inolvidables, convence a un empleado de seguridad del Museo del Prado de no quemar un cuadro.
Corazón tan blanco, que fue reconocida con el Premio de la Crítica en 1993, tiene ese pulso firme de los thriller mejor escritos, un thriller encapsulado en el estilo narrativo de Marías, con algo de lírico y mucho de ensayístico, en el que se paladea cada frase y en el que cada idea se queda flotando en algún lugar de la conciencia.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Como ya te comenté cuando presentaste el mes dedicado a Javier Marías, es para mí un autor pendiente que se suma a una larga lista (Almudena Grandes, Rosa Montero, Maruja Torres...). Por tanto, voy a tomar como punto de partida tu recomendación, así que me llevo anotado "Corazón tan blanco". Además, en breve comenzaré a utilizar el préstamo digital de las bibliotecas andaluzas, y acabo de comprobar que hay varios libros de Javier Marías, entre ellos el que aquí reseñas. ¡Abrazo, amigo!
ResponderEliminarQuéeee?? que además de Marías no has leído nada de Almudena Grandes, Rosa Montero o Maruja Torres??? Son mis MUST READ. Tienes que estrenarte con ellos!! jaja
Eliminarun abrazo fuerte!!!
¡Tranquilo, son parte de mis deberes para este año! I promise!!! :)
EliminarLo leí hace años y me gustó muchísimo. No sé por qué no he vuelto a leer nada del autor...
ResponderEliminarBesotes!!
Es una gran novela, la verdad. Anímate con Así empieza lo malo, seguro que te gusta mucho también.
Eliminarbesotes!
Tengo pendiente a este hombre!!!
ResponderEliminarY de hecho, hay algún libro suyo por casa, no sé a qué espero =)
Besotes
PD. Anda que encontrarte conmigo con un bombo, vaya! =P
Dale, anímate a leerle mujer embarazada en mis sueños!!!
EliminarBesos!