Esta era una de esas novelas que han estado en la estantería de casa desde que tengo memoria y que, por un motivo o por otro, nunca lees. No fue lectura obligatoria en mi época de bachiller ni de universitario. Por eso lo fui postergando hasta hace un par de meses, justo antes de irme a Ecuador. Quizá, motivado por la reseña de Offuscatio. En definitiva, es uno de esos libros de lectura obligada, un clásico. Y la obra más importante de su autor, William Golding, que fue galardonado con el Premio Nobel en 1983.
El señor de las moscas plantea qué sucedería si un grupo de niños se quedaran solos en una isla desierta tras un accidente de avión. Golding elimina casi por completo todo aquello que le estorbaba -el piloto del avión, los otros adultos, los motivos del viaje- para centrarse en lo que realmente le interesa: los niños y cómo estos comienzan a establecerse en ese nuevo orden.
La novela va introduciendo al lector en ese mundo, en esa isla donde los únicos alimentos son, a simple vista, los frutos. Y pronto nos lleva con ellos para sentar las bases de un paralelismo entre el primer mundo británico y lo que allí, en esa isla desierta, sucede. El señor de las moscas podría ser una crítica al colonialismo inglés de principios del siglo XX. Y sin condicionales, ES una crítica al sistema organizativo de los adultos, , un sistema social que necesita de líderes, por incompetentes que estos sean y que podría entenderse, asimismo, como el preámbulo a la sociedad de la imagen.
"Reuniones. Nos encantan las reuniones, ¿verdad? Todos los días y hasta dos veces al día para hablar. Te apuesto que si soplo la caracola ahora mismo vienen corriendo. Y entonces... ya sabes, nos pondríamos muy serios y alguno diría que tenemos que construir un reactor o un submarino o un televisor. Al terminar la reunión se pondrían a trabajar durante cinco minutos y luego se irían a pasear por ahí o a cazar".
SPOILERS. El gordito, Piggy, no llegó a ser jefe, aunque bien lo merecía por su inteligencia y su capacidad de análisis. Ralph no pudo contener las ansias de poder de Jack Merridew ni consiguió hacer que el resto de los niños acatasen sus órdenes como líder, le faltaba carisma. Y, como siempre ocurre en situaciones extremas, el ser humano sacando lo peor de sí mismo... aunque también lo más intenso, y esa intensidad puede ser decisiva en el momento de sobrevivir. FIN DE SPOILERS.
El señor de las moscas es una novela entretenida desde el punto de vista argumental, sencilla desde el punto de vista estilístico y cuyo valor reside en todo lo que entraña, en todo lo que no dice pero que sí cuenta, en esa pérdida de la inocencia, pero sobre todo, en el paralelismo con una sociedad que finge ser civilizada cuando la barbarie animal está pegada a su piel, el paralelismo con la decadencia organizativa de un primer mundo perdido en una isla desierta. Porque como dice Jack prácticamente al principio de la obra: Necesitamos más reglas y hay que obedecerlas. Después de todo, no somos salvajes. Somos ingleses, y los ingleses somos siempre los mejores en todo.
Que se lo digan a Julian Assange.
"Reuniones. Nos encantan las reuniones, ¿verdad? Todos los días y hasta dos veces al día para hablar. Te apuesto que si soplo la caracola ahora mismo vienen corriendo. Y entonces... ya sabes, nos pondríamos muy serios y alguno diría que tenemos que construir un reactor o un submarino o un televisor. Al terminar la reunión se pondrían a trabajar durante cinco minutos y luego se irían a pasear por ahí o a cazar".
SPOILERS. El gordito, Piggy, no llegó a ser jefe, aunque bien lo merecía por su inteligencia y su capacidad de análisis. Ralph no pudo contener las ansias de poder de Jack Merridew ni consiguió hacer que el resto de los niños acatasen sus órdenes como líder, le faltaba carisma. Y, como siempre ocurre en situaciones extremas, el ser humano sacando lo peor de sí mismo... aunque también lo más intenso, y esa intensidad puede ser decisiva en el momento de sobrevivir. FIN DE SPOILERS.
El señor de las moscas es una novela entretenida desde el punto de vista argumental, sencilla desde el punto de vista estilístico y cuyo valor reside en todo lo que entraña, en todo lo que no dice pero que sí cuenta, en esa pérdida de la inocencia, pero sobre todo, en el paralelismo con una sociedad que finge ser civilizada cuando la barbarie animal está pegada a su piel, el paralelismo con la decadencia organizativa de un primer mundo perdido en una isla desierta. Porque como dice Jack prácticamente al principio de la obra: Necesitamos más reglas y hay que obedecerlas. Después de todo, no somos salvajes. Somos ingleses, y los ingleses somos siempre los mejores en todo.
Que se lo digan a Julian Assange.
Lo lei hace años, no recuerdo si antes o después de ver la peli aunque ambos me gustaron mucho, sin duda un libro de lectura obligada
ResponderEliminarbesos
Yo no he visto la peli, pero lo haré!!!! ;)
Eliminar¡Gracias por la referencia al blog! Coincido contigo en tus opiniones sobre la novela; aunque si es cierto que cuando la leí me esperaba algo más chocante. Quizá la sencillez de la trama y del lenguaje han evitado que la novela tuviera un mayor impacto; o, quizá, sencillamente mi visión quedó turbada por la crueldad de las lecturas que, en ese momento, tenía entre manos. ¡Un abrazo!
ResponderEliminarGracias a ti por recordarme que estaba ahí, esperándome. Un beso!!!
EliminarLo leí hace dos años después de que me lo recomendasen muchísimo y aunque esperaba mucho más, me gustó, me sorprendió y sin duda lo recomiendo, estoy de acuerdo contigo, es simple a primera vista pero esconde muchísimo, invita a reflexionar. Muchos besos.
ResponderEliminarLa verdad es que las expectativas son peligrosísimas, verdad?? pero lo que es indiscutible es que la novela entraña mucho más de lo que parece, yo he tenido que dejar reposarlo unas semanas antes de escribir esta reseña :) un besotee!!!
EliminarUno de mis eternos pendientes...!
ResponderEliminarBesotes
Shorby, creo que es uno de esos clásicos que al final terminarás leyendo, además se lee muy rápido ;) un besote!
Eliminaryo lo leí en la escuela, y debo decir que me produjo verdaderas pesadillas...será que con la edad me he acostumbrado más a la violencia o no lo se...en aquel entonces, sufría cada que tenía que tomar el libro entre las manos para leerlo.
ResponderEliminarGran reseña ¡un abrazo!, Ale.
Ale, sí, yo creo que ahora, por desgracia, estamos todos demasiado acostumbrados a la violencia. De todas maneras es fascinante que un libro consiga producirte una sensación así, verdad? A mí pesadillas me produjo Plenilunio, literalmente te lo digo. un besote muy fuerte!!
EliminarMi hermana lo tuvo como lectura obligatoria en el instituto, yo no, y siempre que lo veo por la estantería me recuerdo que tengo que leerlo. Demasiados libros pendientes, jeje. Con este empujón tuyo, a ver si lo leo.
ResponderEliminarBesos
Como le digo a Shorby, es uno de los clásicos, a ver si consigo animarte. un besote!
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