La escritora belga nos vuelve a llevar de viaje hasta Japón en esta novela en la que relata sus aventuras en el país nipón y se centra, sobre todo, en su relación de “amor” con Rinri.
Cuando la joven Amélie llega a Japón en 1989 pone un anuncio para impartir clases particulares de francés y mejorar así también su nivel de japonés. Rápidamente responde el delgado Rinri, con el que rápido entabla una relación de amistad-amor muy peculiar. Sientes que él la ama “a la japonesa”, que parece una forma de amar comedida, y que ella se siente a gusto a su lado, cómoda. Y su relación fluye, aunque ella no sea capaz de responderle con un amor extremadamente intenso, algo que además, me hace plantearme que hubiera contrariado al muchacho, le hubiera desbocado.
La obra resulta de lo más divertida por el choque cultural entre ambos, porque sus concepciones vitales y sentimentales divergen y es difícil llegar a un punto común que perpetúe su relación.
Amélie explota la capacidad para reírse de sí misma, lo que provoca la risa en el lector. Y es que algunos de los pasajes son especialmente divertidos, como el de la ascensión al monte Fuji, o la cena con los amigos de Rinri (maravillosa). O el comentario que le hace la madre de “su chico”, que me provocó una carcajada: “No ves que con esa cara jamás podrás ser elegante”.
También me han encantado las progresiones en francés que hace el joven: desde su “ourrrrhhhh” para pronunciar “Oeuf” [œf], hasta el momento en el que aprende a utilizar la expresión Sacré, que se utiliza normalmente para mostrar admiración hacia una persona, y el chico no puede parar de usarla en cada momento.
Escrito en primera persona y con la fluidez pasmosa de su pluma, hace fácil lo complejo, conquistando a buena parte de los lectores, tanto que es difícil encontrar palabras negativas hacia su obra. Yo diré una: nada de lo que he leído hasta ahora de ella me ha parecido una obra maestra de la Literatura Universal.
Pero no creo que ella tampoco lo pretenda, sino que sus libros están cargados de una ligereza que entraña mucho más de lo que a primera vista puede extraer el lector, y Nothomb, desde la hilaridad, reflexiona sobre los choques culturales y habla con un profundo amor de las costumbres de Japón, país al que es fácil transportarse entre sus líneas.
Una novelita autobiográfica que me hace pensar que la vida que ha tenido Nothomb es muy novelable, que su propia vida y su carácter extravagante y fresco le llevaban a dedicarse a la literatura. Eso, o lo que es mejor aún, es capaz de hacernos creer su histriónica biografía cuando en realidad muchas de las anécdotas no son más que producto de su imaginación. Puede que nunca lo sepamos.
En definitiva, una lectura de lo más recomendable para pasar un rato divertido, sin pretensiones, sobre todo ahora en verano, que parece que las lecturas más apetecibles son aquellas cargadas de ligereza e ironía y humor. Una obra para disfrutar, simplemente, del placer de la lectura. ¡Sacré Amélie!
A mi tambien me gusto mucho!
ResponderEliminarY yo que sigo sin leer nada de esta autora. La tengo apuntada en mi lista así que a ver si me animo con esta obra este verano. Aunque he empezado este año la estación con obras más bien tristes, amargas. No sé que me pasa. Y mira que iba con la intención de leer obras ligeras, pero al final me estoy decantando por novelas de las que te hacen pensar. Bueno, todavía queda verano por delante. Y esta novela de Nothomb seguro que la leo, que por todo lo que cuentas en tu reseña, promete hacer pasar muy buenos ratos.
ResponderEliminarBesotes!!!
Pues yo odié este libro y me aburrió sobremanera. Me pareció patético como se deshizo de Rinri, no me gustó nada de nada xD
ResponderEliminarPues yo no he leído nada de esta autora aún. Me lo apunto, por si me tropiezo con él por casualidad!! jeje
ResponderEliminarA mi también me gustó!!
ResponderEliminarA los que no habéis probado con ella, hacedlo! Yo creo que no os defraudará.
Hay algunas situaciones de risa jaja
No he leído nada de esta autora, aún. Espero remediarlo pronto, porque le tengo muchas ganas...
ResponderEliminarLa verdad es que lo que sé de la vida de esta mujer me parece fascinante, así que tendré que descubrirlo en sus novelas.
¡Besines!
Liz, me alegro, tiene situaciones muy divertidas!!
ResponderEliminarMargari!! anímate ya!!! yo te reconozco que soy más de novelas tristes, pero de vez en cuando algo muy ligerito sienta muy bien! muakss!!!!
Aineric, se ve venir, no?? me encanta que haya diferentes puntos de vista de la misma obra! bravo!
ResponderEliminarRo, creo que es muy adecuada para empezar con Nothomb, te vas a hacer una idea sobre su estilo, y si te gusta o no. ;)
Vero, jajaja, es que hay algunas situaciones muy divertidas! me encantan los contrastes culturales!!! muaks!
ResponderEliminarLady Boheme, menuda vida ha tenido! yo quiero ser Nothomb!!! jajajaja! bueno, no, me gusta ser Cruceta!! jajajaja! anímate y cuéntanos si te gustaa!! muaakss!
Qué curiosa esta mujer...
ResponderEliminarPor tu reseña sí que apetece esta lectura para este tiempecito, la verdad. La tendré en cuenta :)
Este y Estupor y temblores son de momento mis dos favoritos de la belga, como bien dices, no llega a la categoría de obra maestra de la literatura, pero tampoco lo pretende. Sus libros son divertidísimos y ligeros y a veces eso está bien, por no hablar de que los choques de oriente y occidente los retrata de la manera más divertida. Un abrazo
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. Para mí es una de sus mejores (de las poquitas que he leído de ella, claro).
ResponderEliminarLas cosas divertidas que has elegido están muy bien, porque casi no me acordaba, Es genial, jeje.
He puesto un buzón del escritor en mi casa. Había pensado cada trimestre leer algún libro de algún escritor que empezase.
Había pensado empezar con el tuyo. Que saldría para este tercer trimestre.
Te lo digo, por si no te apetece lo de que te ponga como escritor novel, pero ya vas haciendo tus pinitos, claro :D
Elvira, es muy divertida, jejeje, a ver, en realidad se puede leer en cualquier momento, pero ahora parece que pega más, no sé, es más ligera, hace buen tiempo, tengo ganas de ir a la playa y gritar de felicidad vacacional. (estoy escribiendo esto desde la oficina...)
ResponderEliminarCarol, coincidimos. Metafísica de los tubos también me ha gustado, pero más Estupor y temblores y éste. ;)Besosss!!
Icíar!! que alegría!!!!! sí, me hace mucha ilusión que hayas pensado en mí para empezar!! gracias por lo de los pinitos, jajaja, pero anda que no tengo que aprender todavía (y por suerte). Un besote enorme!!!!
ResponderEliminarHola, Ismael. Te devuelvo la visita y prometo pasarme de vez en cuando.
ResponderEliminarMe gusta leer y aprecio el valor de los libros, así que me convierto en seguidor de tu 'Cajón de historias".
Por cierto, ya he contestado a tu comentario en el post de 'Pequeñas mentiras sin importancia'.
Un saludo!
Me puede, esta mujer me puede. Y eso de que se ponga de portada en todos sus libros es que me saca todavía más de quicio. Un poco diva la muchacha ¿no?
ResponderEliminarYo me inicié con Estupor y temblores, y seguí con Ni de Eva ni de Adán, y debo decir que sea por lo que sea, me encanta esta autora.
ResponderEliminarAmélie conjuga 2 grandes pasiones mías: el mundo nipón, y una visión humorística de la vida.
Escenas de humor como:
- la del baño en el sento de la isla de Sado.
- O la "Santa Cena" con los trece apóstoles.
Ya hacen merecer la pena su lectura. Pero tiene más, mucho más...
Desde que lo leí me quedaron ganas de más... y decir que aunque no todas las novelas están escritas en clave de humor, siempre sorprenden... y ya me he leído todas las que van siendo traducidas... afortunadamente Nothomb publica una novela anual. A pesar de que soy fan suya hay 2 novelas con las que no puedo recomendar: Ácido sulfúrico y Diccionario de los nombres propios... el resto sí.
Gracias por tu comentario Ismael, lo comparto plenamente.