martes, 24 de marzo de 2009

EL ARTE. CONVERSARCIONES IMAGINARIAS CON MI MADRE, de Juanjo Sáez


Estamos ante un libro que constituye en sí mismo toda una experiencia artística… toda una aventura. Y Juanjo Sáez, el autor atrapa de una manera amable y divertida a un lector que lee y lee de principio a fin.

Probablemente todo aquél que quiera comprar Conversaciones imaginarias con mi madre lo encuentre en la sección de cómics, pero mucho más que un cómic es un libro crítico, puesto que Sáez no tiene ningún pudor al expresar sus opiniones sobre determinadas obras de arte, como por ejemplo cuando afirma que Calder es su artista favorito, porque sus obras móviles son como volver a la infancia, o cuando afirma que para él los cuadros de Miró son como entrar en otro mundo, incluso hay veces que escribe lo que piensa y no lo justifica ni lo profundiza. Simplemente es su opinión.

Pero a la vez es una obra educativa y divulgativa, puesto que el dibujante barcelonés acerca el arte contemporáneo a todo el que no sabe nada sobre el tema, al igual que a aquellos que son expertos pero que tienen la mente abierta para aceptar como válidas nuevas formas de arte, ignorando en ocasiones el virtuosismo para centrar toda la importancia en la emoción de contemplar las obras. Porque para el autor el arte es emoción, además de salir de sí mismo y fundirse con el mundo.

Además explica que el arte no es sólo una representación de la realidad, una obra no es mejor cuanto más realista sea, porque precisamente eso va en contra del concepto de arte: el arte ha de ser libre para evolucionar y llegar a otros lugares, de ahí la importancia de artistas como Picasso, que llegó más lejos de lo que nunca había llegado nadie antes.

Todo esto lo explica de una forma sencilla y amena, entremezclándolo con pinceladas de su vida cotidiana y las reacciones, reales o imaginarias, de su madre ante estas reflexiones. El ser humano parece que disfruta complicando lo que puede ser sencillo, y Juanjo Sáez ha simplificado lo que puede ser complejo.

Por último, mencionar que para acercar al lector al arte contemporáneo lo hace precisamente a través de una forma artística, puesto que sus dibujos sin caras, sus garabatos o sus tachones son una manera más de defender aquello de lo que habla el libro: todo lo que nos rodea puede convertirse en una obra de arte, sólo depende de los ojos con los que miremos el mundo.

2 comentarios:

  1. Hola, Isma!!! Ese libro lo leí yo porque me lo dejó Dani. Tengo que reconocer que es uno de los libros mas sorprendentes que he leído y me encantó, por su manera de expresar las cosas y su capacidad para hacer reír al lector. A mí, personalmente, ningún libro me ha hecho reír; tan sólo éste. Lo recomiendo absolutamente. Creo que es una obra que conviene tener en la estantería. Besotes!

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  2. jajjaja me encanta el dibujillo del arte!!!!

    me habré sentido identificada¿?¿? jejeje xD

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