Una de las obras que ha causado más controversia y polémica
en la última temporada literaria, Para
acabar con Eddie Bellegueule es una biografía novelada del propio autor,
que crea en el protagonista su alter ego.
Contovertida y polémica porque pone
de manifiesto la homofobia vigente en Francia, especialmente en zonas rurales y
de escasos recursos económicos. ¿La aceptación de las opciones sexuales
diferentes a la heterosexualidad se da únicamente en las clases sociales
beneficiadas por el capitalismo burgués? ¿Es cierto aquello de que los derechos
humanos son una cosa de ricos?
Édouard Louis no da tregua en esta obra devastadora y
descarnada, que quema en la piel y escuece en los ojos, más de impotencia y
rabia que de tristeza. Para acabar con
Eddie Bellegueule es un retrato incómodo de la cara más gris de Francia, de
una Europa fracasada que no ha logrado crear bienestar social para toda la
ciudadanía, olvidándose de la educación (de la educación académica y en
valores) de parte de la población. Una sociedad que se regodea en la miseria,
en la ignorancia y que ataca a aquel que difiere o destaca.
No es una novela fácil de leer, más que por su estilo, que
es depurado, por el contenido, que pica a veces. Tanto así que el lector echa
en falta una pizca de luz, una sonrisa entre tanto varapalo. Pero merece la pena leer un libro así, porque
derrocha verdad en cada página y hace plantearse cuestiones incómodas. ¿Qué
sociedad estamos construyendo con nuestros votos? ¿Este sistema nuestro es
realmente efectivo? ¿O solidifica la exclusión?
Para acabar con Eddie
Belllegueule no es solo una novela sobre la homosexualidad en un entorno
hostil, sobre el proceso de auto aceptación, sino también, y sobre todo, sobre
las opciones de escapar a un destino que el capitalismo escribe para cada uno
de nosotros. ¿Existen tales opciones? ¿Cuál es el precio de lograr unas mejores
condiciones sociales y económicas? Hay que leer este libro para descubrirlo,
para, al menos, planteárselo. Y cuidado, que se queda como una bola atascada en
la garganta y en el estómago durante semanas. Pero merece la pena, lo reitero.
Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria
Yo tuve que abandonarlo. Me pareció sobrevalorado y malo hasta el extremo. La narración es inestable y no fui capaz de sentirme atraído por lo que contaba...
ResponderEliminarUn besito.
Pues tu reseña me deja con ganas, pero el comentario de Xavier me hace bajar las expectativas, que no quitarme las ganas de leerlo.
ResponderEliminarBesotes!!!
No había prestado mucha atención a esta historia, pero me he quedado con ganas de descubrirla tras leer tu reseña. Creo que las preguntas que introduces en ella a raíz de la lectura darían para largos debates. Tomo nota, me apetece ver esa mirada crítica del autor. ¡Un abrazo!
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