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sábado, 25 de abril de 2015

18 Festival de Málaga | Crítica de 'Hablar' + Palmarés

Las palabras de 'Hablar' se las lleva el viento

Texto: Natalia Pulido 

Un año más, CAJÓN DE HISTORIAS ha vivido en primera persona esta fiesta del cine y no quería pasar por alto elPremio Jurado Joven otorgado a la Mejor Película de la Sección Oficial de Largometrajes a concurso al film Hablar, de Joaquín Oristrell.

Hablar, que se estrenará en las salas de cine el próximo 12 de junio, ha sido rodada en un plano único y en continuidad. Se trata de un viaje entre el teatro y el cine que transcurre en el popular barrio de Lavapiés de Madrid durante una calurosa noche de agosto de 2014. Durante 75 minutos y medio kilómetro de recorrido, veinte personajes en plena crisis económica, política y existencial hablan, discuten, ríen, lloran, amenazan, susurran, gritan, roban, se citan, se enfadan, se abrazan y proponen al espectador una reflexión sobre el inmenso poder de la palabra.

La guinda del pastel, que enriquece de manera sublime esta obra, es el elenco del que se nutre para transmitir todas esas emociones que te mantienen pegado al asiento con la vida a flor de piel. Ellos son Sergio Peris Mencheta, Estefanía de los Santos, María Botto, Raúl Arévalo, Marta Etura, Juan Diego Botto, Astrid Jones, Dafnis Balduz, Mercedes Sampietro, Nur Levi, Miguel Ángel Muñoz, Carmen Balagué, Goya Toledo, Secun de la Rosa, Álex García, Antonio de la Torre y Melanie Olivares.

“El ser humano, que tiene la capacidad de hablar, puede hacer cosas maravillosas pero también espantosas”, explica Joaquín Oristrell haciendo referencia a Nur Levi, que encarna uno de esos personajes que te lleva a la desesperación de querer, en ocasiones, nutrirte solo del silencio.  “Vivimos estupefactos por todo lo que pasa a nuestro alrededor. Todos los actores decidieron sobre qué querían hablar cubriendo así todas las generaciones”.

“La decisión de hacerlo en un solo plano viene porque desde hace años venimos estudiando fórmulas para expresar lo conseguido y cuando se presentó esta opción pensé que sólo sería posible mostrarlo de esta manera, cosa que motivó muchísimo a todo el equipo. Lo que parecía una necesidad se convirtió en un estilo que creó una tensión especial entre todos que se plasma hasta en los ojos”, continúa Oristrell.

Es un retrato claro de la España 2014/2015. “Es una comedia bárbara que me traslada a ese Valle-Inclán de Luces de Bohemiacon Max Estrella paseando por las calles de Madrid rodeado de prostitutas y mendigos, una brillante visión de aquella época”.

“En una semana de trabajo se empezó a animar mucha gente”, cuenta Juan Diego Botto que explica que en la ironía de su personaje se siente tremendamente cómodo ya que el tema de la inmigración es algo que tiene muy cercano”. Un personaje que está en constate lucha para encontrar miles de razones de justificar lo injustificable.

Y así, en este baile de actuaciones todo lo que va ocurriendo es irrepetible. “Éramos como una compañía de teatro, un elenco que estaba unido como si llevaran años trabajando juntos. Las propuestas más atrevidas son las de Joaquín  y las de Cristina Rota que son los que paren esta idea y nos meten a todos en ella”.

María Botto, encarna a una mamá en situación extrema, “es una realidad de muchos padres que tienen que mantener a su familia con 300 euros”. Y Miguel Ángel Muñoz, se convierte en un adicto a la pornografía. “El texto era absolutamente modificable, la experiencia de recorrer todos a una más de medio kilómetro ha sido increíble”, explica.

Una trama donde se muestra el lenguaje y su perversión, sus mensajes dobles y el como utilizamos el lenguaje para decir otra cosa. La actriz Carmen Balagué, es la madre que ha de entender y escuchar a su hijo. “A partir de ahora sólo voy a grabar planos secuencias”, bromea en la presentación de la película en Málaga.

Pero en toda reflexión se encuentra el silencio, aquel que nos ahoga en la quietud del tiempo estigmatizando nuestro pasado y nuestro presente. En ese papel se encuentra Estefanía de los Santos. “La falta de pudor y la necesidad del otro es lo que quise trabajar”. 

Todos ellos bailan al golpe de ¡acción! y al espectador se le encoje el alma porque puede sentirse reflejado en uno u otro papel. Amar, odiar, echar de menos, sentirte frustrado, ahogarte en un deseo, mentir, realizarte, imponerte, excitarte, todo esto en un vaivén de palabras donde yo también me levanto en esa sala cine para aplaudir ese texto final que te eriza la piel.



PALMARÉS DEL 18º FESTIVAL DE MÁLAGA 

Conocemos hoy el palmarés de la sección oficial de largometrajes a concurso que ha decidido el jurado de la 18 edición del Festival de Málaga integrado por Judith Colell (presidenta), Nathalie Poza, Manuela Velasco, Unax Ugalde, Santi Amodeo, Pau Esteve Birba y Patrick Bernabé y que, a continuación, os hacemos llegar:

- BIZNAGA DE ORO A LA MEJOR PELÍCULA: A cambio de nada, de Daniel Guzmán.

- BIZNAGA DE PLATA PREMIO ESPECIAL DEL JURADO: Los exiliados románticos, de Jonás Trueba.
- BIZNAGA DE PLATA A LA MEJOR DIRECCIÓN: Daniel Guzmán por A cambio de nada.
- BIZNAGA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ: Natalia de Molina por Techo y Comida.

- BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR ACTOR: Ernesto Alterio por Sexo fácil, películas tristes
-Mención especial del jurado para Emilio Palacios por Los héroes del mal.

- BIZNAGA DE PLATA A LA MEJOR ACTRIZ DE REPARTO: Nidia Bermejo por La deuda (Oliver’s deal).
- BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR ACTOR DE REPARTO: Antonio Bachiller por A cambio de nada.
- BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR GUIÓN: Barney Elliott por La deuda (Oliver’s deal).

- BIZNAGA DE PLATA A LA MEJOR MÚSICA: Tulsa por Los exiliados románticos.
-BIZNAGA DE PLATA A LA MEJOR FOTOGRAFÍA–DELUXE: Marc Gómez del Moral por Requisitos para ser una persona normal.
- BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR MONTAJE: David Gallart por Requisitos para ser una persona normal.
- BIZNAGA DE PLATA AL MEJOR GUIONISTA NOVEL: Leticia Dolera por Requisitos para ser una persona normal.

viernes, 17 de enero de 2014

TRES BODAS DE MÁS, de Javier Ruiz Caldera


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

Tres bodas de más es una de las delicias que nos ha regalado el cine español esta temporada. Un cine español que es más cómico que nunca y, además, con calidad. ¿Cómo se mide la calidad en una comedia? ¿Cómo se mide la calidad, así en general? Es una pregunta de difícil respuesta y subjetiva siempre, pero en este caso, podemos decir que Tres bodas de más hace reír al principio, a la mitad y al final, y no recurre a la mofa gratuita (y sólo en una ocasión a la "caca", pero lo hace con mucho glamour y mantón de Manila de por medio), lo que es todo un acierto. 

Es la historia de Ruth, una investigadora de treinta y algo años que no tiene mucha suerte en el amor. Su último novio (un iluminado Berto Romero) acaba de darle plantón y ella camina por la vida entre triste y desesperada sexualmente. Una situación que roza el patetismo y que fomentan tres invitaciones de boda: sus ex, incluido el último, han decidido casarse. El primero es un hippie ibicenco que parecía destinado a la vida desenfrenada en solitario (o en compañía de muchas), pero ya ven; el segundo, transformado en la segunda, que descubrió que quería ser mujer después de romper con Ruth; y el tercero y último, ese que se negaba a casarse como signo de rebelión de un sistema burgués, un clásico que termina casado, con dos hijos y un perro viviendo en un chalet.

Javier Ruiz Caldera (que firmó la parodia del mejor cine español en época de vacas gordas, Spanish Movie) dirige esta comedia con un guión divertido que consigue que la sala de cine se convierta en una experiencia de gozo compartido, y dirige a una Inma Cuesta en estado de gracia, demostrando su versatilidad, su buen hacer para el drama y para la comedia, sin altibajos, a la altura de las circunstancias. Y las circunstancias no son más que reírse de esa idea del amor romántico que se transmite de padres a hijos en el ADN, que es más falsa que un euro de madera y que nos arrastra sin remedio a ver en la pantalla algunos tópicos sobre el asunto - y los vemos con gusto, no crean -. 

El reparto lo completan Berto Romero, nominado al Goya como Mejor Actor Revelación (y con bastantes posibilidades de llevárselo); Paco León, en un papel que le viene como anillo al dedo; Laura Sánchez, una transexual de altura; Quim Gutiérrez, haciendo exactamente el mismo papel que hizo en Primos (de verdad, sin matices diferenciadores); Silvia Abril, que nos regala mi escena favorita de la película, la del pezón negro (todavía sigo riéndome, lo juro); María Botto, de jefa despiadada que va de jefa guay (como la mayoría de los jefes, todo sea dicho); Rossy de Palma, grande como siempre; Joaquín Reyes, como colofón final; y, sí, me falta uno, el becario: Martiño Rivas, explotando su atractivo, tiene aquí el guapo más subido que nunca. Y cumple con su papel de co protagonista que deja brillar a la estrella principal. 

En definitiva, 90 minutos de diversión, de escenas que recordar a la salida del cine con la sonrisa puesta. Merecidas siete nominaciones a los Premios Goya. No dejen de verla, que a nadie le amarga un dulce. 

miércoles, 27 de enero de 2010

SOLDADOS DE SALAMINA, de David Trueba

Soldados de Salamina, la tercera película de David Trueba, basada en la novela homónima de Javier Cercas, nos acerca a la figura de Rafael Sánchez Mazas, uno de los ideólogos de la Falange Española que salió con vida de un fusilamiento.

Lola Cercas, interpretada por Ariadna Gil, es una periodista/escritora en crisis (una profunda crisis vital y literaria) que comienza a investigar sobre la figura de Sánchez Mazas y la del soldado que le perdonó la vida, un tal Miralles (interpretado por Alberto Ferreiro en la juventud, con una escena maravillosa en la que una sola frase -Por aquí no hay nadie- y una mirada bastan para decirlo todo; y Joan Dalmau en la vejez, que hace la última parte de la película entrañable). Hasta Miralles llegará por casualidad gracias a uno de sus alumnos (insípido una vez más Diego Luna). Una búsqueda que supondrá para ella volver a escribir una novela, una de esas que nacen de las entrañas. Todo esto mientras entabla una relación de amor-odio-amistad con María Botto (magnífica).

David Trueba teje un drama en estado puro que se apoya en la angustia contenida de Ariadna Gil, en una cuidada y hermosa fotografía y algunas escenas que te arrancan una tímida sonrisa cuando estás a punto ya de dejar escapar una lágrima.

Con un guión inteligente y delicado que no cae en el común error de críticar burdamente a uno u otro bando político, Soldados de Salamina se convierte gracias a su final en una película estremecedora y grande.

Suspiros de España: