Durante mi infancia y mi adolescencia leí muchísimas novelas destinadas al público juvenil. Luego, en algún momento, me pasé a la literatura para adultos y dejé de lado este género, que no es un género en sí, sino más bien un estilo, una manera de escribir teniendo totalmente en cuenta al lector. Siempre he dicho que quería regresar de vez en cuando a leer cosas así, por su frescura, por acercarte a problemas que adquieren perspectivas diferentes con el paso de los años, que eran un mundo con 15 y que con 25 o 35 años son una pequeña anécdota. Pero lo cierto es que pocas veces lo he hecho, no sé muy bien por qué.
Cuando decidí que Lorenzo Silva fuera el protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS supe que era el momento adecuado para leer por fin esta novela: Algún día, cuando pueda llevarte a Varsovia. La historia de una familia polaca que se instala en un piso de Getafe y la relación de uno de ellos, Andrés, con Laura, la protagonista y narradora de la historia.
El libro se publicó en 1997, justo antes de la explosión migratoria que experimentaría España en la década siguiente. Eso hace que la realidad, como los flujos de personas, cambien y se muevan muy rápidamente. Diez años después de la publicación la mayoría de la gente estaba acostumbrada a compartir edificio en las grandes ciudades con polacos, rumanos, ecuatorianos o marroquíes. Por eso, hay que leer el libro siendo muy consciente de eso y, con todo, es perceptible que las cosas no han cambiado tanto... y sigue habiendo problemas de xenofobia.
Una buena parte del libro la ocupa el relato que llevaría a la familia de Andrés a instalarse en España: un viaje en barco en Varsovia, un secuestro, una situación inesperada que les obligaría a salir. Es en este relato de aventuras donde Lorenzo Silva despliega toda su maestría literaria.
La novela me ha gustado mucho, desprende ternura, y un pequeño tono didáctico para los jóvenes sobre el respeto a los nuevos vecinos, algo que nunca sobra. El único fallo que le pongo es que utiliza el término "inmigrante ilegal", en vez de "inmigrante irregular", que es lo que considero correcto, pero creo que esto es una deformación profesional que me viene de mi época de trabajo en un periódico especializado en inmigración. Es una novela, además, que también que pueden disfrutar los adultos. Yo la he disfrutado, así que no puedo más que recomendarla.
Yo de Lorenzo Silva tengo pendiente algún que otro libro. Espero poder descubrir pronto a este autor del que tan bien habláis :)
ResponderEliminar¡Muchos besos!
María, tienes que leer La flaqueza del bolchevique, a mí me ha gustado mucho y he disfrutado mucho leyéndolo!
Eliminarun besoteee!
Ni conocía este libro. Y la temática me llama mucho, y si además lo recomiendas... ¡Libro que me llevo apuntado!
ResponderEliminarBesotes!!!
Es un libro para jóvenes, que a veces se nos escapan, verdad?
Eliminarpero se lee muy bien y me ha gustado, ya me dirás qué te parece si lo lees!
besos!
Yo este libro también lo leí en el instituto, el mismo autor vino después a hablarnos al salón de actos, y lo tengo dedicado jeje.
ResponderEliminarRecuerdo que tenía un compañero en clase que era polaco, y que hay una frase en el libro que le escribe él a ella y está sin traducir; en su día le preguntamos al chaval y lo único que dijo fue "Buf, es una cursilería" jajajaja.
Me has dado la idea, lo buscaré y lo volveré a leer, y d paso ahora con internet podré averiguar qué cursilería es :P
Un besito Isma
Mírala que apañada!
Eliminaryo busqué la frase a la que haces referencia en internet, jajaja, no me pude aguantar la curiosidad!
un besoteee!!
Pasó por mis manos hace mil... pero no lo leí U.U
ResponderEliminarBesotes
jajajajajaja por el inicio de tu comentario parecía que sí!!!
Eliminarbueno, nunca es tarde ;)
un besote!!