La autora tarraconense Olga Xirinacs traza en El maestro de nubes una historia en la que se mezcla fantasía y realidad, todo bañado con un aire a añejo. Tan añejo que pensaba que se trataba de una historia ambientada cronológicamente en el siglo XIX, pero no, el uso de ordenadores portátiles nos traen hasta el siglo XXI.
Un maestro de pintura de un liceo, al norte de Francia, se desplaza a una isla para pintar la fauna y la flora. Allí entra en contacto con la gente del lugar, la mayoría pescadores. También dos "seres" se le aparecen para darle una idea: realizar una tesis doctoral sobre las nubes en la Historia del Arte.
Lo cierto es que la historia ha ido de menos a más, al principio no me gustaba nada, pero a medida que avanzaba la novela, he de reconocer que me fue gustando más. Se nota que Xirinacs se ha documentado muchísimo y que tiene un gran dominio en Historia del Arte, lo que le otorga más valor a su obra. Creo que esta es la principal baza de la novela.
Por lo demás, El maestro de nubes es una novela entretenida pero que no logra emocionar y con una trama muy floja. Además, por el estilo de la autora, El maestro de nubes está más enfocada a un público juvenil, no es que esto sea negativo, en absoluto, pero creo que no queda muy definido en su estilo el público lector al que va dirigido, produciéndose en mí un enorme desconcierto.
Por lo demás, El maestro de nubes es una novela entretenida pero que no logra emocionar y con una trama muy floja. Además, por el estilo de la autora, El maestro de nubes está más enfocada a un público juvenil, no es que esto sea negativo, en absoluto, pero creo que no queda muy definido en su estilo el público lector al que va dirigido, produciéndose en mí un enorme desconcierto.