Reseña | Entre visillos, de Carmen Martín Gaite

Galardonada con el Premio Nadal de 1957, la novela Entre visillos es a menudo considerada una de las mejores obras publicadas en español en el siglo XX. Y no es de extrañar, porque Carmen Martín Gaite, protagonista del mes en CAJÓN DE HISTORIAS, construye una obra profundamente incisiva e inteligente. Y, sobre todo, una obra demasiado madura para la escritora novel que era Martín Gaite en aquel entonces. 

Cuando Pablo Klein llega a una pequeña ciudad de provincia, tendrá que acostumbrarse a la forma de vivir encorsetada de la sociedad española de la época. A través de capítulos cortos se van desarrollando diálogos entre las chicas de esa ciudad, Julia, Gertru y Natalia son algunas de ellas. Las acciones que no entrañan grandes acontecimientos. Esta no es una novela con un argumento sorprendente o emocionante. Tanto es así que el lector avanza y avanza sin entender muy bien cuál es el interés de la obra. 

Pero una vez concluido el libro uno comprende que está ante el retrato social de un país que vivía preso de una dictadura católica, amarrado a las apariencias y la moral heteropatriarcal y en el que la mujer quedaba relegada no a un segundo plano, sino a un lugar meramente decorativo. 

Por eso, Entre visillos constituye en sí misma toda una denuncia implícita: el reclamo de otorgar a las mujeres el lugar digno que merecen en la sociedad.

Martín Gaite fue una escritora audaz, sutil y sublime, y profundamente valiente. Entre visillos no es esa novela de la que uno no puede despegar los ojos, pero sí es ese tipo de literatura que reconforta a veces, que hiere otras, que te abre los ojos ante la inequidad del mundo y te obliga a tomar posturas. 

La frase: 

Que la sumisión a la familia perjudica muchas veces. Limita. 

Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria