Todas las lecturas suman, todas crean un impacto que influye en nuestras experiencias lectoras, determinando que un libro nos guste más o menos, que se convierta en uno de nuestros favoritos. Y, de esas lecturas previas que conforman nuestro ser lector, es irremediable que la inmediatamente anterior a la actual se convierta en una referencia. Más aún cuando ambas, como es el caso, son del mismo autor.
Antes de leer La víspera de casi todo, galardonada con el Premio Nadal, leí Respirar por la herida, una novela fascinante e hipnótica. La víspera de casi todo me ha gustado, es un buen libro, pero quizás no la haya leído en mi mejor momento. El mes de marzo ha sido un mes de cambios e incertidumbres, de nuevos comienzos, y eso ha hecho que leyera esta novela a trompicones, demasiado despacio, perdiendo el hilo a menudo.
Es indiscutible que Víctor del Árbol, quien fuera protagonista del mes pasado en CAJÓN DE HISTORIAS, es un muy buen escritor, muy buen armador de historias, capaz de construir argumentos en los que diferentes historias van superponiéndose hasta que finalmente todo cobra un sentido completo. Sin embargo, aquí, me ha costado más empatizar con los personajes, entenderles, amarles u odiarles. Al menos durante buena parte del libro, porque lo cierto es que la parte final me gustó mucho más. Solo que después de Respirar por la herida, tan intensa, La víspera de casi todo me ha parecido un libro en el que todo se fraguaba demasiado despacio.
Tiene cosas muy positivas, como digo: el argumento está muy bien construido, lo mismo lo personajes, mujeres y hombres heridos. Es una novela profunda. Un libro que merece la pena leer, sin duda, capaz de entretener y hacerlo con calidad literaria. Con algunas partes desgarradoras y con un canto de amor al poeta argentino Juan Gelmán. Soy capaz de reconocer todo ello, de mirar la novela con ojos de lector adulto y crítico, y reconocer lo bueno, que es mucho.
Pero también, y lo escribo con sinceridad, no lo recordaré entre mis lecturas entrañables, entre las que me marcarán y se quedarán conmigo para siempre. Sé que la culpa es mía, por no haber sabido escoger el momento adecuado para leerlo. Mis disculpas por ello. Y mi consejo: mírense dentro un instante antes de comenzar cada nueva lectura. Yo suelo hacerlo, debí hacerlo en esta ocasión también.
Texto: Ismael Cruceta @Cajondehistoria
Texto: Ismael Cruceta @Cajondehistoria
Tienes razón Ismael, cada lectura tiene su momento, sin duda. Me pasó algo muy curioso hace tiempo: un día sin nada que leer en casa (ya de por sí eso es raro), vi en la estantería "Cien años de soledad" de García Márquez y me puse con él. Pero fue empezarlo y dejarlo, pensando "Que rollo!!! Y ¿sabes? Al cabo de unos dos años o así, me volvió a ocurrir lo mismo. Lo volví a coger pensando: bueno, si todo el mundo dice que merece la pena, será por algo. Y me ocurrió todo lo contrario. Me gustó mucho, muchísimo, de hecho me parece una obra de arte. Increíble los dos extremos.
ResponderEliminarPuede que "La víspera de casi todo" en otro momento, te hubiera llenado más, o quizás no, vete a saber
Besos
Sí es verdad que a veces determinadas lecturas no nos llegan en el momento adecuado.
ResponderEliminarNo he leído nada de este escritor a pesar de las buenas críticas que siempre leo sobre él. No sé por qué no me acaba de tentar. Tal vez aún no haya llegado el momento de que Víctor del Árbol y yo nos encontremos.
Un abrazo
O no ha sido su momento o que no te ha llegado como esperabas. Que ya he visto opiniones de que no es de los mejores libros del autor. Así que yo prefiero bajar mis expectativas, que también las tenía muy altas tras leer La tristeza del samurái y Respirar por la herida.
ResponderEliminarBesotes!!!
Debo de ser la única persona que no ha leído a este hombre...
ResponderEliminarTengo muchas ganas de catar una obra suya y siempre está bien ver opiniones diferentes al resto =)
Besotes
Es importante encontrar el momento para cada libro, pero no siempre es fácil conseguirlo.
ResponderEliminarA este autor todavía lo tengo pendiente, y me apetece mucho conocer sus libros. El de "Un millón de gotas" lo tienen en la biblioteca, a ver si me hago con él.
Un abrazo
Muchas veces el momento influye, está claro pero alegro que te haya gustado. Es un libro muy bueno :D
ResponderEliminarEs un autor que estoy deseando leer, tengo Un millón de gotas esperando en la estantería; estoy esperando encontrarle el momento adecuado porque estoy contigo en que el momento en que leemos un libro, influye, y mucho, en la percepción que sacamos de él. Besos
ResponderEliminarUy, Ismael, eso nos pasa a todos. Tienes mucha razón en que el momento influye en una lectura, el cómo nos encontremos (anímicamente, salud, comederos de cabeza varios ...). Pero no hay que pedir disculpas, no somos perfectos.
ResponderEliminarSeguro que disfrutas más tu próxima elección.
bsos!