lunes, 12 de agosto de 2019

Crítica | El rey león, de Jon Favreau


Las expectativas estaban muy altas: El rey león es una de las películas más míticas y queridas de Disney. Y mi favorita: la disfruté una y mil veces durante mi niñez, y el musical lo vi en Londres hace unos años y en Madrid en 2018.

La adaptación live motion no logra alcanzar las expectativas. Es como si todo fuera correcto, pero le faltara la inocencia de aquella primera vez. El director Jon Favreau buscaba una narración más adulta, quizás intentando llegar al mismo público que vio la de 1994 por primera vez, ahora todos por encima de los 30. Sin embargo, ese afán por querer hacer una película más madura ha resultado ser un fiasco. Rafiki ha quedado reducido a la mínima expresión. El mensaje de Mufasa no logra el mismo impacto en el espectador.

El live motion es como ver un documental de National Geographic, pero no funciona igual de bien que el 2D o el 3D porque las emociones y los gestos se diluyen, la emoción se pierde. 

La historia es la misma -y es brillante- pero El rey león no deja de ser una réplica que nació para caer en el olvido y restar, incluso, algo de luz a la obra maestra de 1994. Lo mejor son las nuevas versiones de las canciones inolvidables de Elton John, más el nuevo tema original de Beyoncé, Spirit

Favreau ha desprovisto la película de la magia y la comicidad que hicieron de la original un clásico inmediato, un hito generacional.


Texto: Ismael Cruceta @CajondeHistoria

1 comentario:

  1. Se tenía que decir y se dijo. Fue justo lo que sentí.

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