Protagonista del mes... Coeur de pirate

Puede que sólo los más atentos sepáis ya quién es Coeur de Pirate, una artista de la que he hablado en algunas ocasiones en CAJÓN DE HISTORIAS, y que he decidido hacer la protagonista del mes de diciembre, puesto que acaba de estrenar su segundo álbum, Blonde, del que os hablaré más detalladamente en los próximos días.

Coeur de Pirate es el nombre artístico de Béatrice Martin, una cantante canadiense (de Québec, canta en francés) que se dio a conocer hace unos tres años, con una imagen que puede resultar contradictoria: melena rubia, tiene cara de niña buena, pero sus brazos están llenos de tatuajes, como una estrella del rock, y su música suena, sin embargo, dulce, acompañada por su piano, un instrumento que comenzó a tocar con tres años. 

Coeur de pirate combina el pop melódico de letras cargadas de bellas imágenes que no evitan los ecos surrealistas y también imágenes cotidianas en las que habla del paso a la madurez, del amor en diferentes formas, con otras canciones más rápidas con un aire retro.  Combina la melancolía y la hermosa tristeza con canciones más alegres. A medio camino entre el mainstream y el indie, con fuertes influencias de la chanson française más hermosa y una pizca de intimismo folk. 

Tenía ganas de convertirla en mi protagonista, mi última protagonista de este 2011, para presentaros sus canciones más a fondo y, sobre todo, para presentaros su nuevo álbum, que no tiene desperdicio, en el que se confirma como una de mis cantantes preferidas, por respirar una bella madurez musical a pesar de su juventud (tiene 22 años recién cumplidos), y por su sentimiento, porque aunque parezca tener un travieso “corazón de pirata”, su música es todo un canto a la elegancia y al buen gusto, un canto a la dulzura a la que es fácil sucumbir.