Diez años y un día desde que este cajón comenzara a llenarse de historias, de cultura, de música, de mucha literatura y mucho cine.
Una década de tanta vida y tanto amor. Una década en la que he visto nacer a mis tres sobrinas pequeñas: María, Leire y Daniela. Y también en la que Pharrell, mi perrito, me ha llenado de besos. Una década en la que publiqué dos novelas: Luz de libertad y La lágrima de la India. Y en la que conocí Latinoamérica: primero Ecuador y Bolivia, y ahora -y desde hace casi cuatro años ya- Honduras, que es mi hogar (porque donde estás tú, está mi casa).
Diez años y un día con sus alegrías y sus dificultades, también con algunas penas y algunas despedidas instaladas en el corazón, como la de mi abuela que se fue en paz mientras yo vivía en La Paz, y me convertí el primero, sin saberlo entonces, en decirle adiós: "dame un beso hijo por si me muero", me dijo. Y así fue.
Porque la vida se construye de experiencias y sueños, y en todo este tiempo algunas experiencias han sido muy hermosas y algunos sueños se me han hecho realidad. Y otros están a punto de materializarse.
Porque la vida se construye de experiencias y sueños, y en todo este tiempo algunas experiencias han sido muy hermosas y algunos sueños se me han hecho realidad. Y otros están a punto de materializarse.
Por eso vengo hoy a dar las GRACIAS, en mayúsculas y negrita. Gracias por acompañarme en este viaje que me dio alegrías, me hizo bailar y me llevo a conocer a gente maravillosa como María y Eva, que me acompañaron en la presentación de mi segunda novela; como Goizeder y Pablo, a los que tengo un cariño especial. Y me permitió compartir impresiones sobre libros con Margari, Jesús, Natalia de Arte Literario, Shorby, Susana, Icíar, Al calor de los libros, Marina Ortega, Mer y muchas y muchos blogueros más que han ido pasando por este espacio de amor a la cultura. Y gracias también a mi familia, que me ha ido apoyando todos estos años en mis aventuras, gracias a mis amigas y amigos, a los de siempre y a los más recientes, gracias a la gente que estuvo en mi vida durante un tiempo y que dejó un aprendizaje en mí y gracias a mi amor que es mi apoyo y mi alegría en cada paso que doy.
Escribí hace un tiempo:
"La cultura es garante de la libertad y el desarrollo, porque sin ella nos harán sumisos y no podremos completarnos como ciudadanía. Por eso, defendamos entre todos los espacios para la reflexión crítica, defendamos el arte y la música en directo, defendamos la literatura que explora los sentimientos universales y nos ayuda a crecer, protejamos los buenos libros y las buenas películas, las que nos ayudan a identificarnos culturalmente y nos acercan a otras maneras de entender el mundo en un ejercicio de respeto, multiculturalidad y tolerancia en estos tiempos difíciles".
Ratifico hoy esa reflexión.
En este tiempo me he hecho más viejo: tenía 21 añitos y ahora estoy a punto de cumplir 32- y también madurado. Mi visión del mundo se ha ido conformando poco a poco, hasta convertirme en el hombre que soy hoy, y que seguirá creciendo y evolucionando. Y mi forma de ver cine, de leer libros y de escuchar música también ha ido cambiando.
En este tiempo me he hecho más viejo: tenía 21 añitos y ahora estoy a punto de cumplir 32- y también madurado. Mi visión del mundo se ha ido conformando poco a poco, hasta convertirme en el hombre que soy hoy, y que seguirá creciendo y evolucionando. Y mi forma de ver cine, de leer libros y de escuchar música también ha ido cambiando.
En esta década han sido más de 1250 entradas publicadas, cerca de 12,300 comentarios y casi 2,4 millones de visitas. Y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años, como cantó Silvio. Pero estoy listo para diez años más, poquito a poco, compaginando este espacio tan personal y tan mío con el ritmo loco de trabajo, y con la vida que está ahí afuera, esperándonos. En definitiva: GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS. Nos leemos.
Ismael Cruceta