lunes, 15 de marzo de 2010

DIARIO DE UN ESCÁNDALO, de Richard Eyre


Estamos ante una película con todas las características del melodrama: Sheba (Catte Blanchett), una profesora joven y guapa, comienza una clandestina relación de amor con uno de sus alumnos, un adolescente de quince años. Blanchett, con una calidad interpretativa irrefutable, destaca aquí por su pureza, por sus miradas perdidas y su dulzura pero, sobre todo, por unos minutos finales de explosión que bien merecieron su nominación al Oscar.

Sin embargo, el director Richard Eyre, práctico y eficaz, ha decidido no centrar el núcleo del film en la relación profesora-alumno y lo que ésta conlleva, sino en los lazos de sumisión que unen a Sheba con la única de sus compañeras de trabajo que conoce la existencia de este secreto: Bárbara, interpretada por Judi Dench.

Es precisamente este punto de vista, esta manera de contar una historia ya explotada hasta la saciedad lo que eleva la cinta y la transforma en un thriller psicológico intimista que avanza a paso lento pero siempre firme, hasta conseguir sumergir al espectador en el universo complejo de ambas mujeres. Y esto ocurre gracias a la narración de Judi Dench: la voz, el cuerpo y el alma (alma corrompida pero alma al fin y al cabo) de Diario de un escándalo. Es ella el pilar principal, vencedora indiscutible de un duelo interpretativo de los que aceleran el pulso.

Una Judi Dench grande como nunca –o como de costumbre, mejor dicho– que da vida a una mujer obsesionada, triste y cruel, pero sobre todo una mujer marcada por el dolor de la soledad, la soledad en el sentido mas árido de la palabra, y es esta pesadumbre la que hace que el espectador sienta una empatía para con ella, sienta piedad y lástima de alguien que arruina la existencia de los que son el reflejo de la vida que ella hubiera deseado tener, y que no es más que una sombra inalcanzable.

Con todo, aunque entretenida de principio a fin, Diario de un escándalo no es una película redonda, ni tan siquiera una gran película. De hecho, mas allá de la dos actrices principales es difícil destacar algún otro aspecto: ni una música que sirva de apoyo a la tensión creada, ni una fotografía minuciosa, ni un montaje original…nada. Se trata de un film lineal en el que todo es correcto pero nada excesivamente notable. Y es entonces cuando más podemos remarcar la importancia absoluta de unas buenas interpretaciones para conseguir que una cinta que hubiera sido mediocre se conviertiera en una de las mejores películas del año 2007: el acertado retrato de una obsesión.

3 comentarios:

  1. La vi en el cine en su momento, y en líneas generales estoy de acuerdo contigo, es una película cuya fuerza son las interpretaciones
    y también en todo el retrato de personajes que creo que es muy, muy acertado.

    Me estoy acordando de esa escena en la que la protagonista va a comer por primera vez a la casa de la supuesta familia feliz y deshinibida de su joven compañera,
    y lo incómoda que se siente cuando todos se ponen a bailar.

    Esa incomodidad te llega perfectamente, y en momentos así, es cuando la película brilla.

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  2. Dos grandes actrices y una peli bastante buena, a mí me gustó el planteamiento del tema y el desarrollo pero es lo que tú dices, que no es una GRAN película. Me pasó lo mismo con "Veronica Guerin" que me gustó pero no lo suficiente com para ser una película genial.
    Saludos,

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  3. Loque, es que Judi Dench es muy buena!!! a mi me dio bastante miedito su cara... por cierto a ver si te escribo un mail con algunas cosillas de new york!! tienes fecha ya??

    Vero, no he visto a Veronica Guerin, aunque supongo que teniendo a Cate Blanchett como protagonista algo bueno tiene que tener, creo que es una gran actriz!!

    Besitos!!

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