La última película de Rodrigo García, hijo del escritor colombiano Gabriel García Márquez, es un regreso a sus inicios como director, un ritmo pausado que recuerda al de su primera película Cosas que diría con solo mirarla, para la que ya contó con un reparto de lujo encabezado por Glenn Close.
Madres e hijas nos cuenta la historia de tres mujeres: una señora de unos cincuenta años a la que la vida se le ha pasado entre arrepentimientos; una ambiciosa abogada en su plenitud profesional que se queda embarazada sin esperarlo; y una afroamericana casada que no puede concebir y se decide, junto a su marido, a adoptar un bebé de una mamá de alquiler. Tres historias que se entrelazan más allá de la raza y las diferencias sociales.
Madres e hijas se sustenta en sus sobervias interpretaciones: Annette Bening asumiendo sus arrugas y sacándoles provecho, llena de matices un personaje complejo que se basa más en las miradas que en las palabras (me encantan las interpretaciones contenidas). Naomi Watts, actriz que no termina de convencerme, pero que está en estado de gracia. Y Kerry Washington, que demuestra que es una gran actriz aunque su carrera no termina de despegar. Y después Samuel L. Jackson para el que no hacen falta ni presentaciones ni adjetivos.
Sin embargo, el guión (del propio director) tiene vacíos en algunas partes y otras partes totalemente prescindibles por forzar el melodramatismo. García ofrece una visión mitad hermosa mitad triste de la maternidad, de las pérdidas y de los vínculos que se establecen entre madres e hijas. Un universo femenino y maternal que se escapa a mi entendimiento y que, centrándome únicamente en la película, da como resultado un metraje algo más largo de lo que debía, algunas escenas previsibles que echan a perder el conjunto, y una última media hora más que maravillosa.
Quizá estoy decepcionado porque me esperaba más, lo que me deja Madres e hijas, sobre todo, es una sensación agridulce.
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A mi la película me ha servido para confirmar (si no lo estaba ya), que Annette Benning es muy buena actriz y para descubrir un poco más a Naomi Watts que no lo hace tan mal. La historia, bonita y sorprendente en algunos puntos. Esta bien si no te esperas mucho de ella.
ResponderEliminarTiene buena pinta, me la apunto a ver si saco un hueco para verla. Bsos!
ResponderEliminarDavid, sí, tiene puntos sorprendentes y otros realmente predecibles y estereotipados. Coincido en lo de que está bien si no te esperas mucho. Bueno, en realidad aunque te esperes poco está regular solamente...
ResponderEliminarCarol, si te animas después nos cuentas, si??
Besos!!
Hola, he visto la pelicula y la verdad me parecio fascinante ya que habla del amor, relacion y el silencio entre una madre y una hija, al mismo tiempo nos hace ver que apesar de ser madres seguimos siendo mujeres pero ante todo madres.
ResponderEliminarPor favor quisiera saber el nombre de la canción que suena en la pelicula.
Grcias