LA ELEGANCIA DEL ERIZO, de Muriel Barbery

Cuando la literatura derrama buenas historias y buenas ideas basándose en una narración depurada, actual y con toques sublimes el resultado es La elegancia del erizo, un auténtico éxito de ventas en Francia. Sin embargo, esta obra no es un best-seller al uso, ya que se aleja de las actuales y gastadas novelas históricas que lo único que aportan es mucha acción y poca calidad.

La elegancia del erizo (L'élégance du herisson) cuenta la historia de René, una conserje solitaria de un edificio de ricos en París. Pero no es una conserje corriente, sino que los años de soledad le han llevado a ser devoradora de las obras culturales más excelsas de todos los tiempos. Su historia se va mezclando, de manera inesperada, con la de Paloma, hija de una familia de ricos, superdotada, que decide cumplirse antes de cumplir los trece años para no ser fruto de un destino hipócrita y convencional al que se ve inevitablemente sujeta.

Lo cierto es que en las primeras páginas es difícil vislumbrar la gran obra que es, debido a frases que complican demasiado la redacción sin encauzar al lector en la historia que posteriormente se sucede, pero avanzando un poco La elegancia del erizo se convierte en una novela ágil, cómica y que transmite, sin hacerlo explícitamente y con inteligencia, un mensaje sobre la hipocresía, la diferencia de clases, la belleza, el amor y la muerte. Todo un canto a la vida con un final sorprendente y conmovedor.