MIENTRAS DUERMES, de Jaume Balagueró

Una de las películas españolas más esperadas del año y que está teniendo una buena acogida en las salas ya que, a día de hoy, lleva recaudados casi tres millones de euros (su presupuesto es de 3,5 millones de euros, así que parece que será una película rentable).

Jaume Balagueró sigue con su carrera ascendente y parece que Mientras duermes le ha convertido, al fin,  en un director de primera categoría dentro del panorama cinematográfico español, y uno de los nombres de referencia dentro del género del thriller/terror psicológico.

Hemos de tener en cuenta que, en esta ocasión, ha trabajado con un actor de calidad interpretativa incuestionable: Luis Tosar. A él le ha dado el protagonismo absoluto, en un papel tramposo de conserje perverso y obsesionado con una de sus vecinas, a la que da vida Marta Etura, una actriz a la que no he vuelto ver brillar tanto como en AzulOscuroCasiNegro, a pesar de los constantes elogios que recibe película tras película, incluso recibió un inmerecido Goya por un pequeñísimo papel en Celda 211 y este año suena de nuevo a competir por el cabezón.  Esta vez esta correcta, sí, pero le falta algo a su interpretación inocente, algo más de veracidad, de fuerza.

Tosar, en cambio, está inmenso, como siempre. Si seguimos hablando de Goyas está claro que él es uno de los firmes candidatos a hacerse con el galardón. Tendrá que vérselas, seguro, con Antonio Banderas en La piel que habito, que podría dar la campanada y recibir el premio, no sólo por su gran interpretación, sino también como un reconocimiento a toda su carrera. Tendrá que vérselas con José Coronado por su papel en No habrá paz para los malvados, y con un último actor cuyo nombre no es tan seguro pero que tiene toda la pinta de ser Fernando Tejero (Cinco metros cuadrados) o incluso podría haber sorpresas y el cuarto nominado puede que sea Clive Owen (Intruders, de factura española), sobre todo teniendo en cuenta que a los académicos les gusta dar un aire internacional y glamouroso.

Pero dejando de lado los Goya y centrándonos en Mientras duermes, he decir que la película consigue mantener al espectador atento de principio a fin, que el argumento es sencillo (conserje infeliz obsesionado con hacer sufrir a su vecina feliz y radiante), no pretende engañar a nadie, no engañar, al menos, más de lo que el guión, en sí mismo, engaña ya. Me explico: no hace falta ni siquiera un segundo visionado para darse cuenta de las carencias de un guión imperfecto, lleno de trampas y errores absurdos que hacen inverosímil una película más simplona de lo que parecía ser en un primer momento.  Un guión que flojea y que podría haber arrastrado esta película a la hoguera de no ser por el poderío visual de Balagueró, que hace gala de las tablas adquiridas a lo largo de los años. Pero sobre todo, la película se salva de esa desdicha gracias a Tosar, que nos hace cómplices de su maldad, hasta el punto de sufrir cuando, en una de las escenas, está a punto de ser descubierto por Alberto San Juan.  Tosar salva la película con una interpretación llena de mezquindad irónicamente humana, con pinceladas de terror y una continua inquietud.

Una película entretenida, que bebe de grandes clásicos del género pero que mezcla con acierto un aire clásico y moderno.  Cine español que consigue mover a la gente hasta las salas sin renunciar a la calidad mínima exigida por cualquier amante del buen cine...

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